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2. La siguiente vuelta de tuerca. Usar el disfrute para debilitar el apego. Visión tántrica.
Aquí entramos en el terreno del tantrismo, de lo yóguico y por tanto, sin duda polémico con una visión Theravada o más tradicional de lo que debe ser la espiritualidad o la pureza.
El tantrismo, probablemente de origen no-budista indio, trabaja con las energías corporales, que al final podemos ver casi como emociones muy básicas (que no sentimientos): placer, gozo, amor, etc…
Una de las bases del tantrismo es aún más radical al respecto de la relación disfrute-apego.
Pretende responder a la idea de «Si puedes tener disfrute siempre y a todas horas, ¿te apegarías a ello? ¿no te acabarías cansando de tanto y lo ignorarías?». Si ese disfrute es muy intenso ¿no dejarías estar los otros, mundanos, pues este produce mayor satisfacción? ¿Buscaré el bienestar si nunca me falta? ¿Puedo generar deseo si nunca busco? ¿Si no hay deseo? ¿habrá sufrimiento?
Imaginemos alguien pobre, sin techo, su deseo es tener uno y lucha por ello, con todas las decepciones y visicitudes que implica, en su caso el deseo le hace sufrir siguiendo la cadena de 12 eslabones que todos conocemos. El techo es su objeto de deseo y le hace sufrir.
Bien ¿y a ti? ¿te hace sufrir perder el techo en el que vives? No lo parece ¿no? ¿por qué? Si el objeto del deseo fuera el problema, es básicamente el mismo. Si disfrutas de ese techo más que él, pues lo tienes cada día y él no, si el disfrute fuera un problema, ¿no deberías sufrir más que él?
La respuesta que os surgirá y es cierta es que «yo no deseo tener un techo porque ya lo tengo». Y es cierto, no lo deseas.
Pero ¿por qué? ¿Acaso no lo disfrutas? ¿no lo «quieres»? (aunque ya lo tengas) ¿lo regalarías para irte a dormir a la calle? (¡no!!!)
Lo que ocurre es que no hay una huella sobre eso en tu Alaya, tan sencillo como eso, y no la hay porque asumes «que lo vas a tener siempre», lo das por hecho, está implícito y nunca has sufrido por ello. Y eso hace que no sea un apego. Igual que no sufrimos por el miedo a quedarnos sin oxígeno. Eso no ocurre (en personas normales), pero no es porque no lo tengamos, no es porque no lo disrutemos, no es porque no lo queramos, incluso en este caso, no es porque no lo necesitemos, es porque lo tenemos, precisamente porque lo tenemos. Siempre.
Solo cuando veas algún riesgo en perderlo, empezarás a sufrir. Se creará esa huella. Si nos dicen en los diarios que el oxígeno se reduce muy deprisa, empezarás a preocuparte. Mucho.
Bien, hemos llegado a una conclusión interesante: «puedo disfrutar de todo lo que acontece, siempre que no genere apego, y no genero apego si lo tengo por seguro, si no hay riesgo de perder el objeto de disfrute».
La primera parte es común con todo el Mahayana : «puedo disfrutar de todo lo que acontece, siempre que no genere apego»
Lo segundo es como el tantrismo realiza de forma efectiva esa cuestión: «no genero apego si lo tengo por seguro, si no hay riesgo de perder el disfrute»
Así pues, ¿qué ocurriría si pudiera generarme todas las emociones positivas que yo quiera, y cuando yo quiera? (esto está mal dicho, es más bien generarlas casi de forma inevitable).
El tantrismo responde a esa pregunta diciendo: no tendrías apego. Y por tanto no habría dukkha.
Así que se dirige por ese camino, el resto son las técnicas para poner a prueba esa teoría. Así el hombre más feliz del mundo realizaba un ejercicio casi-tántrico (o tántrico directamente) cuando dió esos resultados.
Aquí la duda es ¿es eso posible? ¿puede mantenerse una continuidad de bienestar tal, digna de un buddha, que te permita, coherentemente no tener apegos y por tanto ser casi o sin el casi un Arahant Theravada o un Buddha?
No sé la respuesta. Para el tantrismo es que sí, y de hecho Tantra se dice que, en Tíbet, significa: continuidad.
8 comentarios so far
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Nunca he acabado de entender el Tantrismo. Está claro que el sufrimiento lo da el apego y no el disfrute. La base psicológica es aplastantemente lógica, no puede haber apego en lo que ya tienes y no hay riesgo de pérdida. Sin embargo, parece ignorar que la vida no funciona así. El disfrute siempre es impermanente si no eres un buda. Todo, incluso el techo o la vida, se puede perder (o lo perderemos seguro). Desde esa perspectiva, el Tantrismo parece una especie de autoengaño a no ser que se trate de un “que me quiten lo bailao”.
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Comentario por Xylocopa 16/04/2021 @ 12:37 amBueno, por decirlo de alguna manera su camino se basa en la idea de que puedes generar ese disfrute de forma suficientemente estable para ser, efectivamente un buddha.
Igual que no hace falta mindfulness todos los minutos, seguramente no hace falta gozo absolutamente permanente, solo suficientemente permanente.
¿Eso es viable? No lo sé.
Invierten los términos, en otros caminos el gozo permanente ocurre por ser Buddha, ellos practican el gozo permanente para ser buddha. También se visualizan como buddhas, etc… la teoría tras esto es que si reproduces como se siente un buddha, serás un buddha.
La realidad es que el gozo te lleva a un estado de no-deseo, por tanto muy cercano a la budeidad. En ese sentido es similar a un vehículo directo, te lleva allí directamente. Eso no es falso.
Pero ¿podrás estabilizarlo permanentemente de forma natural? ¿o es una práctica contínua y para siempre?
¿Es budeidad o es «la pastilllita del buddha» que te lleva allí pero siempre dependiendo de esa droga for-ever.?
Esa es la duda (la mía).
También me gusta recordar siempre, que hasta en el Tíbet, Mahamudra y Dzogchen se consideran superiores al tántrismo. El tántrismo pues, aunque también se usa para complementar los vehículos anteriores, es reconocidamente inferior. Cosa que en occidente parece que no ha calado mucho.
Es decir. si puedes avanzar con Mahamudra o Atiyoga, ni te plantees el tántrismo más que como complemento.
Dicho esto, hay detalles curiosos. Gampopa dice literalmente que Milarepa, el grande, solo meditaba en «calor» (Tummo), que es una meditación tántrica. Y dice que «solamente» usaba esa. Es muy claro al respecto.
También da que pensar.
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Comentario por 道 貓的僕人 16/04/2021 @ 7:50 am«Pero ¿podrás estabilizarlo permanentemente de forma natural? ¿o es una práctica contínua y para siempre?»
Es eso, si necesitas aquello que te hace disfrutar para ser un buda ¿que pasa cuando aquello desaparece? ¿Para que ser budista si la vida no genera sufrimiento? El budismo surge porque la vida no es así, porque todo es compuesto e impermanente. Porque hay sufrimiento.
El Tantrismo lo asocio, tal vez equivocadamente, con los epicúreos. Y que conste que ser epicúreo tampoco está nada mal.
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Comentario por Xylocopa 16/04/2021 @ 4:33 pmHay similitudes pero también hay diferencias.
Hay una diferencia que aplica a casi toda la filosofía griega vs. la asiática: la ausencia de métodos.
No es que no los hubiera en absoluto pero comparado con budismo o hinduismo son muy primitivos.
En Asia te proponen un camino casi pautado para llegar del punto cero a la idea base, en este caso la budeidad. Hay abudancia de métodos. En Grecia normalmente no es tan claro o no los hay en absoluto. Son más teóricos.
Lo otro que es diferente, en este caso de los epicúreos respecto al tantrismo es que el primero entendía la felicidad como el destino, para el tantrismo la felicidad es el camino, el destino es la budeidad. La felicidad en el tantrismo es método. No buscan la felicidad, sino que usan la felicidad para llegar a la budeidad.
De hecho el budismo, también el tantrico, diría que el epicureismo se confunde pues la felicidad constante es imposible como bien dices. Luego su objetivo es inalcanzable.
Pero en tantrismo solo pretenden usar ese método un tiempo, lo que tarden en ser Buddhas. Por eso la clave es si ese método te lleva a la budeidad o solo te mantiene eternamente a las puertas.
Un abrazote
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Comentario por 道 貓的僕人 17/04/2021 @ 6:47 amComo siempre, muy interesante.
Gracias y un abrazo.
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Comentario por Xylocopa 17/04/2021 @ 8:11 am❤
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Comentario por 道 貓的僕人 17/04/2021 @ 8:13 amNo hay filosofía más mal interpretada que el Epicureismo, gracias sobre todo al cristianismo.
En primer lugar, al ser una filosofía etiquetada como hedonista, inmediatamente nos viene a la mente la búsqueda del placer como método para acceder a la felicidad. El placer del que hablaba Epicuro era más bien la «ausencia de sufrimiento» y su forma de vida se parecería más a una estricta austeridad que a la bacanal y al desenfreno con el que se le asoció malintencionadamente.
Por ejemplo, los epicúreos comían frugalmente, eran de gustos sencillos, fomentaban la amistad, accedían a las enseñanzas tanto esclavos como mujeres (algo insólito en la época) y vivían tratando de pasar desapercibidos alejados de la política y los placeres mundanos.
En segundo lugar, no se buscaba la felicidad como meta. Se buscaba la «ataraxia» (búsqueda común de la filosofía helenística: estoicos, escépticos, cínicos….), cuya traducción podría ser «ecuanimidad», imperturbabilidad de animo antes los avatares e impermanencia de la existencia (algo que nos suena en este blog)
Podría estar de acuerdo en la ausencia de método, pero hay que tener en cuenta que parece ser que Epicuro escribió una cantidad ingente de textos de los cuales sólo se conservan algunas cartas…y poco más (gracias al «rigor» cristiano).
Abrazote para todos
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Comentario por Diego 17/04/2021 @ 10:35 amMuy interesante las aportaciones y comentarios. Me ha encantado el post porque como poco, pone cierta atención en lo que uno al final siente tras lograr algo, cuando quizá podamos elicitar ser en nosotros mismos eso y necesitar menos. Con eso ya me resulta muy revelador. Gracias…
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Comentario por Jose 17/04/2021 @ 8:16 am