El blog de 道


El ahora (II)
17/10/2020, 7:07 am
Filed under: Uncategorized

¿Qué has hecho de forma intuitiva? aunque no te hayan explicado qué es eso de «residir en el ahora»…

Pues seguramente, en primer lugar se activará tu mente mindful si no lo estaba ya, aunque al principio quizá no te resultará evidente que eso ha ocurrido si todavía no has afinado la detección interna de la diferencia entre ambas situaciones (mente mindful vs. reactiva). Se activará puesto que se te ha puesto «un reto nuevo» delante y la mente reactiva no es suficiente.

Esa mente buscará «el ahora» para dar respuesta a la petición de residir en él, y ese «ahora» concluiremos que es, lógicamente toda esta experiencia que nos rodea ahora mismo, así que llevaremos la atención seguramente al campo visual o si hemos cerrado los ojos quizá al auditivo, incluso quizá (aunque menos gente) lo lleve al cuerpo, pues aunque el cuerpo está en el ahora, aún lo vemos como «interno» y por tanto quizá no tan ahora como el resto.

También es posible que intentemos atender a toda la experiencia completa, como con una atención desfocalizada.

Iremos a una u otra opción por costumbre, inclinación o por nuestras creencias sobre lo que es eso del «ahora». Pero todas estas respuestas (acciones y posiciones mentales) son realmente correctas.

Si todas lo son, encontraremos la respuesta a «¿qué es residir en el ahora?» en lo que tienen todas ellas en común.

Y lo que tienen todas ellas en común son dos cosas: la activación de la mente mindful (o del mindfulness si quieres) y la exclusión del intelecto o pensamiento o en general todo proceso cognitivo, de nuestro foco de atención.

Es decir, como siempre, atención y no dirigida al proceso intelectual.

Además esa doble combinación, en toda situación pre-despertar, llevará a que el propio intelecto calle. El efecto, por tanto, es el mismo o similar al del mindfulness tradicional.

Así pues la atención al «ahora» curiosamente o no, es simplemente la atención a cualquier qualia de nuestra experiencia fenoménica actual basada en los sentidos (en este caso los cinco clásicos y dejamos fuera el sexto budista, el pensamiento).

Y eso deja fuera toda experiencia fenoménica mental: intelecto (el sexto pasajero) y también otros surgimientos de qualia no intelectual pero de origen mental, como el day-dreaming visual.

Todo ello existe solamente en el ahora, solamente podemos «irnos» mentalmente (ahora) a otro tiempo con nuestros pensamientos sobre futuro y pasado, surjan estos en forma de intelecto (lenguaje) o de imágenes (raramente de otra manera).

Dado que de ninguna otra manera podemos eludir el ahora, como podéis ver, en realidad no lo eludimos, sin embargo la instrucción se entiende y se lleva a la práctica de forma correcta casi siempre y por parte de todo el mundo. Esa es su grandeza.

A menudo nos lamentamos de lo difícil que es transmitir cualquier instrucción de compostura mental, ¿cómo explico a alguien una actitud meditativa? Es muy difícil.

En todas las doctrinas llevan milenios con eso, se han vertido ríos de tinta y los practicantes a menudo se siguen sintiendo perdidos (también a menudo por leer demasiado, que es el otro problema). Así que, no es nada baladí que esta instrucción tan sencilla se adapte tan bien al practicante. Continuamente se han buscado las palabras más adecuadas para transmitir composturas mentales, y no es fácil.

Es parte de la genialidad de un maestro, es su legado, realmente.

Su realización es irrelevante, es para él y ya está. El maestro es maestro (y no alguien realizado a secas) porque de alguna manera es capaz de transmitir y así, hacer al practicante caminar en la dirección correcta.

Se nos dice que no “estamos en el Ahora” cuando el foco de nuestra atención se va a pensamientos o imágenes (y queda absorta allí) sobre un futuro hipotético o sobre un pasado, siempre basado en una memoria distorsionada. Sobre esas fantasías u otras, pues si sueñas con ser un príncipe mata-dragones, tampoco estás en el presente/ahora.

Pero esos pensamientos y esa atención a ellos y ocurren también Ahora. Por supuesto. Cómo no.

Así que en realidad, esta formulación lo que te está pidiendo es que rompas con el hábito de llevar continuamente tu atención a los surgimentos o elaboraciones mentales, y la devuelvas poco a poco al resto de realidad percibida que te rodea.

Al final es exactamente lo mismo que nos pasad con el dicho y actitud zen del “cuando como, como”.

Por supuesto cuando comes, comes. Siempre. No hace falta entrenar para eso. Lo que se te pide es que la atención no repose sobre el pensamiento discriminativo u otros, sino sobre el acto de comer. Cuando comas, atiende al comer, no al pensamiento. Cuando conduzcas, atiende al conducir, no al pensamiento.

Y si queremos verlo al estilo tibetano podemos recuperar los dos primeros seis consejos de Tilopa.

1 No recuerdes. Deja ir lo que ya pasó.

2 No imagines. Deja venir lo que pueda venir.

Como podéis ver, los dos primeros son consejos sobre no-pasado y no-futuro (más fantasías), luego estáte en el presente.

Cuadra ¿no?

Así pues, residir en el Ahora es una excelente formulación del mindfulness adecuado. Una forma muy adecuada de que el practicante entienda la compostura mental que implica el mindfulness que yo llamo neutro, es decir, aquel inicial en que no hemos añadido ninguna «visión». Que no es poco, pues inicialmente la «visión» es menos relevante, aunque es interesante añadir siempre desde el inicio una «visión» del tipo «Soy mis pensamientos», «¿Quién o qué piensa?», «¿Qué soy yo cuando estoy en este Ahora sin ellos?» u otros similares. Convirtiendo nuestro mindfulness además en una herramienta vipassana real.

Ahora bien, ¿es algo más?

Seguimos


11 comentarios so far
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Cada día entiendo mejor sus escritos.
Gracias.

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Comentario por felalo

Genial, me alegro. Acabaremos con un texto muy complicado de Dogen, no le des demasiadas vueltas… no es fácil de entender.

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Tienes un don natural para expresar con claridad algo que no es fácil.
Gracias por dejarte “esclavizar” ❤

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Comentario por Diego

❤ 😀

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Recomiendo que aquellos que estén interesados en este tema (creo que casi todos) lean el capítulo Uji (Ser-Tiempo) del Shobogenzo de Dogen y autoindaguen sobre el contenido del mismo. Merece la pena.

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Comentario por Diego

Jaja, me has chafado la tercera parte. El texto se conformará con «el ahora», «el presente» y finalmente este texto que comentas 🙂

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Vaya¡¡¡…Lamento el spoiler…🤐😊

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Comentario por Diego

“Convirtiendo nuestro mindfulness además en una herramienta vipassana real” –> parece como la auténtica semilla que hace que un analgésico sea por fin medicina de verdad.

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Comentario por Jose

Es correcto, es así. 🙂

Y al revés, la falta de efectividad a menudo se debe a ese mindfulness neutro, que nos va muy bien para desestresarnos, pero no es suficiente…

Un abrazo

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Justo ahora hablaba con una persona que me preguntaba si le podía recomendar un centro de meditación o mindfulness porque gritaba mucho a sus hijos cuando no hacen lo que ella quiere o lo que ella espera, y luego se siente muy mal. Se ha quedado en blanco cuando le he dicho que si tiene exigencia y expectativas fijas sobre sus hijos esa emoción de grito seguirá apareciendo por mucho que la regule a ratos… y que el trabajo está en otro lado. Vipassana psicoterápico :).

Gracias!

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Comentario por Jose

Buceando dentro de las maravillosas aguas de este blog, como he dicho en otras ocasiones, se encuentran muchas joyas como este escrito sobre la sensación de serhttps://blogdetao.org/2017/07/07/la-sensacion-de-ser-el-hilo-de-ariadna/ que, como las múltiples caras de un diamante, hablan del AHORA.

Algo que todos podemos vislumbar si indagamos. La perfección de la PRESENCIA, te lleva a la AUSENCIA (paradojas inevitables para “señalar a la Luna”).

Por favor, no os desaniméis si creéis que vuestra práctica no da resultados, no os tensionéis si no se cumplen vuestras expectativas. Es precisamente la tensión y las expectativas las que os alejan. Comparar “lo que es” con lo que creéis que debería ser aleja el Cielo de la Tierra. Separa Samsara del Nirvana. Es simple, pero una mente compleja y agitada no puede entender la magia del instante. Queremos seguir el patrón del sabio/santo imperturbable. Cuando pataleamos nos fustigamos cuando, en realidad, en ese pataleo se podría encuentra el Universo entero actuando, la Iluminación…
El niño patalea y, al instante siguiente, juega…..

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Comentario por Diego




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