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Cómo complemento a las nociones de Tantra, traduzco ahora algunos fragmentos de este texto:
«Los puntos esenciales de [las fases de] creación y completitud que beneficiarán al principiante que ha entrado en la senda» de Jamgön Kongtrul, uno de los grandes maestros del budismo tibetano en el siglo XIX.
El texto a veces es abreviado como simplemente «Creación y completitud». Las dos fases en que se suelen dividir las prácticas tántricas budistas tibetanas.
Respecto a las fases, baste decir ahora que la primera (creación) es preparatoria y basada sobretodo en visualizaciones de deidades y mandalas. Y la segunda (completitud) ofrece prácticas ya relacionadas con todo lo hablado estos días atrás y otras más como el yoga del sueño, del cuerpo ilusorio, etc…
La primera fase sería equivalente al primer yoga Mahamudra, pues se ha escrito que para practicar la segunda «los pensamientos deben ser meditación» que es la forma tibetana en que se dice que éstos hayan sido trascendidos, cosa que en Mahamudra ocurre parcialmente en la completitud del primer yoga (cuando estás mindful) y completamente tras el segundo.
Este texto nos permitirá ver una forma narrativa completamente diferente a la del resto de budismo, pero no más que el zen lo es o lo son otras doctrinas.
Y quizá podréis percibir «lo que es igual», para todas ellas. De hecho se han seleccionado fragmentos, no ya por su descripción tántrica (que está bastante ausente) sino aquellos fragmentos que relacionan y dan un sentido de coherencia entre las doctrinas tántricas y no-tántricas. Es decir, el objeto de esta serie es ver que el tantrismo afirma compartir casi todos los principios y resultados, con las doctrinas no tántricas, aunque pudiera no parecerlo. Cambian los métodos.
Veámoslo.
La única piedra angular de la práctica es la renuncia. (1)
La única puerta de entrada de la práctica es la fe.
El único enfoque de la practica es la compasión.
El tronco central de la práctica es resuelta perseverancia.
La práctica constante es el mindfulness. (2)
La eliminación de los obstáculos para la práctica es confiar en las Tres Joyas.
La potenciación de la práctica es la devoción al gurú.
La práctica inerrable es la instrucción del gurú.
El punto esencial de la práctica es que las Tres Raíces combinadas
y los pacíficos e iracundos mandalas
surjan como la visión del gurú: esto solamente ya es suficiente. (3)
[…]
Escuchar el Dharma engendra contemplación,
y la contemplación da lugar a la experiencia meditativa, ese es el orden.
Así, si se abandona la distracción y uno se aplica continuamente.
Primero la inteligencia que proviene de escuchar
resultará en la comprensión de las características generales de los
fenómenos de la existencia cíclica y su transcendencia. (4)
Así, la contemplación pacificará el apego a la realidad de ilusoria apariencia,
la meditación desarrolla la experiencia directa definitiva de la mente,
y así sucesivamente.
Así, las primeras etapas actúan como causas del surgimiento de las últimas.
Cuando este no es el caso, es como desear resultados sin ninguna causa.
Puedes afirmar que tu acumulación [de méritos], purificación
y práctica son excelentes
lamentando las dificultades de una práctica que es meramente hipotética. (5)
(1) Empezamos fuertes, cuán alejado de la idea occidental tántrica de que el tantrismo es algo así como una forma de disfrutar más del sexo. 🙂
(2) Toda forma de camino espiritual fructífero estará basada en el mindfulness como práctica de fondo. Y hablamos de mindfulness continuado. Siempre. También en tantra.
(3) Descripción breve de la etapa de creación.
(4) La correcta comprensión es imprescindible. Las sendas de solo-meditación no funcionan porque no incluyen ni este punto ni el (2). Son demasiado carenciales. Solo se perfecciona un punto de tres relevantes.
(5) Los métodos clásicos son operativos, no hipotéticos, son pragmáticos, no teóricos. Si no ofrecen frutos en tu caso, plantéate que no estás haciendo de ese método. Qué crees que «no hace falta» y quizá sí la hace.
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