El blog de 道


El problema del contacto en el Sistema-mente (V)
04/03/2020, 7:07 am
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En algún momento de la historia, probablemente antes del siglo I, y no tengo claro (y me da igual) si fue en el hinduismo o en el budismo surgió otra forma de meditación.

Esa meditación o familia de meditaciones es lo que que aquí hemos llamado Meditación de no-acción y pertenecen a esa familia todas las meditaciones que cumplen que no damos un objeto de concentración, ni tampoco damos ninguna visión, simplemente pedimos al meditador que «esté». Es decir permanezca atento (no distraido) y con su inteligencia activa, su atención puede moverse e ir donde guste, pero siempre que nos encontramos absortos en un contenido intelectual lo debemos dejar ir sin darle mayor importancia. «Dejar ir» en este caso es simplemente retirarle la atención.

De la meditación de no-acción debemos de hecho distinguir dos estadios: la inicial y en su madurez. Casi podríamos decir que son «con objeto» y «sin objeto» como en samatha pero de forma diferente. Así que podríamos llamarlas rupawuwei y arupawuwei (no-acción con forma y no-acción sin forma).

Y lo que distingue un estadio del otro es la capacidad de atender sin objeto, eso que antes hemos dicho que es raro que pueda hacerse inicialmente, pero quizá sí en meditación o profunda y sobretodo es fácil tras el despertar o completitud del primer yoga.

Mientras no podamos atender sin objeto, la meditación es de «auto-liberación» es decir, contínuamente quedaremos absortos en un contenido intelectual (objeto) y lo tendremos que auto-liberar retirándole el foco de la atención.

¿Y qué es exactamente retirar el foco de atención al intelecto?

Es justo romper el contacto con él.

Es decir, la meditación de no-acción en su estadio primigenio es un continuo romper el contacto con el intelecto. Justo eso es auto-liberar pensamientos, se haga sentado o en el día a día (mindfulness).

En cada sesión rompemos centenares de veces el contacto con el intelecto cada vez que detectamos que existe tal contacto.

Es decir estamos entrenando de forma directa esa rotura del contacto, una vez tras otra…

No es una meditación gozosa como con los Jhanas, aquí el Nirvana ni aparece, no hay ausencia de contacto permanente, es un contínuo ir y venir al intelecto. Es un mindfulness sentado… no es gozoso… y no parece haber progreso, ni tan siquiera tenemos muy claro qué estamos haciendo (espero que este texto ayude en eso).

Es duro…

Si «hacemos trampas» y bloqueamos en exceso el intelecto (que creo que es algo que se hace mucho) estaremos tendiendo a las meditaciones concentrativas o bien quedando en un punto intermedio. Eso no sería meditación de no-acción. Esto es tentador porque será una posición más gozosa que la meditación de no-acción…

Es decir en esta meditación, se supone que el practicante ha de perderse en sus pensamientos, eso no es incorrecto. Pero debe detectarlo pronto (muy pronto idealmente y romper el contacto).

En Dzogchen se hace lo mismo en la día a día, es una forma de mindfulness de auto-liberación del intelecto. Tanto Vedanta Advaita, como Dzogchen, como Zen, como Mahamudra usan una estrategia equiparable en esto. Por ello, solemos llamarla «meditación (reina) Mahayana».

Paréntesis: En el Advaita Vedanta se tiende a una mayor concentratividad cuando se usan varientes del tipo «sentir el corazón» que es lo que muchos practicantes entienden por «El Ser». Cuando ese «El Ser» es mental, y consiste en «estar», entonces es la misma meditación de no-acción que en el budismo Mahayana. En el primer caso la práctica es equivalente a las prácticas samatha que podríamos llamar «emocionales», es decir, aquellas en que el objeto de concentración es sutil  y es una emoción, sea la alegría del corazón u otra (compasión, metta…) o incluso las enegéticas con foco en el TanT’ien/Hara. Esta meditación sería «Ramaniana» mientras que la mental que se parece a las budistas, sería «Nisargadiana». Si leeis con estas ideas en mente a ambos autores, lo vereis con claridad. Por esos también sus resultados son diferentes.

Fin del paréntesis y volvemos a hablar solamente de meditación no-acción.

En esta fase, al romper el contacto, el pensamiento cesa. Por eso los practicantes más introspectivos (los mejores candidatos a su liberación) en seguida ven que no es cierto que «observemos los pensamientos» tal como se suele decir. Eso no ocurre en este primer estadio o es raro que ocurra. Es curioso como se repite esa instrucción  errónea, por poco coherente con la realidad.

Tal situación no se da (pero se dará más adelante). En este estadío o estás absorto en ellos o al romper el contacto, se detienen.

Y eso no es malo, pero sí debemos evitar bloquearlos antes de que surjan, pues eso sería práctica samatha.No es que esta sea mala, pero si has de hacer samatha, pues entonces hazlo totalmente, no a medias… los resultados llegarán antes pero no serán los que dice la tradición Mahayana.

Tampoco es que debamos pararlos con nuestra voluntad, sino que les retiramos la atención y paran. Les retiramos la atención y sobretodo el interés (apego). La situación idónea y más productiva es cuando se les retira la atención porque realmente no nos interesan en absoluto. También es importante (ya se ha dicho mil veces) no enfadarse con ellos o contigo, la actitud más productiva es la ecuanimidad.

  • Ni me sienta mal, ni me sienta bien que aparezcan.
  • Ni me sienta bien, ni me sienta mal quedar absorto en ellos.
  • Ni me sienta mal, ni me sienta bien abandonarlos.

La otra ventaja de esta meditación (compartida con la vipassana) es que la inteligencia está activa y va viendo estas dinámicas con lo cual hay adquisición de prajna. También por eso a veces se habla de estas meditaciones como de «la unión de samatha y vipassana», pueden verse como algo intermedio, aunque realmente las tres son diferentes.

Seguimos


4 comentarios so far
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Gracias nuevamente por tus aportaciones tan valiosas Tao.

Estas entradas tienen una profundidad que a primera vista no se percibe. Algo pasa porque casi todos nos hemos quedado mudos 🙂

Hay dos cosas que me han resaltado, sobre todo porque son experiencias que han ocurrido. La primera es la constatación de que pensamientos, imágenes, charla interna y similares actividades de la mente (colores, movimientos, sentimientos), tienen la misma secuencia que otras impresiones de los sentidos, se presentan y se van, según su propio ritmo. Con el tiempo se constata que son percepciones igualmente y esto solo ya altera lo que hasta ese momento se consideraba por supuesto. Luego te das cuenta de que no hay detrás un centro de control, solo pasa, o mejor dicho, hay un sujeto y una situación, pero ese sujeto resulta que es la atención puesta sobre algo que tomamos como parte activa del proceso. No obstante hay algo que se dá cuenta de todo esto.

Lo segundo, como constatas en la entrada, es que realmente estas percepciones mentales no tienen continuidad, son flashes que pueden brindar información instantánea, traer una emoción a flote, o aburrirnos con sus repetición, pero parecen como pedazos de película incompletos. El hecho de que prestando atención a su surgimiento y no alimentandolos con el interés vayan desapareciendo me fascina cada día. Tengo la impresión de que todo el surgimiento mental está dirigido a llenar de contenido lo que creemos que es nuestra vida mayormente, y de ahí que cuando se detiene o nos aburrimos o nos dormimos, u otra cosa.

Y por último, cuando aprecias la gran mecanicidad y repetición de lo que hacemos cada día, cuando experimentas que esto es lo que has hecho toda tu vida, sin tan siquiera sospecharlo, te encuentras cara a cara con la necesidad de reorganizar totalmente tu forma de procesar las experiencias, por decirlo de una forma amable, o decides olvidarte para siempre.

Un abrazo.

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Comentario por JuanV

Hola Juan, solamente felicitarte por tus comentarios, estoy convencido que las etapas del proceso dependen mucho de la capacidad que tengamos de conocer nuestra mente y tu muestras una muy buena capacidad y sobretodo interés.

Sigue así.

Un abrazo

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Comentario por

Estas entradas tienen una profundidad que a primera vista no se percibe.

Pero no pasa desapercibida para aquellos que, como Juan o yo, llevamos tiempo dándole martillazos al yunque. Al igual que en el estudio de la evolución existían eslabones perdidos, el buscador espiritual sincero se encuentra con un mosaico donde faltan muchas teselas.
En este blog, encontramos esas teselas o eslabones perdidos, como el que encuentra una obra de arte valiosísima husmeando en el rastro de Internet
Un abrazo

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Comentario por Diego

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