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Aquí hay que decir que el budismo tibetano ha sido bastante auto-honestos. No ha dado categoría de valor absoluto a estos medios, sino que los ha dejado en el nivel de las «herramientas» (además opcionales) para la evolución.
También hay upayas no reconocidos como upayas en todas las doctrinas, sino que a veces se consideran parte imprescindible, necesaria y que apunta de forma directa a alguna verdad absoluta. Esto puede no ser siempre cierto. O incluso peor, pensar que solo hay una manera de ser budista y es usando esos upayas.
Un ejemplo de upayas no reconocidos como tales, podrían ser los koans zen.
No es demasiado importante realizar o no porque un perro no tiene naturaleza búdica. Si es que tal cosa se realiza.
Pero se vio que insistiendo en ese tipo de ejercicio, ciertas verdades no-conceptuales que sí son relevantes, eran reveladas (a veces) a través de estos diálogos. El curriculum Rinzai de docenas de koans (se dice que hay 1.700 nada menos) que hay que pasar es un medio muy interesante y sobretodo muy original, para reconocer ciertas cuestiones no conceptuales, por tanto se puede ver como una ayuda para la adquisición de prajna.
Los koans son útiles. Y son medios. Pero no son parte imprescindible del sendero budista, porque el prajna puede adquirirse por otros medios o sin medios, incluso algunas escuelas zen prescinden de ellos casi completamente (por ejemplo Soto) y aparentemente les va también bastante bien. Son opcionales, son indirectos, son un medio, son upaya.
Incluso la famosa y repetida no-dualidad mental puede verse como un gran upaya Mahayana, tal como pretendimos explicar en este texto.
Si el yoga del sueño puede verse claramente como upaya, dado lo indirectamente que ayuda en el progreso budista, quizá la no-dualidad realizada se vea como parte integral del mismo para los budistas Mahayana, pero no hay que olvidar que no es así en todo budismo. No es así en Theravada. Luego puede ser upaya o no, pero desde luego no es algo «imprescindible» para la budeidad.
Pero dado que es un medio indirecto, también puedes desviarte y acabar en otro lugar, por ejemplo es un paradigma onírico en el que no has deshecho el sujeto convencional en absoluto pero éste cree vivir en un sueño perpetuo, y eso no es budismo. Es decir, te quedas en el yoga del sueño, o en el tantrismo o en otras técnicas anclado de forma duradera porque no las ves como una herramienta. Sino como un objetivo en sí mismo.
Eso mismo puede ocurrir con la propia meditación, de hecho es bastante habitual.
Incluso hacer mindfulness continuado de la idea de «todo es mente» o de sunyata, es un upaya. Eso no es mentira, pero realizarlo es una forma indirecta de acercarte de la budeidad. Que no tiene nada que ver con que «todo sea mente» o con que todo este vacío, sino con la liberación del sufrimiento. Otra cosa es que se use esa «mente» para obtener esa liberación o que el hecho que todo esté vacío ayude a eliminar toda forma de apego.
Por otro lado también se pueden usar upayas que parte de premisas falsas o al menos no son una verdad absoluta. Son medias verdades.
¿Sorprendido? Pues sí, eso pasa.
Por ejemplo, cuando inicialmente decimos «no soy mis pensamientos», en realidad eso es falso, pero es útil para progresar. De hecho da como resultado una realización «falsa», la yosoydad (Iamness). Un estadio intermedio todavía preñado de error, lleno de atman. Eso sí, te has desligado de la personalidad convencional.
Y que ese estado sea todavía falso, no significa que no sea útil o conveniente, incluso a veces es paso casi obligado (está en discusión si es siempre obligado).
Ciertamente no son grandes mentiras, de hecho son medio verdades: claro que los pensamientos no son tú, pero si no hay tú, esa frase no tiene sentido alguno. Aún así puede ayudar a medio camino de ciertas doctrinas (a mi me ayudó).
Eso sí, por ser medio-verdad, es un upaya que refuerza la idea del sujeto sin pensamientos o conceptos que es justo lo que se realiza a continuación. Suena razonable ¿no?
De nuevo, quedarse ahí, a medio camino, no resultara en liberación, porque hemos ido hasta esa estación intermedia para seguir, no para quedarnos. Era un upaya.
En todo caso, no hay duda que las fronteras entre lo que es upaya y no, van a ser difusas y sujetas a opinión. Como todo concepto, el de upaya, es elástico, opinable.
Eso en sí, no es problema grave porque lo categorices de una manera u otra, su bondad o virtud como «medio útil» será la misma o parecida, lo que puede cambiar es como juzgas sus resultados. Por ejemplo hay personas que realizan la yosoydad y creen ser Buddhas. Es una creencia algo inocente, pues todavía se sufre, y es obvio, pero pasa. Ahí sí hay un error. Pero quizá no es tanto por creer que el medio útil es el destino (que también), sino por falta de auto-realismo o a veces incluso de fe («esto es todo…»)
Así pues, es cierto que saber distinguir entre medios útiles y Verdad, nos ayudará a no enquistarnos en ciertas prácticas o situaciones intermedias.
Por ejemplo es típico aferrarse al gozo, el gozo es upaya, nos ayuda a realizar la vacuidad. Nos ayuda en el camino pero no veréis en el sendero octuple o en las cuatro nobles verdades descrito ese gozo. Si el gozo fuera imprescindible sería parte del sendero óctuple.
Es upaya o bien simplemente un efecto secundario agradable. Luego no debemos apegarnos a ello demasiado. Ni creer que, por mucho que gocemos, eso es budeidad o ésta va a llegar por ese camino.
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