El blog de 道


Las vías directas y la situación kármica (y II)

Pero se han construido prejuicios contra las sadhanas cosa que mantiene a muchos individuales dando cabezazos contra el muro de la «realización directa», muro que quizá algunos no podrán atravesar nunca (otros sí).

Porque una creencia implícita en ciertas formas de encarar las vías directas es que  «todos somos iguales ante el Despertar» y desgraciadamente no es así. Y al creer eso, no se tienen en cuenta las situaciones kármicas de cada individual. No todos somos iguales ante el Despertar porque no vivimos las mismas condiciones.

Y esto no debe convertirse en una cuestión de más o menos ego, pues nadie, nadie despierta por méritos propios, dado que tal cosa como «un mérito propio» no existe. Cualquier mérito que veas en ti, si lo investigas, verás que te viene regalado por la vida. Ningún mérito es tuyo. Simplemente las circunstancias en cada individual son diferentes.

De la frase de Ortega y Gasset: «Yo soy yo y mis circunstancias», sobran los yoes, «Eres tus circunstancias», y lo que no son las circunstancias es tu esencia pero no es un objeto y no pertenece a la dimensión fenoménica. Todo lo fenoménico que puedas ser, son circunstancias (es decir situación kármica).

Lo que ocurre a X puede muy bien no ocurrirte jamás a ti. Porque no vive igual un pastor del Pirineo soltero, que un trader de la bolsa con familia numerosa metido en política…

Huineng despertó ante la primera exposición a la verdad que tuvo (un sutra). Este ya sabemos seguro que no va a ser nuestro caso si ya hemos estado sometidos a esa exposición y no hemos despertado. Entonces ¿cómo seguimos?

Otra creencia extendida es aquella de la que ya hemos hablado tanto de que «la práctica refuerza el sujeto». Lo cual es obviamente falso. De hecho hay prácticas extremadamente eficientes debilitando el sujeto, relacionadas con la no-intencionalidad y lo serán aún más tras despertar, o quedaremos en aguas estancadas…

También ocurre a veces que un individual no ha sido capaz de encontrar la adecuada actitud de perseverancia-calmada en su meditación y eso le ha agotado, y llevado a creer que «la práctica me estresa». Lo cual en su caso es cierto, desgraciadamente… en este caso había exceso de interés por los resultados.

En otro orden de cosas, el entender el «nada que hacer» (que es una instrucción tremendamente fácil de malinterpretar) como «voy a seguir haciendo lo mismo de siempre, voy a seguir con mi vida de estrés y apegos» es un gran inhibidor para el cambio de tu situación kármica.

Los automatismos y tendencias kármicas oscurecedoras son fuertes tras décadas de  auto-ignorancia… De una manera u otra van a tener que cambiar si quieres liberarte, y no parece que se vayan a ir solas… Al contrario, incluso como buscador espiritual pueden seguir creciendo, y lo hacen…

Muchos grandes maestros clásicos cambiaron notablemente su vida… Algunos incluso lo abandonaron todo (que no es sadhana pero es otra forma de intentar cambiar tu situación kármica radicalmente).

«Hacer nada» no es posible. Durante el día vas a pensar y hacer  mil cosas, sí o sí. Cuales sean y con que actitud mental las hagas marcarán la diferencia.

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