El blog de 道


+ sobre el esfuerzo y el sujeto
23/01/2015, 4:30 pm
Filed under: Reflexions | Etiquetas: , , , , ,

A menudo se dice que el esfuerzo refuerza el sujeto y esa teoría se usa para descartar, de nuevo, la meditación.

Primero aclarar que aquí no hablamos de esfuerzo o cansancio físico sino mental…

Es cierto que el esfuerzo refuerza la idea de sujeto o mejor dicho, solo aparecerá sensación de esfuerzo cuando exista idea de sujeto.

Porque esa sensación de esfuerzo, es simplemente el agotamiento que produce la acumulación de miles de momentos en que nos sentimos «frustrados» porque las cosas no van como esperábamos o porque nos preocupa algo del futuro…

No hay otro esfuerzo.

El esfuerzo entendido como una voluntad actuando y cansándose es un error de apreciación.

No hay hacedor, no hay voluntad y por tanto no hay un «músculo» mental que sea la voluntad o el esfuerzo y que «movemos» cada vez que queremos lograr algo. O que debamos entrenar para tener «más voluntad».

Como no hay ese «músculo mental», ese músculo inexistente no puede cansarse ni mejorarse. La voluntad no se cansa, ni se agota pero tampoco se mejora. Porque no existe. Pero sí existen condiciones que nos harán persistir más, que nos motivarán más o menos a repetir sesiones de meditación o a alargarlas… pero son externas o de origen indirectamente externo, por ejemplo leer un autor que nos entusiasme o ver un maestro que nos haga creer que la liberación es posible con su magnetismo.

Así pues cuando decimos «eso me agota», en realidad estamos diciendo «mi resistencia a eso me hace sufrir y ya estoy agotado de sufrir».

Por eso un maestro puede mirarte mal si le hablas de «lo mucho que te esfuerzas», pues él, aunque medite 15 horas seguidas, quizá puede cansarse, pero no realiza esfuerzo, su mente sigue relajada y sin tensiones.

Tú realizas algo que llamas «esfuerzo» cada vez que reflexionas sobre la sesión de meditación y no la encuentras perfecta… sufres y te agotas o cuando te monitorizas continuamente juzgando negativamente cada pensamiento que aparece, cuando piensas que «no consigues nada», etc…

Y por eso, Nisargadatta siempre solía amonestar a sus discípulos cuando le hablaban de esfuerzo pero no porque no les pidiera que practiquen (pues lo pedía), sino porque esfuerzo implica que juzgas tu práctica, o que ansías una práctica diferente o que te lamentas por supuestos errores pasados, etc… Resumiendo, porque «despiertas» al sujeto continuamente.

El que simplemente practica, sin añadir nada, sin juzgar, ni ansiar, no se esfuerza, no se cansa y no refuerza el sujeto.

Pues sin ningún esfuerzo la hierba crece y las cosas son hechas.


7 comentarios so far
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Este post es verdaderamente una patada en el culo. ¡¡Levántate!!.
Gratitud.

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Comentarios por marcos

Me ha encantado, gracias 🙂

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Comentarios por maikerutenshi

La frase final del post me ha recordado, sin mucho esfuerzo, esta sentencia atribuida a Dogen:

«Las flores se deshojan aunque las amemos, las malas hierbas crecen aunque las aborrezcamos; es así»

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Comentarios por jordi_morrós

Estimado Jordi, la frase no es atribuida a Dogen, es de Dogen, del Genjo Koan en concreto; y en realidad su sentido es inverso al de la última frase de este post. En la última frase de este post el punto de vista que se adopta es el de la hierba en sí misma, que no se plantea, ni prefiere nada; como en el poema de Silesius en que «la rosa florece porque florece». En cambio en la frase de Dogen el punto de vista es el del sujeto discriminante, al que unas cosas le gustan y otras no. Dogen con ello quiere indicar que, más allá de nuestros deseos y de nuestras fantasías, la realidad está ahí y es como es nos guste o no, en tanto que sujetos discriminantes, es decir en tanto que humanos. Un abrazo.

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Comentarios por Roberto

Muchas gracias por tu explicación Roberto.

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Comentarios por jordi_morrós

En realidad para Dogen la dimensión del esfuerzo intencional por parte del practicante es necesaria desde el inicio y para siempre, como podemos ver, por ejemplo en el texto fundacional de su enseñanza, el Fukanzazengi, escrito inmediatamente después de su regreso de China. Para Dogen el sujeto inmerso en la ignorancia y el sujeto despertado a la verdad absoluta coexisten, y por ello la necesidad del esfuerzo en la práctica es necesario siempre; no para alcanzar el despertar, la «iluminación», pues la iluminación en Dogen no es algo que tengamos que alcanzar, estamos iluminados ya desde el principio, sino para remover los obstáculos inherentes a nuestra naturaleza egoísta posibilitando que la realización, el despertar se expresen.

Esto es difícil de entender desde un punto de vista de vista racional. Solamente tras un cierto tiempo de práctica sincera, desinteresada y confiada nos es dado ver con claridad como esfuerzo y no-esfuerzo no son dimensiones opuestas, sino que pueden coexistir en un mismo instante.

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Comentarios por Roberto

Un artículo científico muy interesante sobre el valor de la ausencia de esfuerzo:

https://redescuanticas.wordpress.com/2015/01/28/el-origen-de-las-ideas/

Todo el artículo, siendo científico, coincide perfectamente con todas las ideas que se tratan por aquí.

Las dos mentes que cita, son las que será necesario unificar. Es otra forma de dualidad…

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