El blog de 道


La práctica reina Mahayana (III)
07/12/2019, 7:07 am
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2. No-conceptualidad o Simplicidad o Sencillez. El practicante ya despierto o post-kensho, puede ahora residir en sí mismo sin apegarse a los contenidos mentales aunque estos estén presentes. Eso es lo que se obtiene de la completitud del primer yoga.

La práctica ahora debe cambiar sutilmente.

Seguiremos intentando «solo-ser» pero ahora nuestro mindfulness consistirá en permanecer en ese espacio que somos (por eso es «solo ser», ¡por fin!) pero dejando que todos los contenido mentales surjan y desaparezcan a su aire, sin reprimir ningún pensamiento.

Detectaremos que hemos perdido nuestra posición de meditación correcta cuando nos descubramos apegados a un contenido mental o pensamiento. Si no es así, no importa cuantos contenidos mentales crucen nuestra mente, estaremos practicando una meditación fructífera y los notaremos lejanos, como el ruido de la calle…

Si nos descubrimos apegados a un contenido mental, descartaremos la situación como en el anterior yoga y volveremos a solo-ser dejando de nuevo los pensamientos reactivos a su aire.

Así pues la diferencia entre estos dos primeros yogas duales (el tercero ya no será dual) es que en el primer caso solo podemos «ser» cuando no hay contenidos mentales (lo que llamamos «dejar ir» o «auto-liberar» esos pensamientos) y reposamos entonces en una mente vacía de contenidos que finalmente consolidamos.

Pero en el segundo yoga, nos desapegamos de los contenidos mentales y «somos» independientemente de ellos mientras no surja apego a ellos (interés, a fin de cuentas…) pero los contenidos mentales (pensamientos) seguiran surgiendo y desapareciendo sin mayor interés por nuestra parte. Y paradójiamente, eso es bueno. Es trascendencia.

Esta es la situación tradicional que describen los maestros zen para el shikantaza, pero que no es posible inicialmente.

Incluso tras despertar, es decir tras completar el primer yoga, si nuestra práctica es el bloqueo de los contenidos mentales, estaremos ejerciendo el primer yoga (concentración). El segundo yoga está disponible pero no lo estaremos practicando. Ese es un error habitual, o bien un camino alternativo, no podría descartarse esa posibilidad. En todo caso sería un camino más cercano al Theravada y su Jhanas concentrativos donde los pensamientos nunca son bienvenidos, pero el practicante Mahayana seguirá el otro camino para convertirse en Mahasattava y unificar Samsara con Nirvana: el de este segundo yoga.

En este segundo yoga ya no debe bloquearse nada y así será de ahora en adelante. Pero debemos seguir atentos a no apegarnos a los contenidos mentales, especialmente conceptuales. Pero a partir de este punto la práctica ya sí, es básicamente mantener una compostura mental adecuada y por lo demás, no hacer nada (no-acción).

En el día a día, el mindfulness también consiste en «estar» sin reprimir ningún contenido mental, y si nos encontramos perdidos en algún apego expresado por nuestros pensamientos, dejarlo ir.  Igual que en meditación, realmente. Lo mismo pasaba en el anterior yoga (el tiempo de meditación y el resto del tiempo, realmente implican la misma práctica).

Anteriormente no hemos dicho que la vertiente vipassana, que no trataremos aquí en detalle, y que complementa estos dos yogas tendrá dos aspectos básicos: ver con claridad la vacuidad de los conceptos tal como lo explica la doctrina Madyamika (igual que se explican en este blog) y, solo en el primer yoga, ver con claridad que seguimos «siendo nosotros» y no nos falta nada, cuando somos un vacío de pensamientos, ese espacio vacío somos nosotros.

Es decir, ver la vacuidad de objetos (solo pensamientos, por ahora) y del sujeto.

Cuando el apego a todos esos contenidos mentales o pensamientos sea suficientemente débil, se producirá el siguiente cataclismo. Colapsará el sujeto de la observación y quedará una situación en que no hay dualidad sujeto-objeto en nuestra mente. El sujeto quedará disuelto. El teatro cartesiano colapsa.

Para este segundo evento el zen no tiene un nombre concreto que yo sepa (aunque corresponde al octavo paso de la doma del buey zen), en Mahamudra es reconocer la esencia de la mente.

Seguimos


6 comentarios so far
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En estos sabios y valiosísimos textos de K. se encuentran encerradas una serie de claves que a veces pasan desapercibidas por su SIMPLICIDAD (nunca mejor dicho). Lo Simple es difícil para una mente compleja, embotada y reactiva. Me gustaría hacer hincapié en lo siguiente:
a) “Solo Ser”. La misma práctica con distintos matices a lo largo del camino. No aferrarse, ni repudiar, ni identificarse con nada. Sería una forma de DAR ESPACIO a todo. El espacio da cabida a todo pero no se aferrara a nada…por eso se suele utilizar como metáfora. “Solo Ser” es un proceso continuado de trascendencia que no de disociación. Y en ese proceso de trascendencia….(y esto sólo para los que lo hayan vivido) la última clave estaría….en no aferrarse ni al Ser. El proceso es claro: Primero, que no te importen los pensamientos, segundo que no te importen los fenómenos, finalmente que no te importe ni el SER…..es un proceso donde todo acaba convirtiéndose en un eco en la lejanía, distante, muy distante, casi imperceptible, imperceptible….Pero ¡¡¡ojo¡¡¡ no bastan X minutos de sentada meditativa. Esto se debe vivir en el día a día, en lo cotidiano. Este proceso de trascendencia se debe constatar sintiéndonos “en el mundo pero no del mundo”, “solo siendo” más allá de conceptos, aparentes individualidades y falsas ilusiones….El día a día es el termómetro de nuestra realización…..¿Queremos ver la ilusión como ilusión o solamente decorarla a nuestro gusto?
b) Ya que estamos hablando de la esencia de la práctica Mahayana, nuevamente tengo que resaltar la Bodhichitta: el anhelo de alcanzar la iluminación para poder ayudar a liberar del sufrimiento a todos los seres sintientes. La Bondad Amorosa (Metta o Maitri) , junto a los otros inconmensurables (Compasión-karuna-, Alegría Empática -mudita-, y Ecuanimidad -uppekkha- ) deben ser la “banda sonora” de nuestra vida y de nuestra práctica. Por cierto, ¿existe alguna diferencia entre ambas?….Ojo con esto. Vida y práctica son una sola cosa. La práctica deja de ser un medio para conseguir un fin (recordemos…mushotoku). La práctica-vida, en todo caso, sería un acto de Amor Impersonal. “Solo-Ser” sería práctica-realización si la comprendemos en su esencia. Si consideramos que es un medio para alcanzar lo que no tenemos, olvidamos el esperanzador mensaje del tercer giro de la rueda del dharma. La Naturaleza Búdica es nuestra esencia, sólo tenemos que despejar las nubes que ocultan su luminosidad.
Gracias K. por tus regalos.Los últimos me han dado un empujón para “saltar al Vacío”

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Comentario por Diego

Amén.

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Comentario por whatgoesaround

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Magnífico, Tao. Especialmente por su claridad expositiva y especialmente esta tercera entrega.
Mapa o descripción de enorme valor. Te felicito.

Le gusta a 1 persona

Comentario por whatgoesaround

Ostras, el comentario se ha escrito él solito. Qué espabilao. Es broooooooma.

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Comentario por whatgoesaround

Muchas gracias ❤

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