Filed under: Uncategorized | Etiquetas: Budismo, conceptualidad, conocimiento, Meditacion, Practica, prajna, sabiduría, Vipassana
Bien, el conocimiento no-conceptual tiene muchas capas, miríadas. Considero conocimiento no conceptual hasta «saber caminar», ¿acaso no «se aprende» a caminar? fijaos que asumimos que es conocimiento.
Sí, claro, se aprende, por tanto es «saber», pero de un nivel no-conceptual tan lejano (de lo conceptual) que apenas nos lo parece. En este caso aprendemos a coordinar músculos y demás.
Pero todos vemos claro que «hablar o pensar sobre como se camina» no te ayuda mucho a aprender a caminar. Una vez entendido lo básico (conceptualmente), has de ponerte a ello…
Así que es evidente la gran frontera casi infranqueable entre el conocimiento conceptual y el no-conceptual. Y también es evidente que intuitivamente todos hemos reconocido que hay más formas de conocimiento aparte del conceptual o simbólico.
En espiritualidad nos encontramos esta limitación continuamente: leemos textos, hasta estamos de acuerdo (o tenemos fé), decidimos que sí, que es «eso», nos ponemos en marcha y … claro, nos caemos, no tenemos ni la menor idea de como caminar… la teoría no nos sirve de demasiado…
El caminar se ha de entrenar. Por repetición y por ensayo y error.
¿Entiendes ahora por que a ciertos ejercicios los llamamos entrenamiento mental?
Es por eso que sin entrenamiento mental, nunca, nunca podrás ir muy lejos en espiritualidad (aunque puedes ir relativamente lejos).
Sin entrenamiento mental, incluso si hay Despertar (que es posible, y más adelante veremos por qué) esa persona quedará anclada en el camino «del Ver» (que fundamentalmente requiere sabiduría pero no samadhi) y no avanzará en el cuarto camino, el del Bodhisattva/Arya, el meditativo, que requiere un dominio incremental de las situaciones de samadhi, incluso hasta llevar ciertos samadhis al día a día.
Hemos nombrado la «sabiduría», luego retomaremos esa palabra que equipararemos a prajna.
El conocimiento no conceptual va desde aprender a ejecutar algo físico (como caminar) hasta la frontera de lo conceptual. Cuando se acerca a lo conceptual se va sofisticando.
Pero no debes verlo solo como algo físico o muscular, por supuesto. A veces se habla de «aprender a vivir», bueno pues es justo eso. El budismo o las disciplinas espirituales te «enseñan a vivir» de una manera diferente a la habitual. Y ese «aprender a vivir» es no-conceptual, no podemos aprender a vivir de esa otra manera solo leyendo libros. Y ese nuevo «aprender a vivir» implica incluso cambios en como funciona tu mente, qué bloques funcionales son dominantes, cuales no y como se relacionan todos ellos. Eso cambia.
¡Ah! se me olvidaba. Igual que el ejecutor de lo conceptual lo llamamos intelecto, al ejecutor de lo no-conceptual aquí lo llamamos inteligencia.
No hay, por supuesto, ejecutor separado de la propia ejecución, como vimos hace poco pero tendremos que usar dualidad siempre que usemos lenguaje porque sino la transmisión de información se hace muy difícil. Los sutras más perfectos en su expresión son también los más difíciles de entender y más fáciles de malinterpretar (y a menudo aportan más en motivación que ayuda efectiva). Como hemos visto, también hay una base conceptual que debe entenderse.
Pero hay que aclarar siempre que la inteligencia no existe separada del propio conocimiento.
En budismo se usa la palabra vijnana, que se ha traducido de mil maneras para explicitar todo tipo de cognición o procesado mental, tanto conceptual como no-conceptual. Y es una palabra que suele traducirse como «consciencia» de forma bastante confusa, por ejemplo la «seis consciencias yogacara» (ver, oir, pensar…) son inicialmente vijnana en los textos sánscritos y por tanto son cognición del ver, cognición del oir, cognición de pensamiento, etc…
Es decir, el reconocer los objetos vistos, es vijnana, es cognición, es procesado mental y aquí se considera inteligencia y saber no-conceptual.
Idem con el resto de consciencias/Vijnana del modelo de ocho vijnanas Yogacara.
Usar la palabra «consciencia del ver» es confuso porque nos hace pensar en qualia, en el propio surgimiento de «lo visto» y no más que eso… pero sin procesado no hay vijnana. No es solo «la imagen». Vijnana del ver, es la imagen procesada.
(continua)
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