Alicia sentada en un banco del jardín veía acercarse a la reina de corazones flanqueada por su séquito, arrastrando sus pies apenas visibles bajo las hojas secas del otoño que cubrían el cesped.
– Odio estas hojas, ¿quién ha osado tirar toda esta basura en el jardín de la Reina? – exclamó la Reina al llegar frente a Alicia.
– Mi reina, al ser otoño y secarse las hojas en las ramas, el viento las ha tirado con facilidad – explicó Alicia.
– ¡Que le corten la cabeza!!! – gritó
– Mi reina, no se puede cortar la cabeza al viento.
– ¿Cómo que no? ¿por qué? ¡pues que lo encierren!!!
– Nadie puede encerrar al viento.
– ¿Cómo? ¿es inatrapable?
– Sí, en cierta manera.
– ¡Increible! ¿dónde se esconde?
– No está, ahora no hay viento.
– Bien, no está aquí, pero ¿dónde fué?
– No fué a parte alguna, simplemente ahora no está.
– ¿Ha dejado de existir pues? ¿murió? ¡Me alegro!
– No, no, no ha muerto, nunca ha estado vivo. Bueno, está aquí mismo en cierta manera, pero no está ahora.
– Niña, ¿me tomas el pelo? ¿Existe o no existe? ¿está o no está? ¿vive o no vive? ¿es inatrapable? Jovencita solo te falta decirme que está en todas partes, ese engendro al que llamas viento.
– Uhm, sí, en cierta manera está en todas partes.
La Reina calló unos instantes.
El sombrerero loco a su derecha, que vestía hoy un precioso traje azafrán, muy a la última, dijo:
– ¡Esperad! algo he leido al respecto. Creo que es un Ser un tanto especial. Casi un dios. En el bolsillo creo llevar algo que nos aclarará el tema.
– No es un Ser – susurró Alicia, pero nadie la oía. Ahora todos se giraban con interés hacía el sombrerero.
(continua)
2 comentarios so far
Deja un comentario
me encanta!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Comentario por anemikaela 21/12/2016 @ 3:59 pmMuchas gracias. Espero que las otras dos partes no sean demasiado «técnicas» 😀
Un abrazo
Me gustaMe gusta
Comentario por 道 21/12/2016 @ 4:06 pm