Vayamos ahora a nuestra especialidad como seres humanos. Aquello que es nuestro infierno exclusivo: el intelecto, el lenguaje interior y exterior. Los conceptos.
Un arma suprema evolutívamente hablando pero que a cambio construye nuestro infierno particular. Recuerda que la naturaleza está interesada en tu reproducción y en la selección natural, en absoluto está interesada en tu felicidad o paz… y se nota…
El intelecto tiene una característica intrínseca, denunciada hace siglos por la doctrina madyamika: construye entidades por doquier, donde no las ha habido nunca.
Usando terminología budista, todo concepto es vácuo. No hay esencia de ese “concepto” dentro de cualquier concepto. De cualquiera. No hace falta concretar más, absolutamente ningún concepto que puedas nombrar tiene esencia de lo que dices que es… Por eso el budismo Mahayana amplió el concepto de no-yo al “sello” que dice que todo, todo es “sin-ser”.
Y ocurre que no podemos decir absolutamente nada sin construir una entidad, sea sujeto u objeto.
Y si la realidad no contiene ninguna entidad, ninguna, pues todo es compuesto y efímero. Todo lo que decimos es incorrecto en parte (o en todo), lo que seguro que no es, es ser absolutamente cierto.
Todo fluye y se mezcla, somos líquidos o gases mezclándonos a cada instante, nada que puedas atrapar mucho tiempo. No hay conceptos estancos. Es decir, el universo también está fragmentado. Cualquier cosa en la que pienses es compuesta y no contiene en lugar alguno su “esencia” de ser tal cosa…
Una de las formas más brillantes en que se ha expresado esto es la frase de Dogen diciendo que la primavera no se convierte en verano, ni este en otoño.
Porque obviamente no existe algo llamado “la primavera” en lugar alguno… y aunque nos cuesta más verlo, todo lo demás, todos los demás conceptos, son también así…
Así pues tenemos aquí otra dicotomía tremendamente interesante:
Tenemos una herramienta suprema, que funciona de maravilla, tanto que se ha convertido en casi nuestra vida completa.
Y sin embargo, todo, todo lo que afirma es o parcial o totalmente falso.
Cuando sea totalmente falso no nos servirá para sobrevivir. Como cuando digo que «si salto desde el terrado de casa volaré».
Pero si solo es parcialmente falsa sí, como cuando digo «si salto desde el primer piso sobreviviré». Es una hipótesis razonable…
Así pues damos por buena la herramienta y comenzamos a construir un edificio de conceptos…
Si decir «manzana» es parcialmente falso pero poco, solo una simplificación aceptable… decir «la paz mundial» es una ridiculez sin pies ni cabeza. Ya hemos ido demasiado lejos, tal cosa no existe ni por aproximación, y para cada persona es alguna idea totalmente diferente…
Lo mismo podríamos decir de términos que creemos a pie juntillas como «Iluminación». Cuánto menos directamente mapeable a un objeto de tu percepción sensorial sea una palabra, más falsa es, más se aleja de la realidad, más entelequía es, más a engaño nos lleva.
Bueno, retomemos, porque hay tanto que explicar que podríamos no acabar nunca.
Llegamos entonces a uno de esos conceptos que realmente no significa nada:
«Yo»
(continua)
3 comentarios so far
Deja un comentario
Buena manera de terminar el capitulo, así nos quedamos con las ganas de más 😃😃
Me gustaLe gusta a 2 personas
Comentario por ewilius 05/04/2017 @ 1:04 pmTensión argumental 🙂
Me gustaLe gusta a 2 personas
Comentario por 道 05/04/2017 @ 5:29 pm😀
https://polldaddy.com/js/rating/rating.js
Me gustaLe gusta a 1 persona
Comentario por Lameloide 21/04/2017 @ 4:38 am