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Hablemos para empezar de inconsciencia.
Nuestra situación de partida es que pasamos, si no todo, casi todo nuestro tiempo en esta mente. Incluso durante los sueños…
Esta mente tiene diversas características, vamos a repasarlas.
Como hemos comentado anteriormente otro buen nombre para describir esta mente sería «absorta», pues eso es lo que la define.
El nivel de absorción (o atención, si quieres) de esta mente en los contenidos mentales, pensamientos y ensoñaciones, es tal que realmente no hay casi nada más en ella.
Es una mente básicamente reactiva y sin apenas sensación de autoría. La autoría siempre la imputamos después. Cuando no estás mindful, crees funcionar exactamente igual que cuando lo estás, pero no es cierto. Lo que ocurre es que esa mente, no siendo efectivamente auto-reflexiva, tiene muy limitada cualquier percepción sobre sí misma.
Por ejemplo como cuando conduces al trabajo sin darte ni cuenta de los movimientos de tu cuerpo (volante, cambio, acelerador, espejos, freno, radio, coches, etc…) porque estás absorto en los pensamientos planificando el día. Y sin embargo luego no dudas que conducias “tú” (sea lo que sea que eso signifique). Pero mientrsa conducias, si estabas pensando en la compra de mañana, es obvio que no eras «tú» el que conducías. No al menos el pensador… el pensador no conducía… estaba absorto.
Con los años se me ha hecho tremendamente curioso que «la sensación de ser» o «de autoría» o «de identidad» se afirme en algunas doctrinas como algún tipo de «ultimismo» o «eternalismo».Y se me hace curioso porque de hecho esa sensación no está ahí la mayor parte del tiempo, no está en la mente inconsciente. De hecho convertir esa sensación de existir en permanente es un indicador de ser espiritual altamente evolucionado porque será un mindfulness permanente. Luego no es solamente que no sea eterna, es que no es ni contínua…
Lo que ocurre es que cuando estamos en esa mente inconsciente tampoco sabemos eso. Somos capaces de saber tan poco, que no sabemos ni si estamos o no, si nos sentimos presentes o ausentes. Estamos en un «cine» absortos en la película y no reparamos en nada más, estamos en nuestro epqueño y temporal matrix de pensamientos y ensoñaciones, mientras «algo» conduce por nosotroso (por el pensador).
Solo tras cierta evolución espiritual uno empieza a ser capaz de «recordar-sentir» que mientras estuvo en ella, no había apenas sensación de identidad o autoría.
En ella somos robots funcionando. Y nuestro programa, el programa que nos mueve se llama…
¿te animas a acertarlo?
Se llama Alaya.
¿Qué más no hay en la mente inconsciente?
En la mente inconsciente no hay aprendizaje o en todo caso el que hay es bastante rudimentario. Entendido aprendizaje como la capacidad de cambiar nuestros patrones de reacción habituales
En la mente inconsciente damos un paso atrás en cuanto a capacidad de la inteligencia, sin duda. No es que falte totalmente, pues para ser funcionalmente reactivos también debemos tomar decisiones, pero en cuanto queramos aprender o hacer algo mínimamente complejo o nuevo, revertiremos a la mente consciente o mindful un ratito.
De hecho, eso es «atender para aprender». Es sabido que si no atendemos no aprendemos. Ese estar atento para aprender es la mente mindful.
La inteligencia atenta nos permite modificar Alaya. Podríamos incluso decir que aprender es solo eso: modificar Alaya. Y probablmente esa es inicialmente la razón por la que existe la mente consciente o mindful: Es el mode de aprendizaje de nuestra mente.
Y que por cierto, es una cosa muy diferente a aprender datos, cosa que a veces se confunde con la inteligencia. Eso es más bien adquirir cultura o información pero no inteligencia.
Entonces, si la mente inconsciente es la atención absorta en unos contenidos que a menudo son meras fantasías, mientras como robots funcionamos siguiendo el programa dictado por Alaya y sin acceso apenas a la inteligencia. Y la inteligencia es quién puede modificar Alaya…
Entonces, repito, no es tan difícil ver porque es el estado samsarico por excelencia. Un ciclo sin salida. Un correr como hamster en la rueda… sin posibilidad de cambio.
La idea de que estamos atrapados en un ciclo de sufrimiento del que no hay salida mientras nos perdemos en ensoñaciones aplica totalmente.
La mente inconsciente o reactiva es el samsara más puro. Es la mente samsárica por antonomasia. Cada vez que te has prometido de forma importante no hacer algo, y de repente te descubres haciéndolo (por ejemplo no gritar a tu hijo) no dudes que lo has hecho tras caer en la mente reactiva y «olvidarte».
Seguimos
1 comentario so far
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muy ilustrativa la explicación. Gracias!
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Comentario por Jose 31/07/2021 @ 9:27 am