Filed under: Uncategorized | Etiquetas: Budismo, Madiamika, Mahayana, Vasubandhu, Yogacara
Vasubandhu se considera el fundador de la doctrina Yogacara junto son Asanga.
Yogacara es sin duda, junto con Madiamika (de Nargajuna) las dos doctrinas que han construido totalmente todas las escuelas Mahayana. Toda doctrina Mahayana, aparte de seguidora de las enseñanzas de Buddha es siempre un cóctel con ciertas partes de Yogacara y otras de Madiamika. El resultado final en cada caso dependerá de las predominancia de cada doctrina y de sus influencias locales (Bon, Hinduismo, Taoismo…)
Si podemos decir que Madiamika es el culmen del pensamiento filosófico budista, Yogacara lo es del estudio de la mente. No soy imparcial pero me da la impresión que tras ellos, el budismo degeneró un tanto, especialmente tras madurar el tercer giro de la rueda del dharma y la idea loca del «ya originalmente iluminado». Renunciada esa idea, el budismo que queda es tremendamente efectivo y certero. Esto es solamente una opinión, por supuesto.
Hoy trataremos el texto de «Las tres naturalezas» de Vasubandhu, a ver qué podemos aprender de él.
El texto inicial en castellano se obtiene del tratado de Fernando Tola y Carmen Dragonetti con el mismo título (Trivabhavanirdesa), mil gracia a ellos, también se refuerza con algunas versiones existente en inglés en caso de duda.
Se postula que las tres naturalezas propias:
la imaginada, la dependiente y la absoluta
son el objeto profundo
del conocimiento de los sabios.
Lo que aparece es la naturaleza dependiente;
cómo esta aparece es la naturaleza imaginada.
La primera se llama así porque funciona sujeta a causas.
La segunda porque su existencia es mera creación mental.
El eterno no existir tal como aparece
de aquello que aparece, ha de ser conocido
como la naturaleza propia absoluta
en razón de su inalterabilidad.
Al respecto de ¿qué aparece? La imaginación irreal.
¿Cómo aparece? Con dualidad.
¿Qué es su no-existencia?
consiste en que su esencia es la inexistencia de la dualidad.
Empezamos fuerte 🙂
Vasubandhu postula tres naturalezas que podríamos llamar:
- Lo que eres convencionalmente (causal)
- Lo que crees ser (que es ideación)
- Lo que realmente eres (sunyata)
Y dice, que lo relevante para el sabio (budista) es el estudio de esas naturalezas.
Quizá con ejemplos sea más fácil entender esas tres naturalezas.
Cuando digo «yo soy listo», o contemplo cualquier característica propia o ajena, es pura imaginación. Ideación. La más destacada la de que haya un atman o yo integral decidiendo. Esa es tu naturaleza imaginada y es ignorancia. Tú ideación. No porque siempre sea absolutamente falsa (a veces sí), pero si suele ser aproximada y basada en creencias previas que pueden ser falsas.
Cuando ocurre que me pinchan y salto, incluso sin yo pensar nada, vemos actuar a nuestra naturaleza causal. Lo que hacemos (y pensamos) es debido siempre a causas y condiciones. Por tanto, postulando una naturaleza causal, Vasubandhu ya de salida desmonta esa idea exótica de que Yogacara es idealismo puro. No lo es. Existe la causalidad y es así como se mueve el universo.
Y alineado con Madiamikas, Nagarjuna y Buddha, y como decía Dogen, la naturaleza búdica es la ausencia de naturaleza (Anatta o Sunyata, lo mismo da). Y rechazamos la otra acusación a Yogacara que es que re-afirma objetos o cosas auto-existentes o existentes por sí mismos (no lo hace). Tu naturaleza en última instancia es vacuidad.
Re-leídos los versos con estas ideas en mente, deberían ser fáciles de entender.
«El eterno no existir» es Sunyata (la ausencia de entidades) y se afirma que es la naturaleza absoluta porque es lo que es inalterable (no cambia nunca ni para nadie o nada).
Luego le da la vuelta:
«¿Qué es su no-existencia? Consiste en que su esencia es la inexistencia de la dualidad»
¿Que implica sunyata si no hay identidades? que todo es no-dual.
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Lo que aquí se presenta ahora es un nuevo texto que Diego ofrece generosamente a todos. En este caso una traducción de una obra principal de un gran maestro budista, co-fundador de Yogacara: Vasubandhu.
Vasubandhu’s Trimśikā-kārikā, “30 versos”
Introducción
Vasubandhu es una de las figuras más importantes en la historia del budismo en general y del zen, en particular. Está incluido en todos los linajes Zen en China y Japón, además de ser reverenciado y citado en textos de otras escuelas Tibetanas, Indias y del Sudeste Asiático. En la tradición Soto Zen la importancia de Vasubandhu se constata durante el antiguo ritual del canto de los nombres del ancestral linaje que se remonta hasta Buddha, siendo los seis principales: Buddha, Nagarjuna, Vasubhandu, Bodhidarma, Hui-Neng y Dogen.
Nació en el siglo IV como brahman, y fue monje y filósofo. Junto a su hermano Asanga, fueron los iniciadores de la escuela Yogācāra (practicantes de yoga), Citta-mātra (solo mente) o Vijñānavāda (escuela de conciencia). En base a estos términos algunos han llegado a la conclusión de que esta escuela postula un idealismo filosófico: “sólo existe la mente”. Pero analizados en profundidad sus escritos y teniendo en cuenta el espíritu pragmático budista, tendente a la radical eliminación del sufrimiento, lo que esta escuela transmitía era que el origen de todo sufrimiento se encuentra en la mente. Cualquier cosa que experimentemos es mediada por la consciencia. En el Dammapada se dice: “La mente da forma a nuestra vida”. Sólo se insiste en que todos nuestros esfuerzos deben ser dirigidos a LO UNICO que podemos hacer: conocer, cuidar y entrenar la mente al objeto de eliminar nuestras oscurecimientos, incrementar nuestra luz interior y definitivamente acceder a la verdadera naturaleza de la misma sin obstrucciones de ningún tipo. Sutras relacionados con esta escuela son el Samdhinirmocana Sutra y el Lankavatara Sutra.
Resulta digno de reflexión el hecho de que en el siglo IV DC -cuando el cristianismo se consolidó como la religión oficial del Imperio Romano y la filosofía occidental comenzó su progresivo declive para pasar a ser un útil servidor de la religión durante muchos siglos- existieran en Oriente estudios de la psicología humana tan profundos y, bajo mi humilde opinión, tan certeros.
Una de las principales obras de Vasubandhu son los “30 Versos sobre Sólo Consciencia”, la cual recoge la esencia de las enseñanzas Yogacara. Es necesario resaltar que a pesar de que el Mahayana aboga por la vacuidad del yo y de los fenómenos, en la historia del budismo nunca existió disenso sobre el primer aspecto (el yo), pero no es el caso del segundo aspecto, ya que en el Budismo temprano se creía en la realidad de los fenómenos. Tal como decía el monje theravada Buddhaghosa (s. V D.C.) : “existe el sufrimiento pero no el sufridor…”. El talante de Vasubandhu era conciliador, tratando de llegar a un punto de encuentro y armonizar ideas más que aplastar argumentos opuestos. Los 30 versos abordan dos vertientes: el estudio del funcionamiento de la consciencia y el estudio de la naturaleza de los fenómenos, aunque en última instancia se sugiere que no existe separación entre ambos. Los yogacarines hablan a menudo de dos barreras u obstáculos: el obstáculo de las emociones aflictivas y el obstáculo del autoengaño, de la ignorancia. En los primeros quince versos se aborda la primera vertiente y en los otros quince la segunda.
En la traducción y comentarios me he basado fundamentalmente en el libro de Ben Conelly, “Inside Vasubandhu’s Yogacara”, pero se han barajado varias traducciones al inglés y se ha tratado hacer una traducción al español lo mejor posible partiendo de la base de que mis buenas intenciones son tan grandes como mi falta de pericia. No puedo dejar de mencionar que sin la colaboración de Tao, con su mejor conocimiento del inglés pero, sobre todo, su mejor comprensión del budismo, esto hubiera sido imposible. Todos los errores o falta de claridad son responsabilidad mía.
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