Filed under: Uncategorized | Etiquetas: Budismo, Lankavatara, Mahayana, Sutra, Vajrayana
La clase conocida como Arhats, son estos maestros dedicados y serios que pertenecen al grupo que retorna (se reencarna). Su penetración espiritual es de la sexta y séptima etapa (de los Bhumis del Bodhisattva). Han entendido profundamente la verdad de la ausencia de existencia inherente doble y la ausencia de imagen de la Realidad. Para ellos ya no existen la discriminación, la pasión, ni el orgullo del egoísmo. Han obtenido una profunda visión elevada y han penetrado la inmensidad de las tierras del Buda. Al obtener una percepción interna de la verdadera naturaleza de la Mente Universal, están purificando, firmemente, su energía-hábito. Los Arhats han obtenido emancipación, iluminación, los Dhyanas, los Samadhis y su completa atención se dirige al alcance del Nirvana, pero esta última idea causa perturbaciones mentales porque él tiene la idea errónea del Nirvana. En su mente, la noción del Nirvana está dividida: ha discriminado el Nirvana del ser y el del ser de los demás. Ha alcanzado algunos de los frutos de la conciencia de sí, pero continúa pensando y dialogando sobre los Dhyanas, los temas de meditación, los Samadhis, los frutos. Con orgullo dice: “Existen las cadenas, sin embargo me he liberado de ellas.” La suya es una falla doble por denunciar los vicios del ego y sin embargo se aferra a sus cadenas. Mientras que continúe discriminando las nociones de dhyana, la práctica de dhyana, los temas de dhyana, el recto conocimiento y la verdad, el estado mental queda perplejo y confuso, él no ha obtenido la emancipación perfecta. La emancipación llega aceptando la no-imagen.
Él es un maestro de Dhyana y entra en los Samadhis, pero, a fin de alcanzar las etapas más elevadas, hay que trascender Dhyana, lo inconmensurable, el mundo de la no-forma y la dicha de los Samadhis en los Samapattis que conducen a la cesación del pensamiento mismo. El practicante de dhyana, dhyana, el objeto de dhyana, la cesación del pensamiento, los que retornan una vez y los que nunca regresan, son estados confusos y divididos de la mente. Sólo cuando se haya abandonado toda discriminación habrá la perfecta emancipación. Por eso los Arhats, los maestros de dhyana, participando en los samadhis, pero no siendo sostenidos por los Budas, se abandonan a una dicha hipnotizadora de los Samadhis y entran en su Nirvana.
Los discípulos, los maestros y los Arhats pueden ascender hasta la sexta etapa. Perciben que el mundo triple es una manifestación de la mente y que no hay un llegar a ser apegado a las multiplicidades de los objetos externos, excepto a través de las discriminaciones y actividades de la mente misma. Perciben que no hay alma-ego y por eso obtienen una cierta tranquilidad. Sin embargo, ésta no es perfecta en cada minuto de sus vidas, porque en ellos existe algo que produce un efecto, algún apego y acción de apegarse, una huella de dualismo y egoísmo. Aunque se hayan apartado de la energía-hábito de la pasión, al intoxicarse con el vino de los Samadhis, tendrán su morada en el reino de las corrientes externas. La perfecta tranquilidad es posible sólo en la séptima etapa. Mientras que sus mentes estén confundidas, no pueden obtener una convicción clara relativa a la cesación de la multiplicidad y la realidad de la perfecta unidad de todas las cosas. Sus mentes se hallan confundidas y no pueden ir más allá de la sexta etapa porque siguen discriminando, entre buena y mala, la naturaleza inherente de las cosas. Sin embargo, en la sexta etapa cesa toda discriminación, al paso que ellos se embeben en la dicha de los Samadhis en que aprecian el pensamiento del Nirvana, que es posible en la sexta etapa, pasan a su Nirvana, que no es el de los Budas.
5 comentarios so far
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Me gusta mucho esta serie de textos del sutra. Muchas graciaaas!!!
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Comentario por jcentol9 29/04/2018 @ 9:09 amIgualmente, gracias por comentarlo. ❤
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Comentario por 道 29/04/2018 @ 10:21 amPara mi es un texto complicado… pero me gusta intentar pararme y tratar de entender lo que dice
Entiendo que un Arahat no es un ser «perfectamente iluminado» y por eso ha de reencarnarse nuevamente ¿es asi?
De algun modo es capaz de entrar «en la tierra de los Budas» (¿el tushita?) pero no consiguen quedarse ahí (por expresarlo de algún modo)
En algún sitio leí que estos Arahats retornaban porque era necesaria «su ayuda» en la evolución del resto de seres, pero eso ahora no lo veo tan claro… más bien lo veo como una contradicción en si misma…ya que de algún modo todo debería ser perfecto tal cual sucede dentro de la propia dualidad, y que simplemente «retornan» porque su evolución no ha concluido.
Es interesante la frase: «Aunque se hayan apartado de la energía-hábito de la pasión, al intoxicarse con el vino de los Samadhis, tendrán su morada en el reino de las corrientes externas»
Que da a entender que los propios Samadhis pueden ser un freno para alcanzar el siguiente escalón, donde realmente se perciba la Unidad y no haya juicio «de bueno» o malo… sino que realmente todo Es y sucede de manera perfecta.
Lo que es claro es que hay un sendero con etapas, que solamente puedes ir percibiendo con tu propia experiencia.
🙂
Gracias Tao!
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Comentario por piramider 03/05/2018 @ 1:06 amAnte todo muchas gracias 🙂
Comentas sobre conceptos que tienen un cierto nivel de ambigüedad en el budismo. Veamos.
Han existido diferentes opiniones al respecto. El budismo Theravada usa la palabra Arhant para indicar un individuo básicamente totalmente iluminado pero que no es el Buddha histórico (que es el único Buddha para el budismo Theravada).
En el budismo Mahayana suele considerarse que el Arhant es igualmente el practicante Theravada que ha concluido su camino (nirvana) pero se considera inferior al Bodhisattva a pesar de sus logros.
Esta es más bien la propuesta del Bodhisattva. El Aranhant en principio no retorna.
Dices bien, lo que ocurre es que el budismo Mahayana ve la cuestión de una forma diferente.
De alguna manera, el budismo Mahayana argumenta que existe un camino que respeta las enseñanzas de Buddha totalmente pero que es distinto al Theravada en diversos aspectos, especialmente (y por eso se le llama vehículo grande) porque asocia tu propia budeidad a la del resto de seres. Es decir solo dejarás de reencarnarte cuando puedan hacerlo también todos los seres. Por eso los Bodhisattvas se reencarnan, incluso los más avanzados, como el propio Dalai Lama que es una emanación de Avalokiteshvara.
Así es,sin duda. Los placeres del camino espiritual no dejan de ser placeres y deben tratarse con la misma cautela que todos los demás.
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Comentario por 道 03/05/2018 @ 4:44 pmGracias por la explicación Tao.
Al final se que son conceptos o interpretaciones que me pillan un poco lejos, y que de algún modo siempre me han fascinado… aunque creo que siempre está bien tenerlos en el horizonte y que las piezas vayan encajando solas para poder «entenderlo».
un abrazo
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Comentario por piramider 04/05/2018 @ 1:22 pm