El blog de 道


Sentir pena y no sentir pena
23/03/2019, 7:07 am
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Si en la senda espiritual no erradicamos los sentimientos, sino que tal como nos pide el budismo, los seleccionamos y potenciamos basándonos en los paramitas, lo que ocurrirá, especialmente en los tres yogas posteriores (al primero), es que estos sentimientos se transformarán, se convertirán en algo sutilmente diferente e increiblemente precioso.

Eso ocurre probablemente porque las emociones asociadas (para entender la diferencia entre emociones y sentimientos en este blog, leed aquí) han sido, no cambiadas, pues no pueden serlo, sino seleccionadas, de tal manera que hay emociones (las negativas) que ya no surgen o apenas surgen.

Digo que las emociones no pueden ser cambiadas porque son básicamente química, así que podemos hacer que surjan más o menos o que no surjan pero cuando surgen su «aroma» es siempre el mismo y tiene un impacto básicamente físico (aunque solemos darles un significado mentalmente) inevitable y que se prolonga en el tiempo al menos unos minutos.

Ahora bien ¿qué ocurriría si uno fuera capaz de, por ejemplo, sentir pena (o algo parecido) pero no poder hacer surgir emociones negativas?

Ese «no poder» es debido, por supuesto, a la senda espiritual seguida. No es que un yo «no quiera» o «bloquee» (si es que tal cosa es posible, desde luego no es posible en el yoga de no-dualidad pues no hay un sujeto fuerte que ejerza «su voluntad»), es algo mucho más natural y que ocurre sin dedicación voluntaria a tal cosa, simplemente ocurre. De hecho el camino espirtual budista Mahayana está diseñado con precisión para que tal cosa sea así. Pero claro, se ha de seguir íntegramente, no solo meditar o adquirir prajna, sino alinearse también con los paramitas.

Bien, suponiendo que eso ha ocurrido, nuestra capacidad para sufrir, que es la mera expresión de las emociones negativas en nuestro organismo, ha sido reducida, idealmente tendiendo a cero…

Y ocurre algo milagroso y maravilloso, se sienten sentimientos aparentemente aflictivos como pena o tristeza, desesperanza, compasión, ofensa, pero solo pueden sentirse en base a emociones que no son negativas. Por tanto no generan aflicción.

¿Y qué generan?

No generan gozo, tal como se decía en algún comentario hace unos días, es un error creer en el «gozo-continuo». Es un objetivo falso porque además ni tan siquiera es recomendable, es solo el espejismo de un palacio de oro visto desde el Samsara.

En el yoga de no-dualidad, ya es casi irrelevante, ese palacio de oro, Cuando hay gozo, hay gozo y cuando no, no lo hay, y es igualmente perfecto.

Entonces ¿no se siente nada? ¿se vuelve uno una roca?

No, el cóctel de emociones generado por esos sentimientos tiene una gran belleza, es como un especie de serena ecuanimidad, una especie de electricidad, de fuerza vital con un toque melancólico, como cuando se mira una foto de tus hijos cuando eran pequeños, con esa mezcla de alegría y melancolía por lo que fue y ya no es, por lo que podría ser y no es. Un pena serena desprovista de todo sufrimiento, sentida como una fuerza energética seria, calma y pacífica, pero no aflictiva, y canalizada hacia el bienestar de los seres sientientes.

Una bella paz energética, respetuosa y contenida, como un recién enamorado en la visita a un amigo enfermo. Discreta y auto-completa, con una expresión externa normalmente muy sutil casi inexistente.

Solo por sentir así, de esta manera, todos esos sentimientos antaño aflictivos, toda la senda espiritual completa ya vale la pena. Y esto es solo un detalle más.

 

Paramitas: generosidad, honestidad, paciencia, renuncia, sinceridad, perseverancia, determinación, ecuanimidad, amabilidad.


30 comentarios so far
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Una descripción ciertamente precisa.

Saludos

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Comentarios por joaquincarrizosa

Sin duda alguna
Un abrazo para todos

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Comentarios por Diego

No acierto a entender esto: «Y ocurre algo milagroso y maravilloso, se sienten sentimientos aparentemente aflictivos como pena o tristeza, desesperanza, compasión, ofensa, pero solo pueden sentirse en base a emociones que no son negativas. Por tanto no generan aflicción».

¿Podrías explicarlo un poco más?

Gracias!

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Comentarios por Jose

Porque lo que entiendo es que no le pones letra a la música, pero sí hay un estímulo que lo desencadena, lo que ocurre es que la respuesta no puede enganchar en una estructura que lo retroalimente.

Y para ello uno en vez de negar, silenciar, reprimir, enfriarse, «olvidar», marcharse sin despedirse, no sincerarse… hace lo contrario: sentir, no juzgarse por sentir y abrirse.

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Comentarios por Jose

No, no es eso. Eso también ocurre, ocurre antes en la senda, pero no hablo de eso.

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Quizá tu duda surge de que quizá llamamos sentimiento y emoción a cosas diferentes. En algún comentario tuyo previo ya me lo pareció.

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Ok voy con ello :).

Creo que no es por el nombre que le demos (por mucho que no exista un cerebro reptiliano o límbico o racional y por eso prefiero usar los términos tal como se describen en neurociencia) sino que es por algo que no pillo.

Porque si uno genera un sentimiento, no veo cómo se puede sustraer de su sustrato básico.

La distinción química tampoco me sirve, porque los sentimientos o la mente también son química jejeje. La dualidad no resuelve el problema sino que lo acentúa.

Veo que cultivar las flores, hace que se transforme la basura y los sentimientos negativos bajarán y muy probablemente también la reacción a estímulos negativos (aunque menos), pero no veo como se puede generar pena sin el «cuerpo». Justo lo veo al revés, la pena del cuerpo, el componente somático sigue y no el evaluativo.

Es decir que me recuerda a los experimentos de Marañón con la inyección de adrenalina que creo comenté en otro post, una ira en el cuerpo sin ira en la mente, lo que se traducía en un espacio amplio en donde Es pero no hay nadie a quien afecte.

Espero haberme explicado :).

Gracias…

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Comentarios por Jose

Es decir que me recuerda a los experimentos de Marañón con la inyección de adrenalina que creo comenté en otro post, una ira en el cuerpo sin ira en la mente

Esto está perfectamente explicado. Aunque use «ira» de dos maneras. En mi blog lo que él llama «ira en el cuerpo» sería ira-emoción, y lo que él llama «ira en la mente», lo llamaré «ira-sentimiento». Pues claramente no son lo mismo (incluso aparecen por separado en este experimento).

Bien, ahora imagina el mismo experimento al revés. No es que sepamos inyectar adrenalina, es que sabemos sacar «X», sea X una substancia que genera, por ejemplo una emoción asociada a la pena, sabemos, no inyectar sino sacar la «pena-emoción».

Ahora en ese sujeto se induce pena (completa, la de siempre).

Y procedemos a extraerle X (la pena-emoción).

¿Qué queda? Queda solo «pena-sentimiento».

Y si además le sabes inyectar, por ejemplo, «alegría-emoción», pues obtienes el estado comentado que podemos llamar: alegría-emoción-pena-sentimiento.

Que es algo que no se entiende, de ahí mis muchas metáforas fallidas en este texto del blog.

Voila. Es eso.

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bueno me voy acercando 🙂

Del conglomerado sentimiento – emoción con sus respectivos nombres, sean los que sean, se deduce que es un proceso doble. Primero más estímulo – respuesta y segundo más evaluativo.

El primer paso del camino que describes, nos permite, no darle al coco una y otra vez para alimentar la primera parte que ya no está (y que dura segundos). Es decir que no nos engancharíamos a los sentimientos, miedo a las arañas, pero sí mantendríamos miedo a la araña, si aparece.

Una segunda fase, si no me equivoco es la que comentas, puedo generar, o simplemente ocurre un sentimiento, pero no engancha con la respuesta somática del cuerpo.

Eso es lo que entiendo.

Fisiológicamente necesitaría verlo… porque experimentalmente no lo he vivido tantas veces como para aseverarlo. Porque me parece que el sentimiento simplemente no engancha en la memoria (de hecho hipocampo es quien nutre la amígdala y puede realimentar la intensidad de la misma). Al no engancharse la pena es pura, ocurre en un lugar en mí pero no a “mí”.

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Comentarios por Jose

ocurre un sentimiento, pero no engancha con la respuesta somática del cuerpo.

No es que no enganche, no hay nada con lo que enganchar, esa respuesta somática del cuerpo no está (está otra, y es no aflictiva y con esa se «engancha» pefectamente). Se engancha con la respuesta somática del cuerpo, simplemente esta es otra.

me parece que el sentimiento simplemente no engancha en la memoria (de hecho hipocampo es quien nutre la amígdala y puede realimentar la intensidad de la misma). Al no engancharse la pena es pura, ocurre en un lugar en mí pero no a «mí».

Esto me suena muy interesante, ¿puedes ampliarlo? Me interesa la relación entre memoria y la emoción (¿hipocampo, amigdala?) Y también como crees que esa situación podría traducirse en una emoción «no mía».

Igualmente, lo que se siente no es tanto eso, como lo que decía anteriorimente.

Lo que tú comentas también ocurre, pero es más bien lo que yo llamo «disociarnos de nuestras emociones (aflictivas). Y ocurre antes o puede ocurrir antes. Y lo que ocurre más tarde es «no surge nuestra química aflictiva», pero como mentalmente sí surgen construcciones mentales de sentimientos que antaño eran aflictivos (como la pena) pues surge un coctel al que le falta un ingrediente (o varios) y por tanto tiene otro «aroma» y no es aflictivo.

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Es justo lo que explica todo el texto. No sabría decir más. Quizá si haces una pregunta más concreta… ¿qué no entiendes?

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Las emociones son quimica. La mente las interpreta y nos identificamos para actuar, pero eso puede generar sufrimiento. Si uno esta bien arraigado en el Yo, se autoreconoce como el Yo que es en su presencia inmediata, directa, espontánea de ser y se practica desde ahí, ese ni aceptar ni rechazar, eso se hace más solido, que el dejarse arrastrar por las identificaciones emocionales, aunque el sustrato quimico surgirá igualmente pero sin la intensidad aflictiva. No se llegá aqui por reflexión, sino por práctica, de hecho la reflexión deberia orientarse a esta práctica y luego ya practica continua, eso genera natualmente, por el propio proceso una sabiduria mayor. Es importante diferenciar de mente (funcion identificativa) de Yo (presencia directa de ser). A partir de ahi se puede trabajar. Los paramitas son las condiciones que permiten que la persona no se pierda.

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Comentarios por jcentol9

Me ha recordado esta escena tao…

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Comentarios por jcentol9

Ja, ja.

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Ocurre que una persona se siente realmente viva cuando siente emociones, y hasta tal punto, que la búsqueda de la emoción es el leitmotiv de casi toda actividad humana. No se si se puede vivir sin emociones o sentimientos, creo que no. Y entiendo que aquí se habla de una gestión diferente de esa energía básica, como ocurre con el pensamiento. Al final, todo se vuelve una reorganización y optimización de procesos y actividades existentes. Me produce una sensación inquietante el preguntarme si es eso toda la historia.

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Comentarios por JuanV

Me produce una sensación inquietante el preguntarme si es eso toda la historia.

No, no es ni tan siquiera uno de los tres cuerpos de Buddha completo (Sambhogakaya). Aunque gran parte de él.

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Tao, podrias explicar esto de los tres cuerpos? a que te refieres en este contexto? parece como si hubiera una dimensión oculta en todo este viaje espiritual

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Comentarios por jcentol9

¿Te parece si escribo un texto para el blog sobre ello?

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Seria genial Tao, me despierta la curiosidad. Muchas gracias!

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Comentarios por jcentol9

Genial, te dejo el aperitivo:

Trikaya

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Gracias Tao!

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Comentarios por jcentol9

Como diría Bugs Bunny: «Eso es todo amigos!» 🙂

Eso, y todo lo que supone: Transformar tu existencia y tu comprensión del mundo (aunque es posible que, llegada la ocasión, te decepcione, dadas las expectativas que se hubieran podido tener).

Saludos

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Comentarios por joaquincarrizosa

Pues mira estimado Joaquin, siendo sincero, siento como una especie de duelo (tristeza) interiormente, como si hubiera perdido una fantasía que me ha acompañado toda la vida, y por la que me he esforzado frecuentemente. No me apenan los esfuerzos, sino la pérdida de la ilusión, ya que me siento inmerso en una visión diferente, en la que no hay un alguien que vaya a ser protagonista nuna más.

Por otro lado no obstante, hay otro tipo de sensación que no puedo identificar, una especie de indiferencia sin emoción, un estar en lo que hay sin mayores espectativas, ni siquiera interesado, solo vivir lo que se presenta más intensamente porque es lo único que hay.

Creo que me ha dado un empacho 🙂

Salud2

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Comentarios por JuanV

Pues no te conozco, pero eso suena a buena sadhana. La ilusión tiene que desaparecer. Keep going.

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Comentarios por jcentol9

“Pues mira estimado Joaquin, siendo sincero, siento como una especie de duelo (tristeza) interiormente, como si hubiera perdido una fantasía que me ha acompañado toda la vida, y por la que me he esforzado frecuentemente. No me apenan los esfuerzos, sino la pérdida de la ilusión, ya que me siento inmerso en una visión diferente, en la que no hay un alguien que vaya a ser protagonista nuna más.”

No es para menos. Si te sirve un consejo, no te identifiques tampoco con esa pena, se sustenta en una convicción tan vacía como la ilusión que te desilusionó.

“Por otro lado no obstante, hay otro tipo de sensación que no puedo identificar, una especie de indiferencia sin emoción, un estar en lo que hay sin mayores espectativas, ni siquiera interesado, solo vivir lo que se presenta más intensamente porque es lo único que hay”.

Yo mantendría el interés, es necesario; pero, sin estar interesado. Interés por conocer y descubrir, sin más.

Un saludo

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Comentarios por joaquincarrizosa

El comentario de JuanV, y las respuestas de JCentol, Joaquin y Gema (las que he leído hasta ahora) son un claro ejemplo de comunicación enriquecedora y de por qué es extraordinario es maravilloso.
JuanV, me parece que estás en una etapa muy interesante.
Gracias a todos

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Comentarios por Diego

Quería decir «es extraordinario este blog» , pero yo si que me empaché (de calificativos) y no tú Juan V
😉 :)))

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Comentarios por Diego

Hola Juan,a mi también me suena a buena sadhana como dice Jcento ,eso de la tristeza o el desencanto,pero hay que seguir y recordar que la primera tierra de los bodhisatvas es llamada la tierra de la alegría,lo cual quiere decir que la visión auténtica no es experimentada como un sinsentido, de hecho nada desaparece, y se ve que queda mucho o todo por hacer desde esta visión y parece que nueve tierras por recorrer.
Lo que pasa que en las prácticas tradicionales enfocadas a la visión de la vacuidad hay un elemento muy importante que es la devoción que no es tanto a un señor o señora, sino que es sobre todo confianza, entusiasmo, amor por las enseñanzas, por el Dharma y por los seres, que se generan y se cultivan y facilita bastante el camino.
Un abrazo.

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Comentarios por Gema Goizueta

Mi querido JuanV, d indagando/meditando sobre temas del dharma, de la matriz Silencio me surgen estas palabras. No soy nadie para aconsejarte pero ha surgido este impulso de forma natural.
Lo que estás sintiendo es un gran atisbo de sabiduría no conceptual. Estás intuyendo la esencia de sunyata y eso te provoca un cierto aroma de desilusión o tristeza al caerse el castillo de que “alguien” podía conseguir grandes y especiales logros, o experiencias, o emociones o realizaciones.
Para contrarrestar esta desilusión o tristeza, que calificas como duelo, sería muy importante la práctica de los paramitas, las perfecciones. Siento profundamente que es uno de los aspectos más incomprendidos del budismo. Incluso en el blog alguien dijo que cultivar los paramitas no iba a eliminar la ignorancia producto del sufrimiento.
Sin embargo he visto, he sentido que tiene radical importancia. Cultivar y profundizar en el Amor, la Compasión, la Alegría empática y la Ecuanimidad, además de contribuir a cambiar la “tonalidad” de la conciencia Alaya, es un acto de INTELIGENCIA Y COMPRENSIÓN RADICAL ya que el Amor es la verdadera no-dualidad y la no-dualidad implica Amor.
El Amor -y cuando digo Amor hablo de metta (bondad o amabilidad), karuna (compansión), mudita(alegría empática) y upeksa (ecuanimidad), prajna (sabiduría)….- no distingue entre sujeto y objeto, el Amor no busca nada, no pide nada, no discrimina entre lo bueno y lo malo, es Sabiduría derramada, el aroma de la rosa que ofrece su olor a quien lo aprecia y a quien la pisa, no se aferra ni tiene aversión hacia nada, el Amor hace desaparecer cualquier atisbo de falso yo, de la distinción entre “yo y el/lo otro”. Se habla de las dos alas del dharma -Compasión y Sabiduría- . Para mí son indivisibles para alcanzar la verdadera liberación …son NO DOS.
Por otra parte, la meditación conjunta sobre el vacío inherente a toda la realidad, sobre el Sutra del Corazón, sobre Anatman ,etc. y sobre la Compasión es uno de los koan más maravillosos al que podamos acceder. Teóricamente si todo es vacio, sin existencia intrínseca, se podría llegar a la conclusión de que no existen “los otros” como tales, luego ¿qué lugar tendría la Compasión?….Como siempre, un koan no puede ser resuelto por el intelecto. Solo la intuición directa – no conceptual – de que al no existir yo, no existen los otros, no existe la diferencia intrínseca…
No se si te valdrá de algo JuanV. Sé que te gusta la bondad de lo breve, pero me ha salido asi
Un abrazo a todos

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Comentarios por Diego

Te agradezco tu comentario profundamente, al igual que el resto de las aportaciones al respecto. Muy valiosas.
Muchas gracias.

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Comentarios por JuanV




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