Filed under: Reflexions | Etiquetas: advaita vedanta, Budismo, Dogen, Dzogchen, Espiritualidad, Hinduismo, Liberación, Mahamudra, Moksha, Ramana Maharsi, Ser, soto, Texto propio, Vajrayana, Zen
Y eso haciendo referencia solo a estadios de madurez.
Si valoramos otros aspectos respecto a las tendencias de cada individual, como por ejemplo la disyuntiva «yo» vs. «no-yo», dado el camino medio budista, el maestro que vea en su discípulo tendencias al nihilismo le hablará de su ser, el maestro que vea en su discípulo tendencias al eternalismo o conceptualidad, le hablará del «no-ser».
Y es perfecto, así debe ser.
Sin embargo al leer, el nihilista solo quiere leer sobre el no-ser y el eternalista sobre el ser, pervirtiendo completamente, dando completamente la vuelta, a lo que el maestro intentaba. Y todo eso por escoger las respuestas que no son para ti… porque al escoger tú, escoges las respuestas que más te encajan y descartas las demás…
Es totalmente humano y comprensible, pero te mantiene dando vueltas en el Samsara.
El maestro va a darte las respuestas que no quieres oir… Es su función, detectar tus desviaciones y corregirlas. Pero tú, dejado a tu criterio pre-existente, vas a elegir las que quieres oir… e ignorar las otras… incluso aunque las leas de su puño y letra… es muy habitual.
Esa es la razón por la que se ha dicho de Ramana, que «no era coherente, que le decía cosas diferentes a cada persona». Y de hecho existen multitud de razones para ello. Es correcto que le diga cosas diferentes a personas diferentes. Reitero, la «queja» parte de un axioma incorrecto y es que todo el mundo debe recibir el mismo consejo en todo momento… Y eso como hemos visto es falso aunque es una idea muy extendida. Es otra prueba más de la progresiva pérdida del camino espiritual en una sociedad, disculpadme, cada vez más desorientada por el exceso de información y más simplista, en plena decadencia mental…
Una prueba de la degeneración del Dharma es ser capaz de ver que en el siglo XI en el Tíbet se escribían tratados Mahamudra de una complejidad y profundidad que hoy día pocos son capaces siquiera de entender, no ya escribir. Pero no es una carencia del budismo sino de la sociedad en general, ocurre exactamente igual con el Advaita Vedanta, la complejidad, detalle y riqueza de los textos de Shankara (siglo IX) está a años-luz de los modernos maestros neoadvaitas. Y el Dzogchen ya ha iniciado su declive de hiper-simplificación hacia el neo-dzogchen, lo vamos a ver en los próximos años, como siempre ha empezado por USA… pero no se va a detener; y el Zen Soto no anda muy boyante, con la auto-complacencia en la ausencia de resultados del «nada que liberar» y «ya somos Buddhas«.
Las vías directas (Advaita, Dzogchen y el Zen de Dogen) tienen un gran potencial de degeneración, pues parecen ofrecer todo por nada, y finalmente, por ser los vehículos más sutiles, más elevados, si no se tienen las condiciones kármicas adecuadas suelen dar como fruto nada a cambio de nada.
Pero claro, hoy día ¿quién va a renunciar a los vehículos más elevados por otros menos directos y humildes? ¿acaso no estamos todos seguros de que somos seres excepcionales? 🙂
Volviendo al tema, quizá la doctrina que más trabajó está diferenciación de diferentes prácticas según los tipos de personas fue el budismo Vajrayana, con multitud de prácticas intentando adaptarse a todos los tipos de personas, por ejemplo distingue tres subcategorias de individuales: los seres ordinarios, los que se adelantan continuamente y saltan fases no consolidadas, y los extraordinarios de tipo instantáneo.
El error en la aplicación de las vías directas, es que solo son aplicables a individuales instantáneos o notablemente excepcionales, y de esos hay pocos. El éxito de uno, atrae a miles que probablemente no lo son.
El individual exitoso tampoco entiende la situación y, ascendido a maestro (cuando no lo es, pues un maestro no es alguien que ha despertado, sino alguien que sabe hacerte crecer espiritualmente), informa a todo el mundo de que no deben hacer nada concreto… y nada concreto cambia en los otros miles.
Por citar alguna cosa más, en Mahamudra podrás ver que se distinguen hasta doce estadios (4 yogas con 3 subdivisiones) muy concretos de evolución y aunque las prácticas no cambian radicalmente en cada estadio, sí que hay cambios, y es relevante conocerlos.
Y creo que ya se ha agotado lo que quería comentar al respecto.
Filed under: Reflexions | Etiquetas: Budismo, Espiritualidad, Hinduismo, Liberación, Moksha, Ramana Maharsi, Texto propio, Vajrayana
Ampliado a partir de un mail privado, hablando del hecho de que a veces se criticaba a Ramana Maharshi por dar respuestas diferentes a personas diferentes. En el mensaje anterior a este se decía que Ramana siempre dijo que cada respuesta era válida solo para la persona a la que se la hacía, y no para otros. Ese es el contexto de este mensaje. El receptor comentó que igual pudiera ser de interés para otros:
===
Existe una creencia muy extendida de que la liberación consiste en «encontrar el truco» (o el maestro que sabe el truco) persistir en él y ya.
Nunca se expresa así pero está detrás de toda esa búsqueda espiritual probando y descartando… que tantos hacen. Y también está detrás de tanta discusión inútil sobre doctrinas, «la verdad» y «lo falso», discusiones estériles que parten de la idea de que hay solo «un truco» y que por tanto la base del camino espiritual es encontrarlo, discusiones que suelen ser más duras y radicales cuanto menos experiencia real tienen quienes debaten.
La cuestión es que, en mi opinión hay dos errores en ese razonamiento:
- El primero es creer que «hay un truco». No lo hay. Hay multitud de prácticas correctas, pero todas requieren de perseverancia y partir de las condiciones kármicas correctas o bien trabajar para tenerlas, cosa esta última que no hace casi nadie en el mundo occidental (por ejemplo llevar una vida calmada, humilde y sin ambiciones). Y sobretodo está la dimensión de prajna (sabidruía conceptual y especialmente no-conceptual) donde ningún truco te va a servir más que tu propia investigación sobre ti mismo y como te auto-engañas. La filosofía del «truco» suele estar bastante asociada a individuales que basan en exceso su senda en la idea de estados alterados de consciencia y samadhis. Para más detalles también hay este texto del blog.
- El segundo es creer que una vez encuentro lo que funciona hay que persistir en ello sin cambio alguno durante toda tu vida. Y tampoco es así. La auto-indagación será abandonada tras el Despertar por ejemplo, persistir en la auto-indagación tras el Despertar no es que no sirva, es que va a ser contraproducente, será como ir contra-corriente. Esto es solo un ejemplo, hay más.
Entonces, uno no debe extrapolar la respuesta que da un maestro a alguien concreto y asumirla como propia. No porque el maestro se equivoque o no, sino porque no era para ti. Es como estar aprendiendo a patinar, y tener problemas de equilibrio pero tomar los consejos del monitor que da a otro para poder coger más velocidad… No tiene sentido…
Hay al menos tres estadios (algunas doctrinas concretan mucho más) en los que se pueden dar respuestas muy diferentes al practicante:
- Cuando el individual no tiene las condiciones kármicas posibles para auto-indagar de forma efectiva, en ese caso por ejemplo Ramana no se cortaba y les recomendaba mantras, rezos, ofrendas… otra opción más occidental consiste en sugerir acciones «en lo relativo» (vida, trabajo, carácter, relajación, incluso psicoterapia, etc…). Este punto corresponde al primer «camino» o estadio del budismo tibetano, el de la acumulación (de condiciones kármicas favorables).
- Cuando el individual está en Camino, con firmes raices kármicas ancladas en él, pero no ha Despertado, se debe recomendar alternar prácticas de samadhi con sabiduría, indagación, investigación, etc… En esta fase el samadhi es un entrenamiento. Me temo, aunque no lo puedo confirmar ya, que ni tan siquiera es posible hacer shikantaza correctamente antes del Despertar, puesto que no se tiene acceso al «espacio» tras los pensamientos intelectuales de forma efectiva. Lo fundamental en esta fase es armonizar ambas dimensiones, que una no quede relegada respecto a la otra, pero multitud de prácticas son posibles y válidas. Lo fundamental en esta fase es prajna, entendimiento y es justo la que menos se suele trabajar. No en vano en el budismo Tibetano, este es el estadio de la preparación, el segundo estadio tibetano. Y su frontera con el tercero, el estadio del Ver, es justo el Despertar.
- Cuando el individual ha Despertado y no se ha creido un Iluminado, y por tanto prosigue su camino de liberación como humilde Bodhisattva en lugar de seguir en el Samsara como maestro medio-liberado, lo que se recomendaría sería simplemente abandonarlo todo, el samadhi más radical y el abandono total durante las 24h. Cualquier teoría intelectual, estudio o indagación conceptual ya es por pasar el rato… no a efectos de liberación y sobretodo no deberán guiar la práctica pues sería contraproducente. La sutileza de la investigación no conceptual es casi inexpresable en conceptos. No hay teoría. Solo hay práctica no conceptual de la que se puede hablar muy poco. Algo se puede ir comentando pero es todo muy difícil o casi imposible de expresar con palabras.
El individual caminará así los últimos estadios (del cultivo y de no-más-aprendizaje).
He nombrado el modelo tibetano solo a efectos de ejemplo. Otros modelos aplican de similar manera.
(continua)
Filed under: Reflexions | Etiquetas: Auto-realización, Budismo, Despertar, Hinduismo, kensho, Liberación, Mahayana, Moksha, Nirvana, Parinirvana, realizacion, Satori, Texto propio, theravada, Zen
Y aún más, en ese sentido Nirvana, sería también equivalente a la liberación absoluta, la total ecuanimidad
Nirvana o Nibbana proviene del Pali significando «Cesación», «apagado».
Este concepto junto con la idea de Anatman (no-yo) es el que ha llevado a muchos a ver el budismo como alguna especie de nihilismo o forma de «hacer desaparecer» al ser humano de forma casi-literal, cosa que por supuesto es falsa. Por eso se ha insisto tanto contras los estados de «cesación» en meditación, pues durante siglos se persiguieron como algo cercano a la budeidad cuando en realidad no son demasiado diferentes del sueño profundo y aportan casi lo mismo (un texto al respecto).
Así, en este caso debe entenderse «cesación» como cesación de toda pasión o sufrimiento. Y por tanto es equivalente a Liberación.
Por ello, a pesar de que a menudo se había equiparado Nirvana con un lugar (al estilo del cielo cristiano) aunque sea de otro plano o mental, es claro que «Samsara es Nirvana» porque no «se va a ningún sitio» se sigue viviendo la misma vida, que se vive como Nirvana en lugar de como Samsara.
Es decir que Liberación, Nirvana, Moksha e Iluminación serían equivalentes y apuntarían a una situación de ecuanimidad total, de budeidad.
Y ya queda poco 🙂
¿Y qué es Parinirvana?
Aquí hemos tocado hueso 🙂
Formalmente es el estado de los Buddhas tras la muerte de su cuerpo físico.
¿Por qué hemos tocado hueso?
Porque desde el punto de vista de la impermanencia budista y la ausencia de «atman», la reencarnación es solamente la prolongación a otro cuerpo físico del continuum kármico, y un Buddha no tiene karma… es decir no tiene continuum kármico.
Por tanto, como se ha dicho siempre, Buddha rompe con la rueda de las reencarnaciones y no renace.
Pero entonces, tras la muerte del cuerpo físico ¿qué queda y dónde?
Aparentemente nada y en ningún sitio, pero ni idea… Hasta aquí hemos llegado.
Recapitulando:
- Kensho
«Visión» temporal sobre nuestra naturaleza esencial.
- Despertar/Auto-realización/Satori/Bodhi (Mahayana)
Reconocimiento permanente de nuestra naturaleza esencial.
- Liberación/Nirvana/Moksha/»Iluminación»/Bodhi (Theravada)
Completa budeidad, liberación total.
- Parinirvana
¿?
Filed under: Reflexions | Etiquetas: Auto-realización, Budismo, Despertar, Hinduismo, kensho, Liberación, Mahayana, Moksha, Nirvana, Parinirvana, realizacion, Satori, Texto propio, theravada, Zen
A veces se habla de Auto-realización, palabra traducida del inglés self-realization. Aunque una traducción con más sentido sería «Realización de uno mismo» (self), puesto que no hay nada que ocurra auto(máticamente) sino que lo que se realiza es nuestra identidad. En ese sentido auto-realización sería también equivalente a Despertar y Satori.
Bodhi es un término Pali que significa también literalmente «Despertar». Así que para no liarnos, propongo considerarlo exactamente igual que «Despertar» y por tanto igual que Satori y que auto-realización
Un «pequeño» problema que aporta esta propuesta es que el concepto de Bodhi en budismo Theravada (que es una doctrina netamente gradual) es clave y se equipara a Liberación, dado que, precisamente por ser una doctrina gradual, no hay «esencia que descubrir o entender» que es justo lo que se propone en el Despertar o Satori Mahayana.
Por tanto sería comprensible que un budista Theravada no compartiera esta propuesta.
Y eso nos lleva quizá al concepto más elástico de toda la lista: Iluminación.
Palabra que por cierto, es 100% cosecha occidental, no hay ningún concepto tradicional budista que pueda traducirse como tal cosa literalmente…
Una tentación sería simplemente descartarla, no usarla, pero dado que se usa bastante, la propuesta es entenderla como ese estado último de budeidad.
De esa manera para un budista Theravada el concepto de Bodhi y de Iluminación coinciden y apuntan directamente a la budeidad.
Pero en el caso Mahayana hay diferencias…
Si hemos visto que Kensho es un «flash» de nuestra Esencia que más tarde se pierde.
Que Despertar/Auto-realización/Satori/Bodhi es el conocimiento permanente de esa Esencia.
Iluminación podría ser un estadio maduro de depurado post-Despertar. Esto puede sorprender «¿hay algo que hacer tras el Despertar?»
Esto se ha intentado explicar en el blog a menudo, este texto es uno de ellos: «Despertar y depurar»
Si Iluminación es ese estado último o suficientemente maduro como para considerar que es la budeidad, pasamos a asociarlo con un concepto que creo que es mucho más claro al respecto: Liberación.
Liberación sería el estadio maduro post-Despertar en que hay liberación total del sufrimiento, deseo y de los vaivenes de la realidad. Ecuanimidad total. Y en ese sentido es budeidad y por tanto lo equiparamos a Iluminación, pero creo que es bastante más claro y definido llamarlo Liberación.
Y aunque el concepto no es budista, sino hinduista, Moksha significa literalmente lo mismo: Liberación.
Filed under: Reflexions | Etiquetas: Auto-realización, Budismo, Despertar, Hinduismo, kensho, Liberación, Mahayana, Moksha, Nirvana, Parinirvana, realizacion, Satori, Texto propio, theravada, Zen
De nuevo esto es más una propuesta de acuerdo para entendernos que afirmación alguna, nada autoritativo.
Kensho (見性) es un concepto zen que significa literalmente : ver (見), naturaleza/esencia (性)
Si leisteis el texto «Gradual, súbito, directo e instantáneo» ya podreis deducir que esta terminología solamente puede corresponder a una doctrina súbita o directa, y no a una gradual, puesto que ese «ver» asume que «descubrimos» nuestra naturaleza ya existente, pero no la «construimos» (como sí ocurre en el caso de una doctrina gradual).
Lo que es relevante de Kensho es que es el evento que te permite «ver» tu naturaleza pero no implica necesariamente continuidad de ese «ver», es decir, suele darse el nombre de Kensho a un fenómeno puntual de descubrimiento de tu esencia que luego se esfuma, se pierde…
En ese sentido el concepto de Kensho sería: evento en el que ocurre una visión/revelación no permanente de tu verdadera esencia.
Satori, del japonés 悟り, literalmente significa «comprensión, entendimiento». Aunque a menudo esta palabra se equipara con Kensho, también a menudo se considera que Satori aún siendo un evento puntual de entendimiento, al ser tal cosa (sabiduría) sus efectos permanecen indefinidamente.
A menudo se dice en este blog que el Despertar es un evento basdo en prajna (sabidudría/entendimienito) y por eso se dice que una vez comprendido no puede perderse y que se entiende que «siempre ha sido así». Así pues Satori sería «entender» definitivamente cual es tu naturaleza, tu identidad y que ha sido siempre así. Y dado que es conocimiento (y no un estado), no puede perderse.
En ese sentido, entiendo que Satori y Despertar serían equivalentes.
Es decir que Despertar sería el mismo concepto: «entender» definitivamente cual es tu naturaleza, tu identidad y que ha sido siempre así.
Para más detalles, todo el mini-libro I está dedicado a este tema.
Aún nos quedan unos cuantos conceptos… seguimos… 🙂
Vamos a por Realización que es quizá el más genérico de todos.
Por Realización, en el contexto del misticismo, entendemos la compresión no-conceptual, sin palabras de un aspecto de la realidad.
Así el Satori o Despertar sería una Realización, en concreto la realización de tu identidad. Porque es eso lo que comprendes súbitamente y de forma no-conceptual.
Pero pueden haber otras Realizaciones, como por ejemplo la Realización de la no diferenciación perceptiva entre sujeto y objeto (no-dualidad o un-sabor) y que suele ser posterior al Despertar.
Realización al final es cualquiera de esos eventos de tipo «¡eureka!», en los que de pronto entendemos algo que habíamos tenido ante las narices y súbitamente aparece, como una idea genial de pronto surge en la mente sin saber de donde viene (lo no-nacido). Si lo que surge de lo no-nacido es expresable en palabras, lo podremos comunicar, pero si es no-conceptual no podremos hacerlo adecuadamente.
(continua)