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Estaban sentados en el parque, Gandhi vigilaba atento, el torrente estático de flores caidas.
Sonriendo, como siempre, preguntó:
- Entonces, ¿el mundo está dentro de la mente o la mente dentro del mundo?
- El mundo está dentro de La Mente y la mente está dentro de El Mundo
- ¿Cómo es posible que la mente esté dentro y fuera del mundo a la vez
- Porque realmente son dos mentes distintas.
- Uhm, aún aceptando eso ¿cómo es posible que el mundo esté dentro y fuera de la mente a la vez?
- ¿No es evidente? Porque son mundos distintos.
- Entonces ¿hay cuatro?
- Bueno, en realidad son tres y si me apuras dos. Aunque finalmente solo hay uno.
- …mejor me acabo el té…
Al beber suavemente su té, cerró los ojos y Gandhi ya no estaba.
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Volvían a estar en la terraza tomando un té y el diálogo fue así:
- Siempre dices que no hay libre albedrío, que todo es condicionado.
- Eso es.
- Pero también nos dices que hemos de crear las condiciones para que se dé la senda espiritual.
- Sí.
- Pero, ¿cómo vamos a hacer tal cosa si no hay libre albedrío, si todo es condicionado?
- En realidad es muy sencillo. Veámoslo con un ejemplo: coge mi taza y bebe de ella.
Lo hizo.
- ¿Eres tú quién ha bebido de la taza?
- Sí, claro ¿quién si no?
- Perfecto. Beber de la taza de otro sin duda no es algo que hagas muy a menudo ¿verdad? Es bastante extraordinario, quizá no lo habías hecho nunca antes.
- Concedido.
- ¿Has bebido de mi taza de forma condicionada o libre?
- No estoy seguro.
- ¿Hubieras bebido de mi taza si yo no te lo hubiera pedido?
- No, claro.
- Ahí lo tienes. Es así de sencillo.
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>A ver si voy bien, la práctica consiste básicamente en girar la atención 180º, en mantenerme en el yo desprovisto de conceptos, y cuando estos aparecen reconocerlos y dejarlos ir o preguntarme a quien le le ocurre esto y procurar estar vigilante todo el tiempo.
Déjalos ir, ni te preguntes nada. Solo estate ahí. El resto, perfecto.
> ¿La eseidad que naturaleza tiene?
¿Qué quieres decir?
> ¿ es un pensamiento y/o sensación tan sutil que a veces parece vacío?
Es solo esa sutileza, no hay más, no hay nada tras eso, es la sensación de ser una identidad.
Es un proceso mental, claro, solo hay mente, pero no es intelecto, ni tan siquiera inteligencia.
Paradójicamente en el ser humano habitual esa eseidad no está presente la mayor parte del tiempo. Mientras no está presente actúas como en un trance, al volver no te das cuenta de esa ausencia… bueno, con el entrenamiento de la atención se empieza a penetrar esa «ausencia» y te acabas dando cuenta de que «no estabas».
La verdadera presencia estabilizada es la unión de esa Yo-idad y la atención pura de forma permanente y estable.
Y sí, en muchos textos budistas llaman vacuidad, a esto, nuestra esencia vacua, porque realmente es solo esencia de ser, no está teñida por nada más. O mejor dicho, será pura cuando no esté teñida de nada más.
El mindfulness tradicional se queda corto en el sentido que solo contempla la atención. Por eso no es lo mismo atención o mindfulness que presencia.
Esa Yoidad se debe convertir en un espacio en el que puedes reposar. En ese espacio nos ponemos más allá del pensamiento intelectual, por ejemplo…
Cuando ese espacio no ha sido determinado y aún no te has familiarizado con él, no puedes colocarte más allá del intelecto.
El Kensho definitivo es cuando ocurra que realmente pases a ser ese espacio, ya no es un objeto para la atención, sino que siempre seas consciente de ser ese espacio.
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Un diálogo en privado que quizá puede ser útil:
> No me queda muy claro que lugar ocupa en todo esto la idea del «yo» , ¿ todos los pensamientos están «contaminados» por la misma o es algo aparte?
Existen al menos dos cosas que se suelen confundir con «yo», igual es afinar mucho pero bueno… yo te respondo siempre hasta donde sé…
La primera es una teoría de la mente, es algo conceptual, es aquello que no tienen seguramente los animales, y es toda la construcción conceptual que hay alrededor de nuestra idea de que somos un «yo», con control, decisor, etc.. esto es básicamente conceptual, sin conceptualidad no es posible tal cosa. Esta creencia está fuertemente arraigada por debajo de lo conceptual pero básicamente es creada por el intelecto y lo conceptual. Igual que creer en Dios es algo creado por el intelecto pero al final todo eso cala a capas más profundas.
Y luego hay algo más sutil, que podríamos llamar identidad y que yo supongo que poseen todos los animales superiores o más desarrollados y que es eso que hace que no seamos esquizofrénicos, es decir, que aunque los procesos corporales y mentales sean legión y realmente cada vez decide uno, haya una sensación identitaria, de que todo esto es un «ser» único.
>¿Esa identidad es el famoso » Yo Soy» en el que debemos asentarnos para así llegar a comprender que somos?
¿Esa identidad es eso que está ahí siempre?, me explico: cuando pienso por ejemplo todo lo que me ha pasado estos dos últimos años, hay una sensación (por llamarla de alguna manera) de «yo» que subyace a los acontecimientos, como un reconocedor en cierta manera pasivo… ¿ es eso?
Muy bien. Ese es el verdadero «yosoy»
No sabes la de gente que todavía no ha entendido eso…
>La identidad sería como un cuerpo desnudo y el pensamiento conceptual auto referencial como los diferentes trajes? ¿de ahí la dificultad para percibirlo, confundimos el vestido con el ser?
Sí, podría expresarse así, está muy bien. Más adelante cuando trabajemos ya solo sobre el «cuerpo desnudo» ya concretaremos más.
> es muy fácil perderlo si no hay cierta pacificación.
Si puedes mantenerlo en meditación, trabaja eso. Simplemente-ser es básicamente eso, la presencia es básicamente eso: La unión de la atención pura y ese proceso identitario que si quieres podemos llamar «eseidad» o «yosoy» o lo que quieras.
(continua)
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Sí, es difícil de explicar ya sabes, pero cuento que compartimos muchas experiencias, así quizá sea más fácil. Lo que quiero decir es que cuando el pensamiento grueso (el consciente y conceptual) va reduciendo su presencia, pero mantenemos la observación interior, entonces poco a poco vamos alcanzando a percibir procesos mentales más sutiles, del tipo «intenciones» o incluso «aquel que aferra», cuando se pueden ver esos procesos con claridad, sin esfuerzo alguno en cierta manera pierden toda su capacidad de moverte.
Por ejemplo el paso del observador centralizado a la observación sin centro ocurrió en una sentada justo cuando la consciencia fue capaz de percibir su aparición y desaparación y entender que es lo que hacía ese proceso. Eso lo vuelve casi totalmente inofensivo, inoperante excepto cuando no hay atención. [Y con el tiempo ya ni eso]
Llegados a este punto, lo que ocurrió es que esa consciencia se orientó hacia el interior, hacia el sentir, hacia la sensación de Ser. Podría decirse que fue un proceso natural, puesto que hasta aquí la dirección del proceso la guiaba la detección de «dukkha» y su origen [para erradicarla], pero ahora no, o no tanto…
Ese cambio del observar, incluso transparente, al ser, sentir… se ve como natural, necesario y trascendental. El «sentir» carece de cierta dualidad que el observar siempre tiene. Ese «ser» en esta vida, es una forma de mindfulness (o samadhi) diferente, no solo menos dual, sino más profunda. Se abre una paz aún mayor, una presencia más profunda y un entendimiento más completo de las dinámicas que nos mueven.
Es como si el camino a nuestro interior, hacía nuestra esencia tuviera estaciones y estas fueran el pensamiento grueso, la percepción exterior, otros procesos mentales más sutiles, los sentimientos y sensaciones y finalmente solo la sensación de ser. En cada paso se trasciende una y se incorpora a la consciencia (o atención sería más correcto). Todo se va incluyendo en la atención hasta que esta abarca todo (a la vez) pero esa atención ya es atención-ser… sin dualidad evidente.
Existe un sutil desplazamiento de la sensación de donde estás, que ya no eres dentro de tu cabeza, sino más centrado, quizá en el pecho pero nada definido, la cabeza pierde peso, encaras el mundo de forma abierta y sin miedo desde tu centro, que lo abarca todo. Y durante el dia a dia, realmente el mindfulness es una especia de conexión gozosa con tu esencia. Mientras se mantenga esa conexión «estás presente», pero en realidad deberíamos decir «presencia-ser», es algo difícil de explicar, es algo más que consciencia habitual. Y uno empieza a sentir aquello de Nisa[rgadatta] de «más allá de la consciencia», se empieza a sentir que realmente estás yéndote allí, más allá de la consciencia, que estás anclado fuera, como si un hilo te anclara a otra realidad no manifestada, y ese hilo está siempre tirando de ti hacia lo no manifestado mientras la atención-ser se auto-reconoce. Y cuando no, la realidad manifestada tira hacia el otro lado, pero el hilo siempre está ahí, aunque realmente parece más un vórtice que quiere engullirte y llevarte a lo que desde aquí, sí, realmente parece el nirvana… pero todavía no me dejo engullir del todo…