– Ahora me ves, ahora no me ves. Yo también soy viento. Debes saber que estar o no estar, ser o no ser, son solo cuestiones menores. La energía es la clave.
Y justo en ese momento desapareció para reaparecer con cuerpo y todo, tras Alicia, y resultó ¡¡que llevaba una túnica también granate!!!
La Reina preguntó:
– ¿Tú sabes donde encontrar al viento?, se me hace tarde y debo cortarle la cabeza.
– Oh, sí claro que lo sé, pero es esa una enseñanza secreta. Primero tenemos que hacer un ritual de iniciación.
– Te digo que se me hace tarde, gato… ¿quieres conservar tu cabeza? – dijo con una mirada preocupante…
– Se agradecería, desgraciadamente no puedo mostrarte como cortar la cabeza al viento si antes no hacemos una iniciación gatántrica. Para abrir tus chakras y todo eso, ya sabes, lo normal… Tras la iniciación secreta podrás cortarle la cabeza y liberarte por fin de él pero antes debo vendarte los ojos.
Alicia hacía rato que había desconectado de aburrimiento y parecía dormirse. Al oir eso apenas levantó un ceja.
– ¡No vas ni a tocarme un pelo, gato loco! – dijo la Reina de corazones.
Entonces Alicia notó algo que le hacía cosquillas.
– Mi Reina, creo que ha vuelto.
Y así era, se estaba levantando algo de viento…
La Reina miró a su alrededor con nerviosismo.
-¡Lo noto! ¡Pero no lo veo! ¡es invisible! ¡inatrapable! ¡no hay nada más misterioso en este universo!
Su escolta, que eran en concreto el cinco y el siete de picas, daban unos pasos atrás y miraban a su alrededor sorprendidos… La Reina se giró y salió corriendo hacia el palacio….
Alicia susurraba para sí misma: «la que lían por un poco de viento».
Pero el viento soplaba y soplaba y soplaba cada vez más fuerte hasta levantar todas las hojas y las cartas, el cinco, el siete, a la reina, al sombrerero, los libros, el gato… y hasta a Alicia…
Todos y todas volaban por el aire…
La reina no paraba de gritar «¡¡que le corten la cabeza!!», mientras el sombrerero volaba horrorizado intentando recoger sus retales de papel, y el gato de Cheshire ahora hacía posturas de yoga mientras flotaba y cantaba algo así com «ommiaupadmemiau«.
Alicia se tapó la cara con las manos mientras el viento la movía de un lado a otro del jardín, ahora ya en círculos, como en pleno tornado que se aceleraba y aceleraba… y antes de desaparecer en el cielo me pareció oir que decía:
– Dios mio, ¡cuánta paciencia!
Entonces desperté.
4 comentarios so far
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Estaba releyendo y …
Nada , que Felices fiestas , si no lo escribo me da algo Tao.
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Comentario por ewilius 24/12/2016 @ 11:26 pmJa, ja. Igualmente. 🙂
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Comentario por 道 25/12/2016 @ 7:45 amFelices fiestas y mucho amor
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Comentario por bernat 25/12/2016 @ 9:33 pm❤ 🙂
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Comentario por 道 26/12/2016 @ 6:56 am