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Aclarando el estado natural v2018: Yoga de mindfulness (I)
21/11/2018, 7:07 am
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El primer yoga o de mindfulness comienza desde el primer momento en que decides iniciar un camino espiritual con prácticas basadas en la presencia consciente, es decir en lo que en el blog llamamos la mente mindful.

Por tanto el nombre del primer yoga es mindfulness.

Focalización y concentración que son los nombres tradicionales también reflejan bien lo que se pretende expresar, el cultivo de la atención reflexiva. Y de hecho es el yoga más fácil de explicar pues todos lo hemos vivido o lo estamos viviendo.

En esta fase la práctica principal es simplemente estar mindful. Tanto en meditación, como (en terminología Mahamudra) post-meditación, que aquí quiere decir simplemente, el resto del día.

Ese estar mindful o presente, lo sabemos todos, es costoso y requiere de gran focalización, de un esfuerzo consciente de volver y volver y volver a estar presente. De hecho algunas traducciones clásicas de mindfulness como sati o smrti provienen de «recordar» (recordar estar presente).

Este yoga se mantiene pues, con la voluntad (idealmente relajada) por recordar estar mindful.

Esta forma de estar mindful (la única que podemos ejercer inicialmente) excluye el pensamiento reactivo necesariamente. No son compatibles. De manera que el resultado de este yoga será una mente vacía de pensamiento (o vacío consciente o vacuidad, como dicen en el budismo), pero de forma que se siente forzada o de forma natural solo esporádicamente… como avance del siguiente yoga (kensho).

La tradición considera que su etapa menor ocurre cuando se vive puntualmente ese vacío mental pero no sabemos como mantenerlo o volver a él. En algunas sesiones aparece y en otras no. Este vacío mental suele ir siempre acompañado de gozo.

Su etapa media ocurre cuando ya sabemos llegar a él siempre en meditación e incluso aparece incluso sin ser buscado, en el día a día de vez en cuando.

Su etapa mayor ocurre cuando puedes mantener ese estado siempre que quieras y por todo el tiempo que quieras. Pero por ahora, no ocurre permanentemente de forma natural.

Este yoga es el territorio de todas las experiencias basadas en la presencia consciente, la atención y el mindfulness. Algunas de ellas podrían ser los cuatro jhanas con objeto (aunque no se cultivan en Mahamudra), cualquier práctica samatha, zazen no-shikantaza (es decir, donde no podemos más que contar respiraciones o descartar pensamientos), vipassana tal como se entiende hoy día, o incluso los sueños lúcidos (poco recomendables, en mi opinión), donde forzadamente llevamos la mente mindful al sueño.

Es importante entender que cada yoga, individualmente puede ser refinado casi hasta el infinito. Así hay personas que pueden tener una capacidad de mindfulness casi perfecta, es decir estar mindful las 24 horas del día, pero nunca pasar al siguiente yoga.

Esto es así porque para progresar de un yoga al siguiente hace falta la pertinente realización (completitud del yoga) que dará paso a la posibilidad de practicar el siguiente y esta realización puede darse o no en función sobretodo de la adquisición de entendimiento y sabiduría espiritual no-conceptual (prajna) y no tanto de la capacidad de concentración lograda.

Es decir, no se pasa de un yoga al siguiente por «perfeccionamiento» del yoga más allá de cierto punto.

Sí es necesario un notable perfeccionamiento del yoga, pero llegados a cierto nivel de madurez, no de perfección de la práctica sino de adquisición de prajna/entendimiento al respecto, la realización puede ocurrir. Y otros practicantes con mayor perfeccionamiento del mismo yoga, pueden no vivirla por las razones comentadas (falta de entendimiento). Es decir, debido a una práctica excesivamente «samatha», poco reflexiva, poco inquisitiva, en la que la «experiencia» se prioriza sobre el entendimiento de lo que implica esa experiencia.

Seguimos


5 comentarios so far
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Una buena lectura para empezar el día.

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Comentarios por emilia

Igual que el científico necesita de telescopios para comprender el universo, nuestro telescopio es una atención plena, firme, focalizada en un punto o abierta. La mente reactiva implicaría que el telescopio iría de un sitio a otro sin parar de forma ajena a la voluntad. El mindfulness implicaría que el telescopio se estabilizaría de forma firme e inamovible allá donde lo dirijamos. Esto sería un gran avance. Pero eso no sería suficiente para la comprensión (prajna) del universo (interior), para la comprensión de “lo” que mira por el telescopio …de ahí los otros yogas, de ahí que incluso el telescopio se abandone incluso …..en su día. Pero eso es otra historia.
Gracias Tao por tus escritos.

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Comentarios por Diego López Martín

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Qué bien explicado! Mayor claridad y detalle ya no posible.
Gracias Tao.
❤️

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Comentarios por Fosforilo

Gracias a ti. 🙂

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