Filed under: Uncategorized
Uno puede estar presente y consciente.
O puede estar perdido en sus ensoñaciones, ausente y reactivo.
Pero nunca en un estado intermedio.
O todo o nada.
Cambias de una a otra. Pero no sabes como cambias.
Crees saberlo, pero cuando estás presente…
¿puedes conscientemente pasar a estar ausente?
No, no puedes, no sabes.
Y cuando estás ausente, ¿sabes acaso qué te hace volver a estar presente?
Quizá lo sabes, quizá no lo sabes o quizá crees que lo sabes pero estás confudido,
pero si realmente lo sabes, sabes que no eres tú porque…
tú no sabes cambiar de una mente a otra.
Tú eres una de esas mentes.
Y también la otra.
Pero nunca algo intermedio.
¿Cómo podrías pues hacer el cambio?
No existe un punto intermedio, ni conexión, ni evolución, ni movimiento gradual entre los momentos en que estás conscientemente presente y los momentos en los que estás perdido en tus ensoñaciones…
Son dos «mentes» disjuntas compartiendo Alaya y ambas creyendo ser tú.
Y de esa misma manera no existe un punto intermedio, ni conexión, ni evolución, ni movimiento gradual de uno al otro, entre esas mentes ordinarias y la mente despierta.
Es posible, después de la apertura inicial, oscilar entre las tres situaciones, inconsciencia, consciencia y mente despierta.
Igual que ahora ya oscilas continuamente entre la inconsciencia reactiva y ese observador consciente.
Pero tampoco existe ningún punto intermedio, ni de evolución gradual, entre ellos.
Ninguno.
La mente búdica o despierta, lo que por aquí llamamos yo-consciente, no surge por ninguna evolución gradual desde la mente del mindfulness, es decir la mente presente y consciente.
Es, o todo o nada.
Por perfeccionada que tengamos esa mente consciente pero ordinaria del mindfulness, del vivir en el ahora, del estar presente, del vivir consciente, del no perdernos en ensoñaciones…
…por perfeccionada que la tengamos, está siempre a la misma distancia de la mente despierta o búdica.
Y esa distancia es infinita pues no tienen conexión alguna.
¿Cómo podría cruzarla un entrenamiento gradual del tipo que sea? ¿por largo que sea? ¿por perfecto que sea? ¿cómo puede tenderse un puente si nada puede estar a medio camino? Nada puede atravesarlo.
La mente despierta, al igual que la mente ordinaria, puede ir y venir, estar o no estar, si no ha sido estabilizada, pero nunca hay un estadio intermedio entre ambas.
Nunca existió un medio-budha.
Todo o nada.
Cuando algo puede estar en A o en B pero en ningún punto intermedio decimos que debe haber un salto cuántico.
Salta.
12 comentarios so far
Deja un comentario
Todo el mundo tiene momentos en los que accede a la mente despierta, en los que es realmente uno mismo, aunque nos pasen desapercibidos. Y son esos en los que un acto cualquiera, de los que haces habitualmente como un autómata se convierten en un absoluto, de subjetividad en estado de consciencia pura.
A veces una simple taza de café es todo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Comentario por hapax 19/11/2017 @ 12:58 pmCierto, eso ocurre. La doble dificultad es: reconocerlo como lo que es, y saber volver a él.
Resueltos esos dos escollos, la evolución espiritual puede ocurrir, pues ya es una mera cuestión de dedicación.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Comentario por 道 20/11/2017 @ 8:08 am…y saber volver a él… ¿Y cómo se resuelve ese escollo?
Me gustaLe gusta a 1 persona
Comentario por Siete 20/11/2017 @ 12:02 pmAunque parezca mentira el escollo inicial es el más raro (lo que suele llamarse difícil). Es decir, reconocer acertadamente «donde has de volver».
Si el reconocimiento ha sido certero, «volver» no es tan difícil, quizá requiera de un mínimo de asesoria por parte de un maestro pero no lo es tanto.
En muchos casos, no hay retorno fácil a pesar de los consejos de alguien que conozca esa mente, porque realmente no se habia identificado correctamente la mente despierta. Ejemplos de confusión podrían ser con experiencias energéticas (kundalini, corazón, Hara), sueños, la mente del mindfulness (lo que llamamos testigo consciente), etc…
Luego nos queda la tarea de aplicar seriedad y valentía a retornar una y otra vez las 24 horas del día. Por miedo que nos dé la vacuidad (aunque es no-conceptualidad), y puede darlo, pues parece que vayas a desaparecer o vovlerte totalmente inoperante en este mundo.
Espero haber ayudado.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Comentario por 道 20/11/2017 @ 1:01 pmClaro que has ayudado, como siempre!!
Gracias, un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Comentario por Siete 20/11/2017 @ 1:16 pmpuede resultar una paradoja pero el que quiere volver es el mismo estado mental que nos ha llamado al orden para abandonar aquel otro estado «peligroso»
Me gustaLe gusta a 1 persona
Comentario por hapax 20/11/2017 @ 4:42 pmQuisiera aclarar, que la confusión de lo que podríamos llamar «mente realizada» con la «mente del mindfulness» (lo que aquí llamamos testigo consciente) está extendidiísima y ese hecho es normal y comprensible, pues ambas mentes comparten una característica fundamental:
La diferencia entre ambas mentes, como hemos dicho hace un tiempo, no es la no-conceptualidad confundida con no-dualidad, sino que es que la mente del mindfulness siempre existe apegada a un contenido mental y la mente realizada no.
¿Cómo podemos distiguirlas?
Lo primero es que, si nunca has tenido la sensación de «un tercer estado mental», olvídate. Aún no la has captado. No es tan difícil darse cuenta de que estás «en un tercer estado mental» no ordinario… Si tienes dudas, es que no estás ahí. Es duro, pero es así (hace años una persona me dijo justo lo mismo, y acertaba…)
Si dudas, no estás ahí.
Y si la has vivido, dejando de lado cualquier contenido mental (energías, sueños, kundalinis, visiones, etc…) dejando todo eso de lado, la sensación siempre ha de acercarse a «solo ser», más allá de si hay o no hay contenidos mentales presentes.
De alguna manera la mente del mindfulnes no tiene opción y siempre se apega como un imán a los contenidos mentales. Por eso es tan duro el mindfulness, es una lucha continua. De hecho el mindfulness es usar la atención para bloquear artificialmente los contenidos mentales. De ahí su dureza. Y en cuanto flaqueas, aparecen te absuerben totalmente.
La mente realizada puede estar o no estar, y estabilizarla lleva tiempo, pero cuando está no hay lucha alguna. Cualquier contenido mental puede estar presente y tú puedes observarlo sin apego. Y el mantenimiento de la mente realizada no requiere de un bloqueo de contenido mental alguno, por tanto se vive de forma natural…
Este es un indicador relevamte.
De hecho creo que este comentario es relevante, creo que lo subiré a la categoria de entrada del blog ampliado….
Me gustaLe gusta a 4 personas
Comentario por 道 20/11/2017 @ 1:26 pm#De hecho creo que este comentario es relevante, creo que lo subiré a la categoria de entrada del blog ampliado….#
Voto por ello!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Comentario por ewilius 20/11/2017 @ 6:31 pmMuy aclarador!!
Saltemos pues 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Comentario por ewilius 19/11/2017 @ 3:09 pmEn A o en B e incómodo si has visto A y vuelves a B, sin saber como entraste a A, como saliste, como volviste a B, como volver a A, en la inestabilidad que narras.
En efecto no parece estar a nuestra disposición cuando el cerebro «decide» quitarnos la atención ni cuando despistados decide «devolverla».
Gracias!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Comentario por Jose 19/11/2017 @ 10:39 pmPor eso decía Dogen que la Práctica es Realización, no?
Me gustaLe gusta a 2 personas
Comentario por marcos 20/11/2017 @ 12:04 amCorrecto.
Vivida la mente realizada, a nivel interior la resolución ya ha ocurrido, por tanto no es del todo alocado decir que uno ya es Buddha, como decía el mismo Huineng tras oir el sutra del Diamante.
Por tanto si entendemos por shikantaza el reposo en la mente realizada, entonces es práctica-realización.
El asunto es ¿cuando gente que dice estar haciendo shikantaza está reposando en la mente realizada? (o mejor dicho: repossando COMO mente realizada)
Me gustaMe gusta
Comentario por 道 20/11/2017 @ 8:11 am