Filed under: Fragments | Etiquetas: amor, Consciencia, Despertar, Diario, Espiritualidad, J. Krishnamurti, Texto ajeno
El amor no es una cosa común, pero estaba ahí en la choza alumbrada por una lámpara de aceite; estaba con esa mujer ya anciana que iba cargando algo pesado sobre la cabeza; con ese niño desnudo que llevaba un pedazo de madera atado a un trozo de cuerda y lo balanceaba, y la madera despedía chispas que eran para él sus fuegos artificiales. Estaba en todas partes, tan simple que uno podía encontrarlo bajo una hoja muerta o en aquel jazmín junto a la vieja casa que se desmoronaba. Pero todo el mundo se hallaba atareado, perdido en sus ocupaciones. Aquello estaba ahí llenando el corazón, la mente y el cielo; permanecía en uno y ya nunca lo abandonaría. Sólo hay que morir a todo, sin dejar raíces, sin una lágrima. Entonces ello vendrá a nosotros si somos afortunados y hemos dejado para siempre de correr tras de ello implorando, esperando, llorando. Indiferentes hacia ello pero sin dolor, y habiendo dejado atrás y muy lejos el pensamiento. Y ello estará ahí, como en esa polvorienta, oscura carretera.
-J. Krishnamurti
1 comentario so far
Deja un comentario
Morir para nacer!… Gracias
Me gustaLe gusta a 1 persona
Comentario por Manuel García 25/04/2016 @ 12:24 am