Filed under: Uncategorized | Etiquetas: Lao Tse, no-accion, Tao Te Ching, Taoismo, WuWei
El sabio actúa sin hacer nada.
- Tao Te Ching (Cap. 2)
¿Puedes abarcar todo en las cuatro direcciones y aún así no hacer nada?
- Tao Te Ching (Cap. 10)
Dado que el sabio no se opone a nadie, nadie puede oponerse a él.
- Tao Te Ching (Cap. 22)
El Camino es siempre sin acción y sin embargo nada queda por hacer.
- Tao Te Ching (Cap. 37)
Filed under: Uncategorized | Etiquetas: Budismo, Mahayana, no-accion, Taoismo, Wu Wei
Otro texto corto de la serie ¿Qué es? (por cierto el de Talidad es de los más leídos del blog)
Wu Wei es una expresión de origen chino, en concreto de uso en el Taoismo y que literalmente significa realmente sin-acción (無為/无为) aunque se suela traducir como no-acción.
A menudo también se relaciona el concepto con la ausencia de esfuerzo o con la idea de fluir, o no forzar.
La ausencia de esfuerzo la debemos interpretar aquí como la ausencia de la carga emocional que conlleva el esfuerzo por lograr algo y no como su parte física. Porque cansarnos físicamente, nos vamos a cansar igual pero no habrá desgaste emocional en Wu Wei, y ello será debido a la ausencia deseos y ambiciones, de resultado concretos. Cuando «hacemos por hacer», «hacemos porque sí» por el mismo gusto de hacer, el desgaste emocional está ausente. Es un hacer, libre de la esclavitud de lograr algo. Sin objetivos y no intencionalidad son otras formas de expresarlo y que también se usan en el blog. Y esa forma de encarar la acción es la que deriva en esa ausencia de esfuerzo o desgaste (emocional).
Fluir y no forzar son similares y se relacionan también con la idea de no ejercer un desgaste emocional excesivo. No nos forzarnos internamente por lograr nuestros objetivos y deseos, o bien fluir, dicho en positivo hace referencia a esa situación en que la acción ocurre de forma casi espontánea, tal como es tan habitual en el zen clásico. Esta espontaneidad en cierta manera es la «acción por la acción», como cuando un deportista de élite entra en el estado de flujo (muy habitual por ejemplo en escalada) y se olvida de absolutamente todo excepto la propia acción que está ejecutando (una forma de residir en el ahora). Ya no está pensando en ganar o perder, solo hay acción (física) sin acción (mental).
Y quizá también podrías decir que en Wu-Wei esa acción sin-acción podría decirse que es también acción sin-reacción.
Wu-wei expresa un estado interior sin reacción (emocional) a los fenómenos, estado de ecuanimidad ante ellos. Se podría decir estado de aceptación para entender lo que es, pero ese sería un estadio muy inicial, en realidad ha de ser de trascendencia.
Cuando ni la aceptación necesite ocurrir empezamos a entender Wu-wei. Igual que no aceptamos una noticia irrelevante, simplemente no nos lleva a reaccionar emocionalmente en absoluto. Aceptar todavía es una forma de acción (mental). Solo puede aplicarse Wu Wei a aquello que ha sido trascendido, superado completamente. Aquello que no nos aferra, aquello de lo que somos libres, aquello a lo que no estamos apegados.
Cuando en este blog decimos que las meditaciones Mahayana, como familia de meditaciones, a falta de otro nombre que las agrupe, son meditaciones de no-acción, de Wu-Wei, lo que queremos decir es que se basan justo en lo comentado, en la no-reacción, en la ecuanimidad. Y también en ese no-esfuerzo, en ese fluir, por eso una componente fundamental en toda meditación Mahayana es la ausencia de tensiones emocionales (físicas no importa demasiado), en Tíbet se destaca más ese aspecto que en el Zen japonés (siempre bastante más rígido) y siempre se nos avisa de no generar tensión en las sesiones de meditación. En Zen japonés la obsesión con la postura a veces lleva a ciertas rigideces mentales que no van a ser positivas.
Pero sobre todo lo que define una meditación Wu Wei, es siempre la menor reacción posible y la menor acción (mental) posible ante cualquier cosa que acontezca en la sesión. Basta con estar presentes y todo lo que añadamos es contraproducente para la sesión.
Por eso no nos concentramos en un objeto ni forzamos la atención, por eso si nos detectamos perdidos en un pensamiento no lo seguimos pero tampoco lo rechazamos o aborrecemos, no nos enfadamos o entristecemos por el fracaso, simplemente debe quedar auto-liberado por nuestra presencia, sin reacción alguna, con ecuanimidad absoluta. Como si no hubiera pasado absolutamente nada.
Quién está presente no piensa reactivamente (en el primer yoga), eso no es posible y no hace falta hacer más, luego no hace falta hacer nada además de estar presente. Tu presencia siempre, siempre, desde el minuto cero, va a auto-liberar cualquier reactividad mental automáticamente (de ahí auto-liberar) y sin que hagas nada. Y lo que se te pide, es que justo no hagas nada más. Absolutamente nada más.
Ese minimalismo en la reacción a lo que ocurre es Wu wei. Por eso es: sin-reacción.
Más adelante Wu Wei aún será más fino, cuando hayas visto tu verdadera naturaleza, pensamientos y presencia podrán convivir sin problemas, el pensamiento ruidoso ha sido trascendido, y entonces la meditación de no-acción consistirá en ni tan siquiera auto-liberar pensamientos, solo estar presente ante ellos y dejar que se calmen solos. Esta es también la descripción del Shikantaza maduro y no es casualidad pues es también meditación Mahayana/de no-acción. Y es entonces y no antes cuando se empieza a entender que es solo-ser.
Más adelante, cuando hayas realizado tu esencia completamente (terminología Mahamudra) ya solamente podrás estar presente siempre y empezará el trabajo de existir «sin reacción» durante las 24 horas del día. Fluir continuamente.
Contenido relacionado:
Filed under: Uncategorized | Etiquetas: Advaita, Ahora, Budismo, Eckart Tolle, Kabat-Zinn, Mahamudra, Mahayana, Meditacion, mindfulness, neo-advaita, no-accion, Shikantaza, tibetano, Tilopa, Vajrayana, Wu Wei, Zen
Ampliación de un texto de 2015.
El ahora, ahora, vive en el ahora, ahora.
Las modernas enseñanzas espirituales están llenas de referencias al Ahora. No me queda claro su origen pero lo vemos en E. Tolle, en Kabat-Zinn, en la mayoría de maestros neoadvaitas… podéis comentar si conoceis referencias anteriores de maestros que usaron de forma clara «el ahora» como práctica espiritual principal.
Sin embargo no es así en los textos clásicos.
No es que no se hable del Ahora en absoluto en los sutras, sastras o los textos de Shankara y otros vedanta, pero sin duda no tenía un lugar fundamental y costará encontrar referencias destacables.
No es que no conocieran el ahora. Los «tres tiempos» (presente, pasado y futuro) están muy presentes en muchos textos budistas y supongo que algo parecido debe ocurrir en los hinduistas.
Así, no es que tal concepto no existiera, como por ejemplo no existía el concepto de «cero» en los tiempos del Buddha histórico.
Incluso si uno repasa místicos del cercano siglo XX como Ramana o Nisargadatta o maestros zen o en general budistas recientes, encontrará pocas referencias al tan nombrado Ahora, hasta casi finales del XX.
Quizá el gran abanderado del Ahora haya sido E. Tolle porque es notablemente popular, su libro más famoso es casi mono-temático al respecto, y realmente ha creado una formulación nueva y fresca. En su momento el libro de E. Tolle me pareció muy interesante y motivador.
Podría decirse que si algo será destacado en el futuro, respecto a la evolución espiritual de nuestros tiempos, creo que será el uso de El Ahora como upaya (medio útil espiritual). Uno de los pocos conceptos nuevos introducidos recientemente y que es realmente certero y útil.
Lo primero decir que ese “vivir en El Ahora” no tiene nada que ver con una visión “new age” al estilo “Carpe Diem”: aprovecha el día que no volverá…
El Ahora, si lo entendemos como otra de las 48.000 puertas al despertar, nos propone algo diferente, muy diferente, no es un simple “aprovecha el día”, en realidad no tiene nada que ver.
El foco en el Ahora es otra formulación más, otro medio hábil, para romper con la tiranía del pensamiento discriminante o intelecto.
¿Cómo es eso?
En el ahora estás siempre, ¿cómo podrías no estar en el Ahora? ¿en que otro momento del tiempo podrías estar ahora? En ningún otro ¿no?
Así pues una formulación que te pida “centrarte en el Ahora” o «residir en el Ahora» en realidad no puede pedirte eso, pues eso es siempre así inevitablemente, siempre, siempre, siempre. No haría faltar cambiar, ni hacer nada.
¿Cómo podríamos perder ese supuesto “Ahora”?
No podemos, por eso es solamente un medio útil, una formulacion que nos llevará a… ¿a donde?
Hagamos al experimento: reside en el ahora, ahora, prueba, de forma intuitiva, aunque no te haya explicado qué es eso o como se hace, improvisa. Hazlo un rato. Y luego seguiremos (en dos días).
Seguimos
Filed under: Uncategorized | Etiquetas: accion, alma, Anatman, atman, Budismo, Hinduismo, Libre albedrío, no-accion, no-yo, Religiones, Texto propio, Wu Wei, yo
Filed under: Descripcions | Etiquetas: Anatta, Atencion, Auto-realización, Consciencia, Dalai Lama, Descripcions, Espiritualidad, Mahayana, mindfulness, no-accion, Practica, PRacticas preliminares, Presencia, Shikantaza, Texto propio, Vajrayana, Wu Wei, zazen, Zen
Llevar el concepto de no-intervención o no-esfuerzo o incluso de no-yo al extremo, lleva a ciertas prácticas carentes de atención y que no generan frutos permanentes. Y que además son bastante agradables en general, con lo cual son muy atrayentes, algunas casi adictivas.
A veces intuyo que hay muchas personas creyendo que practican shikantaza (u otras meditaciones similares) y están haciendo eso, porque se exagera el factor de no-intervención o no-esfuerzo.
Y además en el shikantaza se da un consejo de doble filo: «que si hay pensamientos no pasa nada». Y es cierto, no pasa nada si los ves (atención) y no te identificas con ellos, simplemente dejas que se auto-liberen. Pero si no estás vigilante y los sigues y persigues y te identificas (lo notarás, por ejemplo, por la reacción emotiva que te produzcan) entonces no estás practicando nada… Típicamente el practicante de este tipo, reacciona solo cuando llega la sensación negativa, se está agobiando de nuevo por el trabajo o la familia… pero quizá lleva cinco minutos perdido en sus pensamientos. Son cinco minutos perdidos por falta de atención… Y lo peor es si además cree que eso es shikantaza.
Este tipo de errores se potencian porque hoy día se quiere practicar desde el principio «la técnica más elevada», como si hubieran categorías… 🙂 y a menudo se rechazan las prácticas preliminares que son las que van a construir nuestra habilidad para poder meditar consistentemente.
Quién sabe si a veces por no fortalecer la atención durante unos meses luego uno pierde años en una práctica incorrecta, inconstante, sin atención al no estar maduro para ella.
Hay una forma muy intuitiva de distinguir la situación de prácticas sin atención: ¿estás presente? ¿te sientes presente en tu práctica? ¿mucho más presente que en el día a día? ¿O por el contrario sientes que «no estás»? ¿que desapareces? ¿y qué tu mente divaga libremente mientras tanto? ¿mucho más ausente que en el día a día? ¿o si ocurren ambas cosas? ¿cuanto tiempo en cada situación?
Eso te dará una idea de tu necesidad de reforzar la atención y, no lo olvidemos, todos tus hábitos diarios que hagan que llegues a la sesión de meditación con un ánimo relajado y adecuado.
Recuerda, cuando hablamos de estar presente, hablamos de estar presente, no tendrás ninguna duda al respecto. El Buddha no es que no esté presente, es la presencia en su máxima pureza, simplemente no hay concepto de yo allí, ¿no lo entiendes? No te preocupes, no se entiende…
Una anécdota: recuerdo que alguien me comentó que un día pudo saludar al Dalai Lama, me dijo que lo que más le sorprendió es que parecía que mientras le hablaba a él (que igual fueron 30 segundos) parecía como si para el Dalai Lama solo existiera él, como si no hubiera nada más en el mundo. Su presencia y atención era total. Eso es.
La atención no es el «yo» ¡¡fundamental error!!!! sino que es la principal herramienta que puede llevarte más allá del engaño de un núcleo autónomo y decisor que llamas «yo». Es principal porque es requisito para muchas otras, como por ejemplo la obtención del prajna (sabiduría) necesario/a.
También es muy diferente no-intervención a no-atención, y es muy diferente no-intencionalidad a no-atención.
Puede haber atención no-intrusiva y puede haber atencion no-intencional (léelo con atención, por favor).
Y justo eso es lo que debe haber.
Respecto al no-esfuerzo… pues que sin esfuerzo, entendiéndolo como que la atención se cansa o como tranquila perseverancia, pero no como tensión o ambición, nada se consigue.
Reitero no hay que pasarse de frenada, atención no significa ni exceso de volición, ni exceso de intención, ni exceso de tensión. La actitud, como siempre, ha de ser de una suave y amable perseverancia ausente de objetivos concretos.
¿Es todo esto demasiado sutil? Sí, lo es, nadie dijo que fuera fácil… Los factores clave no son las horas sentado o el nivel de tensión o sensación de esfuerzo, o si te sientas recto… sino estas sutilezas y la actitud…
Cuanto más sutil, tranquila y delicada se vuelve la atención más fácil es penetrar en capas profundas de la mente sin interferir (pero aprendiendo). Y esa penetración nos abre al espacio en el que pueden producirse cambios aún más profundos en nuestra mente.
Y llegados aquí creo que el tema se ha agotado a sí mismo. Ha quedado un texto largo, quizá el más largo hasta ahora en el blog, espero que sea de utilidad.