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Ir en tren puede ser gozoso, ¿por qué? ¿es por su comodidad? ¿por el suave traqueteo que es casi un masaje?
¿O quizá es porque te relajas sabiendo que todo se está haciendo sin tu esfuerzo?
Nada que hacer hasta que llegue a destino, me llevan…
Nada que hacer y todo se hace.
¿O quizá es porque no es posible parar?
¡Qué bello ver pasar el paisaje aún sabiendo que nada puede tocarse!
Nada puede aferrarse, todo puede sentirse.
¿O quizá es porque no hay control pero hay confianza?
Nada está en mis manos y confío en el maquinista para llegar a destino cómodamente.
Nada está en mis manos, me entrego a la realidad… y me relajo.
Si todo esto es así, entonces ya estás liberado. Observa ese sentimiento de gozosa paz y liberación.
Si todo esto es así, durante el viaje en tren ya eres un jnani. Disfrútalo.
Ahora baja a la estación y sigue viajando…
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Incluso entre meditadores avanzados es habitual la polémica del «no pensar».
Pareciera como si algo se resistiese fuertemente a aceptar que «eso» de nuestra cabeza es mero lenguaje sin demasiada influencia sobre la acción y por tanto bastante prescindible. Casi (o sin el casi) un simple malfuncionamiento mental (casi neurosis).
La realidad es que la mayor parte del tiempo, lo que pensamos no tiene relación alguna con la acción que desarrollamos. Un ejemplo aplastante es el conducir. Casi nadie piensa en nada relacionado con el conducir mientras va al trabajo, piensa en lo que le espera ese día o en cualquier fantasía pesonal.
Así pues, ¿qué utilidad para la conducción tenía el pensamiento consciente en esa situación? Ninguna. ¿qué perderíamos en su ausencia? ¿si no estuviera? Nada, conduciríamos exactamente igual (seguramente mejor, pues la atención no estaría en el pensamiento sino en la conducción).
Es una falsedad habitual asociar estas acciones sin pensamiento consciente relacionado a «procesos mentales inferiores» o automatismos. Es decir, se dice «lo que pasa es que esto lo tengo automatizado por eso puedo conducir y pensar en otra cosa».
Pero eso es evidentemente falso.
Puedes conducir así (y de hecho lo haces cada día) en un entorno tremendamente complejo, cosa que hoy dia no sabe hacer ni el robot más sofisticado (google está en ello invirtiendo billones). Puedes hacerlo sin dedicar ni un pensamiento consciente al más complejo de los tráficos. Ahí no hay nada automatizado excepto en las agrupaciones de movimientos de «como se cambia de marcha» y poco más.
Es paradójico que digamos que eso es «un automatismo» y cuando un mismo pensamiento reaparece por octava vez en nuestra mente (sin haber sido llamado y a veces contra nuestro deseo) sea «yo» o «mi pensamiento» pero nunca «un automatismo»… Es una muestra de cuan esclavos somos de la creencia (falsa) de que «somos pensamientos».
Pero es que de hecho haces casi todo en ese estado de «sujeto despistado», no solo conducir, lo que pasa es que no reparas en ello… solo tras entrenar tu mindfulness diario (fuera del cojín) empiezas a darte cuenta. Y ese «ver» es parte del «ver» que es necesario para «ver». 🙂
Verás que ocurre lo mismo cocinando, en el gimnasio, paseando, etc…
Ocurre casi siempre menos cuando hablas o escuchas (o escribes o lees).
Curioso ¿no? si afirmamos que solo podemos pensar «en otra cosa» cuando la tarea está automatizada me temo que vas a llegar a la conclusión de que casi toda tu vida está automatizada (que no deja de ser una conclusión bastante interesante).
Pensar es, de hecho, un fenómeno que ocurre espontáneamente. Hay muchos tipos diferentes de pensamientos que responden a diferentes tipos de estímulos; pero todos ocurren mecánicamente. La dificultad o confusión surge a causa del ego. El ego es un tipo de «meta-pensamiento» que abarca todos los otros pensamientos. Este «yo-pensamiento» le da la sensación de que usted está pensando sus pensamientos cuando, de hecho, no es así. El ego es en sí mismo un pensamiento. Así el pensamiento es lo que está pensando. Por esto es por lo que Maharaj dice: «no piense en nada». La intención no es tratar de dejar de pensar, lo cual es imposible, sino romper la identificación con los pensamientos; esto es, separarse de los pensamientos. Usted es la Realidad sin pensamientos, a la cual Maharaj aquí llama «no-mente».
-Sri Ranjit Maharaj
Mi hipótesis, es que el “miedo” aparece cuando estos procesos (atención, percepción, memoria, alerta) confluyen en la consciencia. Esto solo puede pasar en un cerebro que tiene los recursos cognitivos que le permiten pensar en “yo mismo” o lo que Endel Tuvling ha llamado ” conciencia autonoética”.
[…]
Resumiendo: no existe un centro del miedo; el miedo es, en mi opinión, mejor entendido como el resultado de experiencias cognitivas conscientes, relacionadas con situaciones de peligro, pero no debería ser confundido con los procesos no conscientes que detectan y controlan las respuestas a amenazas.
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Pero se han construido prejuicios contra las sadhanas cosa que mantiene a muchos individuales dando cabezazos contra el muro de la «realización directa», muro que quizá algunos no podrán atravesar nunca (otros sí).
Porque una creencia implícita en ciertas formas de encarar las vías directas es que «todos somos iguales ante el Despertar» y desgraciadamente no es así. Y al creer eso, no se tienen en cuenta las situaciones kármicas de cada individual. No todos somos iguales ante el Despertar porque no vivimos las mismas condiciones.
Y esto no debe convertirse en una cuestión de más o menos ego, pues nadie, nadie despierta por méritos propios, dado que tal cosa como «un mérito propio» no existe. Cualquier mérito que veas en ti, si lo investigas, verás que te viene regalado por la vida. Ningún mérito es tuyo. Simplemente las circunstancias en cada individual son diferentes.
De la frase de Ortega y Gasset: «Yo soy yo y mis circunstancias», sobran los yoes, «Eres tus circunstancias», y lo que no son las circunstancias es tu esencia pero no es un objeto y no pertenece a la dimensión fenoménica. Todo lo fenoménico que puedas ser, son circunstancias (es decir situación kármica).
Lo que ocurre a X puede muy bien no ocurrirte jamás a ti. Porque no vive igual un pastor del Pirineo soltero, que un trader de la bolsa con familia numerosa metido en política…
Huineng despertó ante la primera exposición a la verdad que tuvo (un sutra). Este ya sabemos seguro que no va a ser nuestro caso si ya hemos estado sometidos a esa exposición y no hemos despertado. Entonces ¿cómo seguimos?
Otra creencia extendida es aquella de la que ya hemos hablado tanto de que «la práctica refuerza el sujeto». Lo cual es obviamente falso. De hecho hay prácticas extremadamente eficientes debilitando el sujeto, relacionadas con la no-intencionalidad y lo serán aún más tras despertar, o quedaremos en aguas estancadas…
También ocurre a veces que un individual no ha sido capaz de encontrar la adecuada actitud de perseverancia-calmada en su meditación y eso le ha agotado, y llevado a creer que «la práctica me estresa». Lo cual en su caso es cierto, desgraciadamente… en este caso había exceso de interés por los resultados.
En otro orden de cosas, el entender el «nada que hacer» (que es una instrucción tremendamente fácil de malinterpretar) como «voy a seguir haciendo lo mismo de siempre, voy a seguir con mi vida de estrés y apegos» es un gran inhibidor para el cambio de tu situación kármica.
Los automatismos y tendencias kármicas oscurecedoras son fuertes tras décadas de auto-ignorancia… De una manera u otra van a tener que cambiar si quieres liberarte, y no parece que se vayan a ir solas… Al contrario, incluso como buscador espiritual pueden seguir creciendo, y lo hacen…
Muchos grandes maestros clásicos cambiaron notablemente su vida… Algunos incluso lo abandonaron todo (que no es sadhana pero es otra forma de intentar cambiar tu situación kármica radicalmente).
«Hacer nada» no es posible. Durante el día vas a pensar y hacer mil cosas, sí o sí. Cuales sean y con que actitud mental las hagas marcarán la diferencia.
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Acabamos esta serie de textos (Despertar y Depurar) con este texto del maestro ch’an/zen Guishan, fundador de la primera de las cinco casas del ch’an/zen de la edad de oro:
Hubo un monje que preguntó al maestro Guishan:
– ¿Una persona que ha tenido un despertar súbito todavía necesita continuar cultivándose?
El maestro dijo:
– Si se tiene un verdadero despertar y logra lo fundamental, entonces en ese momento esa persona reconoce por sí misma que cultivarse y no-cultivarse solo son opuestos dualistas. Como ahora, a pesar de que la inspiración inicial depende de las condiciones, si en un solo pensamiento uno despierta a su propia realidad, todavía hay ciertas tendencias habituales que se han acumulado durante innumerables kalpas que no pueden ser purificadas en un instante. Esa persona debe ciertamente ser enseñada como gradualmente eliminar las tendencias kármicas y los hábitos mentales: esto es cultivarse. No hay otra forma de cultivarse que deba ser enseñada a esa persona.
There was a monk who asked the Master [i.e.. Guishan], “Does a person who has had sudden awakening still need to continue with cultivation?” The Master said, “If one has true awakening and attains to the fundamental, then at that time that person knows for himself that cultivation and non cultivation are just dualistic opposites. Like now, though the initial inspiration is dependent on conditions, if within a single thought one awakens to one’s own reality,there are still certain habitual tendencies that have accumulated over numberless kalpas which cannot be purified in a single instant. That person should certainly be taught how to gradually remove the karmic tendencies and mental habits: this is cultivation. There is no other method of cultivation that needs to be taught to that person.”