Filed under: Descripcions, Uncategorized | Etiquetas: conceptualidad, efecto óptico, Espiritualidad, Percepción, realizacion, Texto propio
Ampliación de un comentario a Ewilius:
Lo que sigue afecta sobretodo a la visión, quizá porque somos seres básicamente visuales. Los nombres son simplemente a efectos de identificación, etiquetas, no quieren ir más allá de eso.
Lo que es apasionante es que estos cambios perceptivos no ocurren por cambios o prácticas sobre cómo percibimos, sino debido a cambios y prácticas sobre el sujeto perceptor.
Percepción conceptual
Es nuestra forma de visión habitual.
No hay nada que deba explicarte sobre lo que es, lo que sí es interesante destacar es que aunque no nos demos cuenta existe siempre una capa invisible conceptual sobre nuestra percepción.
Un ejemplo práctico: Te resulta imposible o muy difícil mirar letras y no ver letras, aunque solo son rayas negras no puedes verlas solo como rayas negras, la interpretación de ellas es inmediata y casi inevitable. En cambio, si no sabes chino o árabe, cuando miras su escritura solo ves rayas negras. Eso es la capa conceptual en plena acción. Estas viendo exactamente de la misma manera pero hay interpretación conceptual o no la hay.
Ocurre con todo, no puedes mirar una forma negra moviéndose y no identificarla de inmediato como «perro corriendo».
Cuantas veces has mirado algo y no lo has sabido interpretar «¿qué es eso?» y apenas son manchas de colores, luego se mueve un poco y «¡bingo!» era un gato. Y ya solo puedes ver el gato… ya solo puedes interpretar… y sin embargo, interpretemos o no, siempre vemos más o menos igual.
Sutil ¿no?
Ocurre también con algunas ilusiones ópticas, o interpretas una cosa o interpretas otra, pero la imagen objetiva es siempre la misma:
¿Copa o caras?:
¿Puedes cambiar hacia qué lado gira la bailarina?
Estos ejemplos muestran que la visión no es un hecho objetivo, hay una capa interpretativa invisible sobre ella. La visión es interpretada, no es tan directa como creemos.
Tu percepción visual pura realmente es solo como un cuadro de manchas de colores pero al interpretarse se vuelve como una miríada de objetos conceptuales desgajados de un fondo (todo deducido y extrapolado por el cerebro).
Los dos cambios que se describen a continuación como otros muchos cambios de consciencia, ocurren al principio en flashes sorprendentes y más tarde pueden estabilizarse, hacerse naturales y hasta ordinarios.
Es importante dejar claro que «siempre ves igual» desde le punto de vista objetivo, es decir de cuantas y de que forma son las «manchas de colores». La cualidad del cambio es tan sutil como la diferencia entre mirar letras conocidas o escritura árabe, solo hay sutiles cambios en la cualidad de lo que ves, prácticamente imposible describirlos. Pero lo intentaremos.
(continua)
4 comentarios so far
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< Lo que es apasionante es que estos cambios perceptivos no ocurren por cambios o prácticas sobre cómo percibimos, sino debido a cambios y prácticas sobre el sujeto perceptor.>
¿ A que te refieres como sujeto perceptor?
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Comentario por ewilius 01/05/2016 @ 8:50 pmSí, lo veremos un poco, pero estos cambios ocurren por realizaciones y prácticas que afectan al sujeto, es decir al que percibe. Por ejemplo, cuando se realiza que no eres pensamientos, esto aparentemente poco debería tener que ver con cómo percibes, sin embargo cambia cómo se percibe…
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Comentario por 道 02/05/2016 @ 7:16 amBorges ironizó sobre que todas clasificación conceptual es una convención tan acertada o tan loca como esta:
«[…]Esas ambigüedades, redundancias y deficiencias recuerdan las que el doctor Franz Kuhn atribuye a cierta enciclopedia china que se titula Emporio celestial de conocimientos benévolos. En sus remotas páginas está escrito que los animales se dividen en (a) pertenecientes al Emperador, (b) embalsamados, (c) amaestrados, (d) lechones, (e) sirenas, (f) fabulosos, (g) perros sueltos, (h) incluidos en esta clasificación, (i) que se agitan como locos, (j) innumerables, (k) dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello, (1) etcétera, (m) que acaban de romper el jarrón, (n) que de lejos parecen moscas.»
:), este párrafo siempre me hace reir
[*]http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/opin/el_idioma_analitico_de_john_wilkins.htm
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Comentario por victor 24/05/2016 @ 6:55 pmSi bien toda conceptualización es una aproximación (clasifique o no), no todas deberían considerarse iguales. Pues unas, siendo falsas también, son útiles y otras, siendo igualmente falsas, no lo son.
SI me preguntas una camino y en lugar de decirte que vayas a la izquierda te digo que vayas a la derecha. El resultado no es el mismo 🙂 y varía en su utilidad.
Si digo que «el amarillo» es un concepto y por tanto potencialmente falso si lo tomamos como una realidad absoluta, no es lo mismo y no dará los mismos resultados que si aseguro que el color del limón es exactamente el mismo que el de la sandía.
Es decir, cuidado con el nihilismo conceptual, porque como casi todos los nihilismos es una postura atrayente por extrema pero falaz. Lo conceptual es falso siempre y por tanto debe ser considerado solo en su faceta utilitaria y aproximativa (que apunta pero no acierta), pero debe ser considerado en su faceta utilitaria considerando qué queda más cerca de aquello a lo que apunta y qué queda más lejos.
Al final Toda, toda doctrina espiritual es solo una formulación conceptual más o menos afortunada y que dada tu situación kármica mental (tus esquemas mentales) va a ser más acertada o menos, te va a dirigir a la derecha cuando deberías ir a la izquierda o te va a dirigir por el buen camino.
Y fíjate que digo que no solo el tema es difuso porque el concepto es difuso, sino porque además Tu interpretación del concepto va a ser necesariamente subjetivo.
Un abrazo
PD: Soy un fan rendido de J. L. Borges 🙂
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Comentario por 道 25/05/2016 @ 4:32 pm