Filed under: Uncategorized
Todo lo visto, todas esas carencias y variabilidades, aplican solo parcialmente a tu propia argumentación interna. Algunas aplican solamente cuando queremos comunicar algo mediante símbolos a otros.
De las tres vistas: Discriminantes, Variables de persona a persona y Vacuos en su definición, la primera aplica también al 100% cuando uno se habla a sí mismo (siguen siendo discriminantes de forma arbitraria), pero la segunda solamente a veces (pues a veces uso el símbolo con diferentes significados sin darme cuenta en mis propios argumentos pero no siempre) y la tercera no aplicaría mucho a menos que nos quisiéramos definir cosas a nosotros mismos puesto que dado que ya sabemos lo que significan no necesitamos definirlos internamente.
Pero ¿por qué iba yo a pensar (simbólicamente) para mi mismo? ¿tiene eso sentido?
Pues podría no tener sentido, pero el caso es que lo hacemos y es lo que casi todos llamamos pensar a secas (intelecto). De hecho lo hacemos a todas horas.
Digo que podría no tener sentido porque no parece necesario, pero ¿se puede pensar simbólicamente sin símbolos?
La respuesta es que aparentemente no, porque en realidad ese penar es «manipulación simbólica» y para poder manipularlos has de tener acceso a ellos.
Es decir para hacer 231*22=¿? solo tienes dos opciones, o te sabes el resultado de memoria o has de operar símbolos, sea en un papel o sea en tu consciencia.
Aunque no sea evidente (o sí, depende de cada cual) el lenguaje o la lógica funcionan igual.
Así que es totalmente sensato que oigamos o veamos nuestros símbolos internos mientras los manipulamos. De hecho visto así parece inevitable. Así pues la consciencia puede verse como la pizarra o la libreta que usamos para la manipulación simbólica.
Lo que sí podría pasar es que pensáramos simbólicamente con símbolos pero sin «ver» esos símbolos conscientemente. No puedo asegurar que ese también pase pero podría ser. Pero en ese caso, «aquello» que los manipula también quedaría fuera de nuestra vista, también sería inconsciente, sería pensamiento simbólico inconsciente (para nosotros).
Eso no parece pasar porque precisamente en espiritualidad sabemos bien por experiencia propia que cuando «paramos» el río de tratamiento simbólico consciente, la naturaleza se nos muestra muy poco discriminada.
Aunque sin duda existen capas discriminantes que en cierta manera siguen sutilmente etiquetando los objetos vistos (por ejemplo). En la mente casi nada es blanco o negro, pero gran parte de la discriminación queda en suspenso pues esos símbolos (objetos sutilmente discriminados) apenas son tratados.
Lo que es seguro es que durante nuestro día a día nos pasamos casi todo él, inicialmente, en una cadena sin fin de tratamiento simbólico que es consciente (lo vemos) y es fenómeno perceptible (sean palabras internas, imágenes, etc…). Es decir que sí, hacemos un montón de tratamiento simbólico para nosotros mismos, de hecho la mayoría del que hacemos es de mi para mi y sin apenas control o sensatez.
Podríamos decir que uno de los problemas relevantes de fragmentación mental que arrastramos es precisamente que hay un descontrol relevante del proceso de tratamiento simbólico que no para apenas nunca.
Pero ¿por qué?
El tratamiento simbólico es nuestra principal herramienta de predicción. No sé si se pueden hacer predicciones complejas sin tratamiento simbólico, yo creo que no. En todo caso si se pudiera me parece que serán previsiones mucho más rudimentarias (más del estilo de las acciones condicionadas que vemos en los animales).
Si te fijas, al pensar casi siempre estarás tratando temas futuros (o queriendo aprender o arreglar algo del pasado). Y como decía Jose en el blog hace poco, la mente es básicamente un instrumento de predicción. Por tanto tiene todo el sentido del mundo que nuestra DMN sea un sistema de predicción. Y este es simbólico porque es la forma que conocemos para predecir. Y al ser simbólico es perceptible en la consciencia.
Seguimos
Deja un comentario so far
Deja un comentario