El blog de 道


Cuatro jhanas sin forma (arupa jhana I)
29/03/2019, 7:07 am
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Los siguientes cuatro Jhanas son denominados «sin forma» porque no utilizan concentración mental o en un objeto a fin de introducirse en un estado meditativo. Un principiante debe primeramente dominar la técnica de los primeros cuatro Jhanas antes de proceder con los cuatro siguientes, aunque meditadores avanzados podrán probablemente empezar su meditación desde el quinto Jhana. Si bien se dice que el mismo Buda progresó en los ocho Jhanas bajo el árbol de Bodhi a fin de acceder a la absorción meditativa, es muy probable que igualmente comenzara por el último, el octavo Jhana. Mientras los primeros cuatro Jhanas pretender ir más allá de un cierto nivel de objetización, los cuatro siguientes muestran la intención de progresar incluso hacia más sutiles capas de objetividad: de la extensión espacial a la conciencia, a la nada y aún más allá de la percepción o no percepción. Su objetivo es llevarnos más allá de la percepción de cualquier objeto en la meditación, y entonces trascender la percepción de la misma percepción, de forma que nos percatemos de la pura condición que subyace en la raíz de nuestra conciencia total.

5. Habiendo transcendido el meditador las sensaciones corporales, finalizado todo sentimiento de resistencia, no prestando atención a la diversidad de percepciones y concentrándose en el pensamiento de: «El espacio es ilimitado», alcanza y permanece en su misma base. La auténtica aunque sutil percepción anterior de ausencia de felicidad o infelicidad se desvanece. Y es reemplazada por una igualmente sutil y auténtica percepción de Espacio Ilimitado, y se convierte en aquel que es consciente de este Espacio ilimitado.

Al quinto Jhana se le denomina la base (origen, raiz, fundamento) del espacio ilimitado. Algunas traducciones usan el término «esfera» en su lugar, pero el término base refleja de forma más precisa el hecho de que estamos relacionados desde un punto de vista interno de referencia con la experiencia de la realidad con antelación a la existencia de los objetos, que sirve como nuestro fundamento. Debemos considerar que un meditador no es meramente un estado de ser o consciencia: es también el intérprete de dicho estado. No importa que estado sea, el lugar desde el que percibe la experiencia es su punto de referencia primordial, su base. El Quinto Jhana puede ser visto como el primer estado propio más allá de toda forma mental, sea grosera o sutil. No obstante, en éste Jhana todavía se expresa demasiado el propio estado, percibiéndose como «espacio». Y esto es debido a que uno está todavía condicionado por el uso de un objeto como soporte de meditación desde la práctica de los cuatro Jhanas.

A veces la entrado en el quinto Jhana se describe como una práctica en la se comienza enfocando un objeto de concentración (llamado «kasina») y luego se olvida dicho objeto. Lo que queda es la ausencia de un objeto que, debido a nuestra costumbre de «observar», se experimenta como «espacio». En realidad no es solamente espacio, sino la percepción del espacio y de la base, que es independiente del mismo (que es nuestra subjetividad o fundamento de percepción). La cuestión que surge es ¿por qué en la práctica para dominar los cuatro Jhanas, no puede uno experimentar el espacio? Al final, todas esas etapas implican igualmente dejar ir el objeto (pensamiento sostenido) y sin embargo, en lugar de espacio, conducen a experiencias de éxtasis, calma y ecuanimidad. ¿Qué diferencia una experiencia de calma de una de espacio? La primera es un estado psicológico, mientras que la segunda está más cercana a la naturaleza de la mente sirviendo de apertura a la subjetividad pura; todavía se encuentra «fuera» de nosotros pero, al ser internalizada y despojada de su objetivación, permite la apertura al verdadero y no-objetivo espacio de conciencia. En los primeros cuatro Jhanas la profundidad de la subjetividad pura permanece todavía cerrada. La atención no tiene la cualidad del espacio; puede esforzarse tan solo en identificarse con diversos estados psicológicos y posteriormente desidentificarse de ellos (y por tanto pasando del éxtasis a la calma, la ecuanimidad y al estado de ni placer ni dolor).

6. El meditador trasciende el Espacio Ilimitado, considerando: «La conciencia es ilimitada», con lo que alcanza y permanece en la Base de la Conciencia Ilimitada. La auténtica aunque sutil percepción anterior de Espacio Ilimitado se desvanece. Y es reemplazada por una auténtica e igualmente sutil percepción de Conciencia Ilimitada, y se convierte en aquel que es consciente de esta Conciencia Ilimitada.

Tras percibir la naturaleza ilusoria del espacio, que no es otra cosa que un objeto espacioso o sin forma, el meditador profundiza en la base y se identifica con la fuerza a través de la cual se reconoce el espacio: la conciencia ilimitada. Es muy común que los meditadores se aferren a los diversos estados de espacio debido a su adicción a la búsqueda de objetos. La mente es como un niño, siempre está buscando algo externo a sí misma. Incluso si no hay nada, mirará esta «nada» y tratará de habitarla, creando así otra ilusoria estructura del espacio interno. Solo apartándose de esta trampa puede uno acercarse a la esencia del conocimiento, que es la conciencia ilimitada.

Seguimos


10 comentarios so far
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Cuando se alcanza la percepción de la «nada» el siguiente salto es trascender la mente para que ese espacio no sea habitado.

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Comentario por Thiferet

El texto contradice los suttas.
En el MN26 MN36 MN85 el Buddha primero logra la base de la nada, después la de ni percepción ni no percepción. Después se pasa muchos años intentando todo lo que se le ocurría, hasta que descubre la primera jhana y de seguido pasa por las cuatro, desencadena las abhiññas y va y se ilumina.
Lo de las abhiññas es clave pero los hinayanas no saben nada de ellas ni cómo se manejan.

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Comentario por Mahābrahmā Sahampati

Muchas gracias por las referencias, los leeré.

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Comentario por

Te hago el cuento corto. Esos tres suttas son los que describen en primera persona como él se ilumina desde que sale de casa hasta el primer discurso en Benarés. Para mí son sin duda los más reveladores de todos, porque explica como se hace eso de iluminarse uno mismo.

Empieza como todo el mundo buscando maestros por aquello de que si alguien ya lo ha hecho, se copia y listo. Es una pésima idea, porque si todo el mundo hace lo mismo no se descubre nada.

Primero va a ver a Alara Kalama qu ele enseña la AYATANA de la nada, la hace, se hace experto pero, obviamente, entrar en una ayatana fuera de contexto está padre pero no sirve de nada. Se va.

Repite con Uddaka Ramaputta, que le enseña otra AYATANA, la de la ni-percepción ni no-percepcion, Esta está más padre que la otra, pero igual que la anterior, no sirve para nada. Es como se te meten en una oficina y no sabes para que sirve esa oficina. Estas un rato, dos, tres… te cansas y te vas. Luego cuando has visto el mecanismo del sufrimiento sí que tienes que ir ahi a hacer el trabajo (DN 15).

Como ves, no hay una escala, se entra en la ayatana que quieras y no tiene que ver con las jhānas, que es otra historia.

Luego se decide a lo que tenia que haber hecho desde el principio, ponerse él mismo a explorar, y es cuando empieza con las ocurrencias. El sabe algo, que no quiere nada de placeres sensoriales porque eso lleva al sufrimiento, y obviamente no es solucion de nada. Se tira por la penitencia y está en eso bastante tiempo, hasta que un día recuerda cuando estaba con su padre que trabajaba en el campo (de rey nada de nada) entró en absorción. Y vio que era la solución, pero como no comia hacia mucho no podía hacerlo y comio cuajada y arroz, que llevan triptofano, glucosa y vitamina B6, necesarios para generar la serotonina (que es una derivacion quimica del triptófano). Por eso comió y los amigos que no entendian nada se enfadaron y se fueron.
Una vez que comió ya se puso a generar alegria felicidad y placer “nacidos de la reclusión” o sea, sin depender se sentido alguno genera anandamida, serotonina y dopamina y ve que es bueno, que no engancha porque no tiene relacion con los sentidos. Usando estas drogas, entra en la primera jhana y sucesivas, hasta la cuarta jhāna y ¡oh sorpresa! se le desencadenan las abhiññas y las emplea tres. Así empieza con el recuerdo de vidas pasadas en el primer tercio de la noche. Luego continuo y aparecio la abhiñña de ver el kamma de los demás, el ver surgir y morir de los seres que es el ojo divino. Asi vio como actua el kamma, que lo hizo en el segundo tercio de la noche y por ultimo usó el conocimiento de la destruccion de las corrupciones y se ilumino.
Luego se pueso a hablar con el Mahabrahma que le convence para que enseñe, porque de primeras, nada de nada.
El resto es conocido.
Ahi ves un despliegue de las tres patas de este negocio, ayatanas, jhanas y abhiññas. Si puedes hacer las tres, no ocupas de nadie. Si no, tienes que esperar a un Buddha que te ayude. Asi funciona, a grandes rasgos.
Tampoco es tan dificil….

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Comentario por Mahābrahmā Sahampati

Mil gracias, lo leo con calma.

Si me decido por la versión larga, ¿hay alguna traducción que me recomiendes?

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Aunque parezca increíble, la española de suttacentral está potable.

https://legacy.suttacentral.net/es/mn85

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Comentario por Mahābrahmā Sahampati

Muchas gracias 🙂

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Comentario por

Si dentro de doscientos años les enseñan a los humanos la pelicula Matrix, se volveran todos locos en busca de la pildora roja, el caso será que lo que encontraran es la azul teñida de rojo.
Aquí ocurre algo parecido 2500 años despues buscando las enseñanzas del Buda.
Si alguien se siente molesto pido disculpas pero es así.

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Comentario por Francesc

No hicieron falta más de tres meses.
El primer concilio ya perdió los métodos de meditación, porque encargaron de esto a Ananda y no sabía meditar.

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Comentario por Mahābrahmā Sahampati

No creo que fuera así solamente, pero parece que en todas las tradiciones hay algo en común y es que las enseñanzas originales se desvirtúan o incluso de disfrazan para ocultarlas del vulgo, por determinadas razones. También considerando los cambios de mentalidad, hoy en día parece imposible tratar de entender la freaseología y simbología usadas por aquellos entonces.

Pero es evidente que hay quienes hoy en día han llegado lejos en su realización. Y lo que más valuable me parece, son los comentarios al respecto y los esfuerzos por transmitir estas prácticas y enseñanzas en un lenguage actual, siendo no menos considerable la labor de recopilar y organizar todo este importante material que en este lugar y otros similares está ocurriendo.

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Comentario por JuanV




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