El blog de 道


Absorción vs. introspección (I)

Absorción vs. introspección

Samadhi vs. prajna

Samatha vs. vipassana

Jhanas vs. kensho

En las prácticas budistas existe una notable bicefalia de prácticas que no existe de forma tan marcada en doctrinas cercanas como el hinduismo (que se decanta claramente por el samadhi como veremos).

Este blog tradicionalmente contiene más referencias a  justo la otra dimensión (prajna) pero estos días pasados, gracias a los comentarios de algunos visitantes (notablemente Tommit) y alguna consulta privada como las de Ewilius han hecho que esta bicefalia vuelva al blog.

Primero alguna definición aunque sea provisional y parcial, solo para situarnos.

Absorción/Samadhi/Samatha/Jhanas

Por absorción o samadhi entendemos el estado meditativo, normalmente obtenido concentrativamente, es decir manteniendo la atención concentrada en un objeto de la consciencia durante cierto tiempo, y caracterizado por obtener la unión entre sujeto y objeto de la concentración.

A las practicas para inducir este estado se las llama genéricamente meditación samatha.

A los diferentes estados así obtenidos se les llama Jhanas (en budismo).

El cultivo de estados de absorción es más relevante en el budismo Theravada/primigenio basado en el Canon Pali y también en el Hinduismo, bajo nombres totalmente diferentes, eso sí.

Introspección/Prajna/Vipassana/Kensho

Introsprección es la práctica formal de mindfulness que pretende la obtención de entendimiento no conceptual (por ejemplo la ausencia de yo o skandhas vacíos) en base a la observación silenciosa de contenidos cambiantes de la consciencia (por ejemplo la respiración).

Prajna es el resultado gnérico de estas prácticas, y es equivalente a conocimiento/sabiduría (no conceptual, es decir experimental, empírica, no basada en palabras ni lecturas).

Vipassana es el nombre genérico de las prácticas de introspección budista, aunque se usa sobretodo para señalar las prácticas vipassana Theravada (tan popularizadas por S.N. Goenka)

Kensho (o satori o realización o despertar) es el evento puntual de obtención súbita de conocimiento no conceptual

Aunque las técnicas vipassana están presentes en todas las ramas budistas, el concepto de obtención súbita de sabiduría suele destacarse en la rama Vajra/Mahayana, estando en la base de esa «instantaneidad» la idea Mahayana de que la naturaleza búdica no debe construirse sino que está siempre presente y solo debe reconocerse.

Por tanto kensho o realización sería «reconocimiento» de algo que ya éramos. En algunos textos se usa la palabra «actualizar» con un significado similar, entiendo que se le quiere dar el sentido de «hace efectivo» lo que ya éramos.

La meditación de introspección (formal) no está demasiado presente en el hinduismo pero sí la idea de reflexión en general, sea en formato satsang u otro. Y también está presente en una forma u otra, a veces más formalmente, a veces menos. entre los «nuevos maestros» neo-budistas o neo-hinduistas (entre ellos el popular neo-advaita).

(continua)



La atención (III)

¿Cómo aplica todo esto a la práctica espiritual?

Básicamente aplica porque cualquier práctica no es práctica si no hay atención. Es decir toda práctica espiritual implica tener la atención activada (de ahí la insistencia del maestro zen del prólogo).

La tan nombrada Presencia o el mindfulness, inicialmente no son más que la atención activada durante un largo tiempo, cosa que aunque te sorprenda no hacemos habitualmente nunca. Habitualmente la activamos realmente poco… solo es cuando se te pide estar «mindful» que empiezas a ver lo difícil que es, por falta de entrenamiento.

Pero no es que, como parece decirse desde el otro extremo, cuando no hay atención se te lleven los demonios. Simplemente cuando no hay atención funcionas perfectamente bien en función de tu situación kármica (que no es otra cosa que  los automatismos mentales cicatrizados en Alaya). Si estos son de santidad, te comportas como un santo, si estos son de una persona colérica y reconrosa, te comportas como una persona colérica y rencorosa.

También es probable que se refirieran a la ausencia de atención cuando se criticaba la «práctica» espiritual «pasiva». Cuando las escuelas como la de Lin-Ji criticaban a los sacos de carne pasivos que estaban sentados todo el día en trance o cuando la maestra de Adyashanti le preguntaba si su práctica «estaba viva».

No es que meditar sea problema alguno, ni siquiera para Lin-Ji, pero sin atención solo estás haciendo una especie de siesta aunque estés consciente. Quizá muy agradable pero no sería extraño que jamás notaras ningún cambio permanente ni se manifestará prajna alguno.

Inmerso en una práctica concreta, a lo que se atienda dependerá de cada caso, doctrina, etc… No te confundas, aquí no estoy recomendando ninguna práctica concreta respecto a otra, ni siquiera que sea budista.

Puedes atender a la respiración, a tus pensamientos, puedes mantener una atención  móvil que dejes fluir hacia donde quiera, puede intentar mantener una atención abierta que cubra la mayor parte de tu experiencia consciente, puedes atender para ver los skandas vacíos, o al lugar de donde surgen los pensamientos, puedes atender a sensaciones corporales como la postura o la sensación de ser, puedes atender al contaje de respiraciones, puedes atender a un punto concreto cualquiera del espacio excluyéndolo todo lo demás (concentración), puedes atender a una visualización como se hace en los vehículos tántricos, a un koan, puedes atender sentado o puedes atender caminando o puedes atender en tu día a día, etc…

Las posibilidades son muy, muy amplias y cada una de las atenciones comentadas corresponde a un tipo de meditación o práctica, pero el factor común es la atención. Y esta finalmente deberá tender a cubrir las 24 horas del día, no solo el tiempo de práctica formal.

La atención hará que hayan cambios en la forma en que tu mente funciona como hemos explicado previamente. La ausencia de atención no. La ausencia de atención te condena al ciclo de repetición indefinida de patrones kármicos aflictivos (samsara).

Tampoco estoy diciendo que todas las meditaciones, con atención, sean lo mismo. No lo son. Igual que el cerebro no cambia igual si aprendes a jugar a los bolos o a tocar el violín, cada meditación genera diferentes cambios. Pero me supera por mucho poder describir que cambios generan todas y cada una de las posibilidades de meditación, que finalmente, son casi infinitas.

¿Es posible obtener samadhis sin atención? La respuesta es sí, o al menos algo muy parecido, porque en realidad es terriblemente confuso lo que cada uno considera «samadhi» aparte de un estado poco habitual de consciencia (que no de atención, recordad la diferencia). Pero esos samadhis si son sin atención no provocarán ningún cambio permanente en la forma en que funciona tu mente. Es lo que en inglés llaman estar spaced-out ¿ensoñación? perdido en la nada…

(continua)

 



Awakening and surrender

Anadi comenta a menudo que todo el camino espiritual consiste en su raíz, en solo en dos dimensiones: despertar y entregarse (awakening and surrender). Y así parece…

Por despertar/awakening entendemos los cambios radicales en nuestro entendimiento profundo de la realidad. Su realización está basada en prajna/sabiduría y por tanto la auto-indagación, técnicas vipassyana, mindfulness. Y, en general, la auto-comprensión formal o informal, conceptual y no conceptual, serán los factores desencadenantes. Sin una corriente inquisitiva (no pasiva, sino interesada en comprender conceptual y no conceptualmente) no hay despertar.

Por entregarse (a la realidad)/surrender entendemos tanto el abandono en el día a día como su profundización en meditación sentada, el resultado de la entrega es samadhi. Primero sentado, luego en el día a día. Esa entrega se realiza simplemente residiendo en la esencia y dejando que la realidad siga su curso sin intenciones al respecto (no acción, Wu Wei).

  • Sin despertar, ni entrega (o sin prajna ni samadhi), no hay camino espiritual. Sólo prácticas y buenas intenciones.
  • Solo con Prajna/Despertar obtenemos el individual que ha despertado y entiende su naturaleza pero no depura sus tendencias kármicas aflictivas. Él mismo es el fruto de su sabiduría, entiende lo que es, pero no actúa como lo que es y la profundización de su entendimiento tampoco será posible porque faltarán las herramientas para esa profundización (samadhi). Su entendimiento está siempre disponible pero su cuerpo no actúa en armonía con él y ese entendimiento no se profundiza. Aquí encontraremos a los individuos más afortunados de las doctrinas directas de «no práctica/no samadhi», solo «exposición a La verdad». A este mundo pertenecen los individuales identificados con «el eterno testigo», pues una vez realizada su naturaleza no-conceptual (tal como explica el primer mini-libro), esta verdad provisional no es transcendida dado que la unión con La realidad de ese testigo requiere de la entrega total de su individualidad (ahora ya) no-conceptual…
  • Solo aplicando Samadhi/entrega surge el individual que nunca obtiene un cambio permanente ni profundo, pule y pule su entrega pero nunca logra «romper la barrera» que le separa de lo real. Sin esfuerzo sostenido, no se mantiene cambio alguno. Puede lograr estados de consciencia apasionantes mientras está sentado. O mantener la paz en el día a día mientras mantenga la atención, pero en el fondo de sí mismo, sigue sintiéndose el mismo de siempre y ahí retorna en cuanto se baja la guardia. Su santidad puede aumentar pero su identidad no cambia, pues para entregarse a la esencia, es necesario antes haber realizado la esencia, si no la entrega nunca es efectiva. Aquí encontraremos a los individuos más afortunados de las doctrinas graduales de «no prajna/solo meditación».

Aunque no parece que haya ninguna doctrina que explícitamente niegue la sabiduría, la sabiduría no surge sola, surge como resultado de una mente inquisitiva interesada por comprender(se). Esta mente puede darse individualmente en cualquier doctrina (o fuera de ellas), pero hay formas de encarar ciertas doctrinas que son claramente deficitarias de sabiduría/prajna. A esa tendencia se refería Lin-Ji cuando criticaba los «sacos de arroz sentados, buenos para nada».

Así como el primer déficit es más habitual en el neoadvaitismo y su «oferta comercial» del «todo a cambio de no esfuerzo», del segundo lo suele ser en el budismo, y generalizando, enreligiones en general, dado que el individual asume que no es necesario descubrir ninguna verdad por sí mismo, estas ya fueron descubiertas por los santos/semidioses de su credo, y debe limitarse a seguir instrucciones  o leer los textos sagrados. Esa situación difícilmente lleva a una mente inquisitiva.

Finalmente, no hablamos aquí de cajas estancas, ni de separaciones evidentes, ni de conceptos cuadriculados, ni de ausencia o presencias totales de cualquier cosa, sino de tendencias e inclinaciones fruto de nuestra situación kármica y que además varían en el tiempo. Prajna y samadhi son solo conceptos parcialmente falsos usados a efectos utilitarios de comunicación, ambos se mezclan y se realimentan mutuamente, y en última instancia son falsos por ser simplificaciones de una realidad sin objetos.

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Un día mientras recogían hojas de té, Guishan dijo a Yangshan, «Todo el día he estado oyendo tu voz, pero no he visto tu forma»

Yangshan entonces agitó un arbusto de té

Guishan dijo, «Has logrado la función pero no has realizado la esencia»

Yangshan dijo, «¿Qué dice el maestro?»

Guishan calló.

Yangshan dijo, «El maestro ha realizado la esencia pero no ha logrado su función»

Guishan dijo, «Quedas perdonado de treinta golpes del bastón»

Yangshan dijo, «Si recibo treinta golpes del bastón del maestro, ¿Quién entonces recibirá los treinta golpes de mi parte?»

Guishan dijo, «Te perdono treinta golpes».

     – 溈山靈祐 Guishan Lingyu (771-853)



Las vías directas y la situación kármica (I)

Las vías directa siempre estuvieron reservadas a los individuales con mayor capacidad. Podremos leerlo en Shankara, en Dzogchen y Mahamudra, incluso en el Zen de la edad de oro, el de corazón a corazón, como en Lin Ji… todas esas doctrinas ya hace siglos que han reservado vías directas para esos raros individuales. Por ejemplo, en el caso del zen las herramientas eran las provocaciones paradójicas que con los siglos degeneraron en el sistema-koan.

Y claro, los individuales con mayor capacidad son escasos, por tanto escasos serán los resultados de las vías directas. En realidad es que escasos son los «clientes» potenciales de las vías directas.

Y cada vez más escasos, pues tengo la impresión de que las condiciones kármicas de salida de los individuales cada vez son peores para el Despertar: más conceptos, más estrés,  más sociedad, más interacción, más cháchara, personaje y postureo, más ignorancia, menos silencio, menos paz, menos naturaleza, menos tiempo libre…

En el siglo XXI solo hemos mejorado en el acceso a los textos de los maestros, pero desgraciadamente como no hay manera sencilla de distinguir un texto escrito o comentado por una persona sabia de un texto  escrito o comentado por alguien poco sabio, pues incluso esta ventaja se ha vuelto en contra de la verdad y hoy hay quizá más confusión que nunca. El exceso de información transformado en confusión es quizá uno de los signos de nuestros tiempos.

Pero todas las doctrinas tradicionales también han enseñado en paralelo las adecuadas prácticas por si, como es probable, tú no eres un individual con excepcionalmente buena situación kármica de partida.

Porque sin prácticas preliminares el individual que no tiene esa situación quizá no la va a obtener nunca y probablemente se esté dando cabezazos toda una vida contra un muro que no es capaz de atravesar.

Así, las prácticas preliminares tienen como objetivo (entre otros) construir esa situación kármica adecuada de la que carecemos y que nos permita dar el salto.

Lo que ocurre con las prácticas preliminares, es que siempre parecen innecesarias para el que ya ha superado las condiciones kármicas que pretenden crear. Por eso es posible encontrar gente que aparentemente es sabia y afirma que «tal cosa» no sirve para nada. A él sin duda no le sirven (y quizá no le sirvieron nunca) para nada.

Ejemplo: ¿de que sirven prácticas de pacificación y calma a quién ya vive en paz y calma? De nada, obviamente, pero ¿son útiles para ti? esa es la pregunta relevante.

El sentido común nos dice que podemos ejercitar esas prácticas preliminares y además seguir dentro de una vía directa. Y de hecho así ha sido tradicionalmente la forma de encarar el camino espiritual tradicional (práctica más exposición directa a la verdad).

Es cierto que también se peca del otro extremo: «solo práctica», y también obtendremos habitualmente, pobres resultados. Sería el caso de algunos meditadores solo-zazen o solo-samatha o solo-mindfulness. Esas prácticas «occidentalizadas» desvestidas de todo excepto de la propia práctica, útiles para reducir el estrés diario…

En este caso seguiremos puliendo el espejo (creando una situación kármica favorable) indefinidamente… Eso sí, al menos la paz llega mientras se mantenga el esfuerzo, pero dado que no hay cambios permanentes, habitualmente se entra en una montaña rusa de paz-sufrimiento a veces notablemente marcada…

(continua)



Despertar y depurar (y 2)
08/12/2015, 4:30 pm
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La liberación post-despertar es gradual, consiste en el depurado de Vasanas, cosa que se facilita muchísimo en ese nuevo estado de consciencia, pero aún así debe ser llevado a cabo, y será llevado a cabo si se dan las condiciones adecuadas (pues no hay nadie concreto actuando). En terminología budista sería el poner fin a aferrar/rechazar. En terminología Taoista y Chan es Wu-Wei (no acción o acción no intencional).

La liberación post-despertar es un proceso gradual que consiste en quemar apego tras apego en el fuego de la no-acción o del reposar en tu propia esencia mientras el mundo sigue girando.

Nada concreto (intelectual, conceptual o movido por mi voluntad/pensamientos debe hacerse, no es un proceso de depuración gradual del tipo «voy a dejar de fumar» y alimentado por una supuesta «fuerza de voluntad». Al contrario, es un proceso de no-acción, es un proceso que se desarrolla él solo, simplemente dejando ir toda intención o apego sobre la realidad que nos rodea. Es solo el flujo no-obstruido de la Esencia a través de la vida.

Así como antes del Despertar uno parece vivir siempre «cuesta arriba» es decir, intentando luchar contra todo para conectar con su Ser más profundo, tras el Despertar, nada cambia externamente pero conectar con el Ser es ir «cuesta abajo» y el mundo exterior se vuelve secundario. Lin-Ji habló del «hombre que no tiene nada que hacer» y eso es la persona liberada o en proceso de… Y en ese nada que hacer es donde surge (porque algo habrá que hacer mientras se tenga un cuerpo) la compasión y la profundización de su propia Liberación, para uno mismo, pero sobretodo para el resto de seres sintientes, pues sin depurar tus Vasanas vas a seguir dañando a los que te rodean (como tantos maestrillos de Facebook hacen).

Pero también ocurre, si se dan las condiciones, que el individual que Despierta, se relaje y diciéndose «ya nada puede tocarme» deje sus Vasanas volar libres y que sigan fortaleciéndose. Esa tendencia va a ser muy probable si has despertado convencido de que «no hay nada que hacer», «ya todo es perfecto», «el mundo es un sueño», etc… En esos casos el individual cumplirá, como no puede ser de otra manera con las condiciones que le rodean y no depurará Vasanas.

Hoy día tenemos acceso a los escritos de bastantes personas que han Despertado y es relativamente fácil distinguir, por sus reacciones kármicas (es decir, reacciones emocionales que generan sufrimiento) quienes han continuado con una sadhana correctamente orientada  y quienes no después de Despertar (si es que han Despertado).

Esa es pues básicamente la diferencia entre Despertar y Liberación: la Liberación requiere del depurado de Vasanas, tendencias kármicas o en terminología budista, purificado de Alaya (la consciencia almacén). Despertar es la condición de consciencia que permite que tal cosa ocurra.




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