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Mahamati dijo: el Bendito ha mencionado que se obtiene la budeidad cumpliendo con las seis Paramitas. Te suplico que nos diga cuáles son las Paramitas y cómo deberían ser realizadas.
El Bendito contestó: las Paramitas son ideales de perfección espiritual que deben ser la guía de los Bodhisattvas a lo largo del sendero para adquirir conciencia. Son seis, pero deben considerarse en tres modos distintos según el progreso del Bodhisattva a lo largo de las etapas. Primero hay que tenerlas por ideales para el diario vivir, luego, como ideales para la vida mental, finalmente, como ideales para la vida espiritual y de unión.
En el diario vivir, donde nos apegamos tenazmente a las nociones de un alma-yo, a sus intereses y a las discriminaciones del dualismo, deberíamos apreciar, aunque sea sólo para beneficios mundanos, los ideales de generosidad, honestidad, paciencia, celo, concentración y sabiduría. La práctica de estas virtudes, incluso en la vida cotidiana, fructificará en la felicidad y el éxito.
En el mundo mental de los discípulos y de los maestros serios y sinceros, la práctica de las Paramitas será fuente aun mayor de júbilo, de emancipación, iluminación y paz mental, pues las Paramitas están cimentadas en el recto saber y conducen a los pensamientos del Nirvana, aun cuando el Nirvana de sus pensamientos era para ellos mismos. En el mundo mental las Paramitas son más ideales y misericordiosas, ya la caridad no puede expresarse en regalos impersonales, sino que se manifestará con dones más costosos de simpatía y comprensión. La honestidad necesitará algo más que el conformarse externo a los cinco preceptos, porque, a la luz de las Paramitas ellos deben practicar la humildad, la simplicidad, la continencia y la generosidad. La paciencia requerirá algo más que la simple tolerancia para las circunstancias externas y las índoles ajenas; ahora pedirá paciencia con uno mismo. El celo ahora evocará algo más que la destreza y la ostentación externa de la seriedad; evocará más auto-control en la tarea de seguir el Noble Sendero y en manifestar el Dharma en la propia vida. La concentración se trasformará en atención donde los significados discriminados, las deducciones lógicas y las racionalizaciones abrirán el paso a las intuiciones del significado y del espíritu. La Paramita de la Sabiduría (Prajna) ya no se interesará en la sabiduría pragmática ni en la erudición, sino que se revelará en su verdadera perfección de la Verdad omniabarcante que es Amor.
El tercer aspecto de las Paramitas, visto en la perfección ideal de los Tathagatas, es totalmente comprensible sólo por los Bodhisattva-Mahasattvas quienes se han consagrado devotamente a la disciplina espiritual más elevada, entendiendo, completamente, que en el mundo no hay nada que ver, excepto eso que proviene de la mente misma. En las mentes de estos Bodhisattva-Mahasattvas la discriminación de las dualidades ha cesado junto al apego y a la identificación. Por lo tanto, exentos de todo vínculo con los objetos y las ideas individuales, sus mentes están libres de considerar los modos para beneficiar y dar felicidad a los demás, incluso a todos los seres vivos. Para el Bodhisattva-Mahasattva, el ideal de caridad se muestra en su entrega a la esperanza del Tathagata de que todos puedan gozar el Nirvana unidos. Los Tathagatas, aun cuando tienen relación con un mundo objetivo, en su mente no surge la discriminación entre el interés personal y el interés ajeno, entre el bien y el mal, sólo hay la espontaneidad y la realización natural de la perfecta conducta. La Paramita de la Paciencia de los Tathagatas es practicar la paciencia con conocimiento pleno de esto y de aquello, del apego y del apegarse, pero sin pensamiento discriminatorio ni de identificación. La Paramita del Celo del Tathagata es ejercitarse con energía desde el comienzo de la noche hasta el final, siguiendo las medidas disciplinarias, sin distinguir entre lo cómodo y lo incómodo. La Paramita de la Atención es no discriminar, en los pensamientos del Nirvana, entre sí mismo y los demás, sino mantener la mente fija en el Nirvana. En lo referente a Prajna-Paramita, que es la Noble Sabiduría, ¿quién puede decir? Cuando en Samadhi, la mente cesa de discriminar y sólo hay una no-imagen perfecta llena de amor, entonces, ocurrirá un “cambio radical” en la conciencia más íntima, que facilita estar consciente de la Sabiduría Noble, ésta es la Prajna-Paramita más elevada.
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Mahamati le preguntó al Bendito, te suplico que nos hables de ¿cuál es el fruto procedente del estar consciente de la Sabiduría Noble?
El Bendito replicó. Primero: surgirá una visión clara y penetrante en el significado de la cosas, sucesivamente, se desplegará un discernimiento profundo en el sentido de los ideales espirituales (paramitas), por eso el Bodhisattva podrá penetrar más profundamente en la morada de la no-imagen, experimentando el samadhi superior y pasando, gradualmente, por las etapas más elevadas del Bodhisattvado.
Después de haber experimentado el “cambio radical” en el asiento más profundo de la conciencia, los Bodhisattvas experimentarán otros Samadhis, hasta llegar al más elevado: el Vajravimbopama, que pertenece a los Tathagatas y a sus trasformaciones. Podrán entrar en el reino de la consciencia que trasciende la consciencia del sistema-mente e incluso la del Tathagatado. Desarrollarán todos los poderes, las facultades psíquicas, el domino de sí mismos, la compasión bondadosa, la habilidad en los medios y la destreza de penetrar en las tierras de los Budhas.
Antes de haber tomado conciencia plena de la Sabiduría Noble, fueron influenciados por los intereses personales del egoísmo, sin embargo, después de esta toma de conciencia, descubrirán que reaccionarán espontáneamente a los impulsos de un gran corazón compasivo, estarán dotados de medios hábiles e ilimitados, sincera y totalmente devotos a la emancipación de todos los seres.
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Comentario de nuevo comparable párrafo a párrafo:
Entonces, ¿cómo desaperece el apego al yo y a lo externo? ¿súbita o gradualmente?
Existen tres movimientos mentales a considerar, aquellos que implican acción externa debido al apego al yo, aquellos debidos al apego a objetos externos, y un tercero que no implica acción externa alguna y que surge del estar consciente de la Sabiduría Noble (es decir, de entender que no hay objetos, ni yo).
Gradualmente se purifican lo movimientos mentales que implican acción externa al respecto del apego a los objetos externos. Por tanto implican dedicación y perseverancia.
También gradualmente se purifican lo movimientos mentales que implican acción externa al respecto del apego al yo. Por tanto implican también dedicación, paciencia y perseverancia.
Pero los movimientos mentales internos de la Sabiduría Noble purifican (internamente) de forma súbita y sin gradualidad alguna.
Nota adicional: es por eso que el estado interno de un practicante avanzado puede no tener reflejo en su comportamiento externo, si no aplica la perseverancia indicada anteriormente en la purificación de esos flujos externos
De la misma manera podemos entender que por eso se distinguió Alaya de la sabiduría Noble propiamente. Alaya es lo que debe depurarse de forma gradual y es el desencadenante de los flujos mentales que provocan acciones. Mientras que la sabiduría noble, prajna, entendimiento no-conceptual, ocurre de forma súbita y no implica gradualidad alguna.
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El Bodhisattva, al haber conseguido este estado elevado y dichoso de conciencia, hasta donde los discípulos pueden llegar, no debe abandonarse al goce de su dicha, pues esto implicaría cesación, sino que debería pensar compasivamente en los seres, manteniendo siempre vivas sus promesas originales; por lo tanto, no debería descansar en la dicha de los Samadhis, ni esforzarse por alcanzarla .
Sin embargo, Mahamati, mientras que los discípulos serios y sinceros siguen tratando de adelantar en el sendero que conduce a la plena toma de conciencia, hay un peligro contra el cual deben estar alerta. Los discípulos pueden no apreciar que el sistema-mente, a causa de su energía-hábito acumulada, sigue funcionando, más o menos inconscientemente, durante toda su vida.
A veces es posible que piensen que pueden acelerar el alcance de su meta de la tranquilidad suprimiendo, enteramente, las actividades del sistema-mente. Este es un error porque: aun cuando las actividades de la mente se supriman, ésta seguirá funcionando por permanecer, en ella, las semillas de la energía-hábito. Lo que para ellos es la extinción de la mente, es, en realidad, el no-funcionamiento del mundo mental externo al cual ya no están apegados. Por lo tanto, si hay que conseguir la tranquilidad, ésta se obtiene eliminando las discriminaciones y los apegos y no suprimiendo toda la actividad mental.
Comentario:
Existe un momento en que el aspirante alcanza situaciones de gran dicha y placer, en este punto muchos aspirantes se detienen y gozan de ello indefinidamente.
Pero si el aspirante continua su senda, la budeidad aparecerá.
¿Por qué no debe abandonarse uno al gozo eterno y seguir adelante? Porque como dice el segundo párrafo, la parte reactiva del sistema-mente, sigue funcionando con sus patrones aflictivos adquiridos que no han sido depuradas, de tal manera que tal aspirante seguirá siendo una fuente de sufrimiento para quienes le rodean. Su logro será meramente personal, para sí mismo y en forma de gozo. Esto es Hinayana (un vehículo individual).
El gozo puede suprimir el surgimiento del intelecto (tercer párrafo), incluso de la inteligencia. Detener la mente y con ello la renuncia al mundo exterior (cesación).
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Entonces, Mahamati le dijo al Bendito, te imploro para que nos hables más sobre qué es lo que constituye el estar consciente.
El Bendito contestó: en la vida de cada discípulo serio y dedicado hay que distinguir dos situaciones: el estado de apego al propio «yo» que nace por discriminar entre sí mismo y el campo de consciencia con el cual está relacionado; el segundo, es el excelente y excelso estado en que se está consciente de la Sabiduría Noble.
El estado de apego a las discriminaciones de la existencia de las cosas, de las ideas y del ser, es acompañado por las emociones de placer o aversión, según la experiencia o su presentación. El discípulo serio y dedicado, al conformarse con el hecho de que las cosas no tienen existencia inherente y al detener los puntos de vista erróneos sobre su yo, debería abandonar estos pensamientos, aplicándose firmemente al viaje en continuo ascenso de las etapas (del Bodhisattva).
El estado excelso de consciencia plena, en lo referente a un discípulo serio y dedicado, es un estado de concentración mental en el cual él trata de identificarse con la Sabiduría Noble. En ese esfuerzo, él debe tratar de aniquilar todo pensamiento vagante, noción perteneciente a la exterioridad de las cosas y todas las ideas de individualidad y generalidad, de sufrimiento e impermanencia, cultivando, entonces, las ideas más nobles de no-yo, de vacuidad y de no-imagen, así él podrá estar consciente de la verdad exenta de pasión y siempre serena.
Cuando este esfuerzo activo de concentración mental sea exitoso, le seguirá un estado más pasivo y receptivo de Samadhi, en el cual el discípulo serio y sincero entrará en la morada dichosa de la Sabiduría Noble, experimentando su culminación en las trasformaciones de Samapatti. Esta es la primera experiencia del elevado estado de conciencia de un discípulo serio y sincero, quien, todavía, no se ha liberado de la energía-hábito.
Comentario (el comentario corresponde párrafo a párrafo con el texto original):
¿Qué es realmente estar consciente?
En realidad desde este punto de vista, solo hay dos estados, aquel en que nos identificamos con lo fenoménico y aquel otro en que somos conscientes de que es solo mente.
El primero genera apego y aversión. Este estado debe ser abandonado por el discípulo.
El segundo, es un estado de atención y presencia en el cual se es consciente de la Sabiduría Noble, para ello no hace falta hacer nada especial. Mientras estás leyendo esto ya lo eres (consciente de la sabiduría noble), no hace falta más que mantener en el día a día esa consciencia como ahora de lo que es la Sabiduría noble, cual es su verdad. No hace falta más, ni repetirlo, ni expresarlo internamente de forma alguna, simplemente como AHORA MISMO mientras lees esto, ser consciente y ser consciente de la Sabiduría Noble. En ese esfuerzo (pues es una posición consciente que se pierde y por tanto debe mantenerse de forma no-automática hasta que sea permanente) se debe abandonar el apego a los pensamientos errantes, estar convencido de la ausencia de ser o entidad del «yo» y los objetos, de la vacuidad y del estado mental sin imágenes mentales de tipo alguno.
El frtuo maduro de este estado es samadhi, momento en que la posición mental expresada pasa a ser natural y no requiere esfuerzo. Esa será la primera experiencia trascendente del discípulo que todavía no es un Arya, todavía no ha verificado completamente la Sabiduría Noble y que marca su entrada en el camino del Ver