El blog de 道


Un camino espiritual no-dual: el yoga de concentración o mindfulness (II)
28/03/2020, 7:07 am
Filed under: Uncategorized

¿Qué hace que alguien haga click con un mindfulness defectuoso o no muy contínuo, mientras el gran maestro del mindfulness no lo hace?

En mi opinión es la visión clara (vipassana) que nos permite adquirir prajna.

O traducido: que tu visión inquisitiva entienda este proceso y aprenda a situarse «más allá de los pensamientos». Hay algunos artículos sobre el tema en el blog.

Aquí por visión clara no se entiende necesariamente una forma de meditación vipassana concreta y muy pautada (al estilo Goenka), sino el hecho de tener una mente inquisitiva, una mente que quiere entenderse, que quiere aprender sobre el proceso, que está activa aprendiendo de todo lo que ocurre e intentando verificar si es cierto (¡no creyendoselo! ¡sino intentando verificar!) todo eso que dicen los maestros.

En meditación realmente hacemos básicamente lo mismo. Dado que no podemos «solo-ser» pero nuestra meditación es de «solo-ser», nos pasamos la sesión atentos a no perdernos en nuestros pensamientos y cuando eso ocurre, volver amablemente a nuestro estado mindful.

Realmente lo mismo que en el día a día. Pero hay dos diferencias, una facilitadora y otra no.

La facilitadora es que en meditación nadie nos molesta, ni nos interrumpe, ni tenemos miles de entradas sensoriales que nos puedan despistar, por tanto nos es más fácil estar mindful más tiempo.

La no facilitadora es la misma, la deprivación sensorial hace que tengas menos objetos sensoriales que te sirvan de flotador para atender a ellos y no perderte en el intelecto.

En el mindfulness del día a día, puedes ir por la calle sintiendo con fuerza el viento en la cara y feliz de estar mindful en un día tan bello. En meditación, te sientas, cierras los ojos (o no) y comienza el caos… la mente necesita esos flotadores y como no los tiene empieza a volverse intelectualmente muy revoltosa, tiene que entretenerse en algo… y tu atención sin otros flotadores, acaba hundida en esos sueños intelectuales.

Pero no sufras, no te pasa nada especial, nos ha ocurrido así a todos. Mucho practicante tiende a pensar que «esto no se le da bien» cuando pasa por todo esto, pero no es así. Nos pasa igual a todos. Simplemente unos somos más cabezotas que otros. Cuando lleves 2.000 horas de meditación de este tipo, si no se te da bien, lo hablamos.

¿Solución? No hay solución, porque no hay problema, ese es el proceso, y este es el yoga más duro, lo siento… y que el 99% de los practicantes no supera. Has de construir esa capacidad de estar mindful. Primero pacifica tus nervios y luego pasa a la sesión de meditación.

No entraré mucho en detalle en la meditación en sí, porque ya se ha explicado en los textos sobre ella y este se ha enlazado repetidamente en esta serie: La meditación de no acción y La práctica reina Mahayana describen la meditación que debe realizarse.

Si todo va bien, poco a poco profundizaremos en nuestra meditación y empezaremos a encontrarnos cómodos en ese entorno de deprivación sensorial y atención. Es en ese punto cuando empieza a construirse una situación en que podremos estar calmados y en silencio mental.

Esa situación no debería darse por bloqueo de la atención como sí pasa en meditación samatha sino idealmente, por pacificación de nuestra mente reactiva.

En esos momentos podremos solo-ser por fin, pero sin intelecto, en blanco, pues todavía es la mente mindful la que está operando y no puede ser autónoma de los contenidos mentales, su única forma de «solo-ser» es sin contenidos mentales intelectuales.

Por eso se dice en la tradición Mahamudra que el resultado de este primer yoga es una mente vacía. En silencio mental.

La sensación es parecida a cuando hacemos meditación samatha y bloqueamos el pensamiento concentrándonos en algún objeto sensorial como la respiración. Pero se nota más natural porque ocurre simplemente por pacificación y, muy importante, la inteligencia está despierta.

Dado que hemos de pacificar, es importante llevar una vida pacífica. Si vives una vida de nervios será raro que en una sesión de una hora o media llegues al punto comentado. Es aquí donde entra en juego todas las «variables de entorno» que a menudo se ecualizan para que sean adecuadas gracias a las tan denostadas prácticas preliminares.

No puedes llevar una vida espiritual inmerso en una guerra emocional en el día a día, es inviable. Tu vida será pacífica o no será espiritualmente efectiva… es lo que hay.

Esa situación de mente pacificada en silencio debe alcanzarse repetidas veces, y observarse inquisitivamente, para reconocernos en ella (somos nosotros mismos pero sin intelecto).

Esa no es la mente despierta aún, pero es el paso adecuado hacia ella. Es la mente mindful relajada y el intelecto callado pero con la inteligencia despierta y observando. Si alcanzáis este punto, podéis comentar en el blog…

Ese es el punto más cercano de la mente despierta al que podemos llegar, hasta que… haya un kensho.

Seguimos


6 comentarios so far
Deja un comentario

SER Siendo Sido.

Mil gracias.

Namaste

Le gusta a 1 persona

Comentarios por Baldasar

Tela la frase: «¿Qué hace que alguien haga click con un mindfulness defectuoso o no muy contínuo, mientras el gran maestro del mindfulness no lo hace?»

Me encanta :).

Yo ese punto no lo alcanzo… surge a ratos, sin buscarlo, espontáneamente si no hay stress y mil tareas que «lograr». Siempre sorprende y da gozo, aunque es secundario si es gozoso.

O «forzado» en una sesión en la que uno se desinteresa de lo que surja y aparece, pero se desvanece después.

Incluso en la ausencia y el «hacer» hay una sensación de que multicausalidad e interdependencia curiosa. A veces asusta y a veces da confianza, o resignación sabia no sé.

Me sigue pareciendo no obstante muy vinculado a la vida cotidiana y sus ritmos.

Gracias :).

Le gusta a 3 personas

Comentarios por Jose

🙂
Ese punto se presenta a menudo, cada vez más debo decir. Lo describiría diciendo que la meditación deja de ser algo que estoy haciendo. Con esta relajación hay algo muy particular que se difumina, la sensación de que lo que está sucediendo ‘importa’ o ‘me preocupa’, porque siempre que preocupa es en referencia a un centro, que en esos momentos no se halla presente en modo de apropiación de todo lo que sucede. De hecho, rastrear los puntos de ‘preocupacion’ – que es rastrear al sujeto que sostiene la preocupación – a veces abre este espacio naturalmente.
En este espacio, los sonidos son mi propia voz, y lo que parecía ser ‘limites’ son mi propio tacto en un espacio infinito que por carecer de cualidades me resulta completamente insondable.
Podría pasar ahí horas, pero justamente por eso es que me terminó levantando del cojín aver cómo interactúa esa mente con el ‘mundo’. Al levantarme del cojín curiosamente suele surgir un pensamiento una y otra vez ‘que es esto que ahora ve colores?’ surge de la más íntima curiosidad , hace un rato no había nada!!! Ahora tantos colores, y hay un saber de esto, pero de ‘este lado’ no hay nada!!! Qué conoce? Todo es bello y profundamente claro

Más aún, creo que se ha generado un registro que permite un acceso más rápido a la alertidad, como una especie de familiarización, y luego refinar y refinar.

Le gusta a 3 personas

Comentarios por S.S

Excelente, excelente… 🙂

Me gusta

Comentarios por

No acabo de entender como introducir un comentario

Le gusta a 1 persona

Comentarios por Emilio

Pues te ha quedado perfecto. 🙂

Un abrazo

Me gusta

Comentarios por




Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.



A %d blogueros les gusta esto: