Filed under: Reflexions | Etiquetas: Espiritualidad, Meditacion, mindfulness, Practica, Texto propio
Cuanta gente se lamenta de que no «triunfa» con esto de la meditación y el mindfulness. Que no «le sale», que no es «lo suyo», que «no se le da bien», no «va con él» y abandona.
Lo que es paradójico es que en «esto», como en todo, no se puede fallar más que… más que si te planteas objetivos…
Así pues la persona no debería decir «no me sale» o «no se me da bien» sino «no he conseguido dejar de tener objetivos y aspiraciones también en esto…»
La persona ataca todos sus problema igual, peca siempre de lo mismo: técnica, control, esfuerzo y objetivos. Y malinterpreta el mensaje de los sabios una y otra vez. Construye una visión egoica de todo. En el caso de la meditación se hace una idea de que la cosa es aproximadamente así:
“Vale, ya tengo la receta para la felicidad, la he leído de los que saben así que debe ser cierta, debo seguir la técnica XXX estrictamente, he de estar presente todo el día, y si lo consigo al 100% seré feliz o estaré iluminado, vamos ¡a por ello a tope!”
Entonces, empieza y le resulta imposible no ir midiendo si está presente mucho o poco, si cada día lo está más o menos, se esfuerza y sufre ante los fallos, recaídas, etc… Habrá alguien muy perfeccionista que hasta se apunte los “fallos” diarios y vaya viendo si cada vez hace menos… O incluso hay quien mide cuantos minutos «aguanta» meditando al día…
Ha logrado convertir esa meditación en exactamente lo mismo que su vida, por ejemplo, laboral: objetivos, deseos, esfuerzo, frustraciones, la creencia de como se obtiene la felicidad, una teoría de la felicidad puesta en el futuro (y no en el ahora), etc…
Y claro, obtiene la misma insatisfacción que en la “otra” vida. Ya decía Einstein que repetir siempre lo mismo y esperar resultados diferentes era una locura…
El problema para la práctica es precisamente establecer todo eso que hemos comentado (objetivos, esfuerzo, implicaciones, controles, técnicas y optimizaciones) y el apego a ello, especialmente a la meta o la aversión al “error” (que en realidad no existe)… Eso es lo que nos hizo ya desgraciados en “la otra” vida…
¿Entonces?
No es que esté mal desear ser feliz, es inevitable, al menos al principio, mientras estemos en el Samsara. De hecho es el factor motivador más habitual para iniciar el viaje de vuelta a la fuente. Pero hay que conseguir el delicado equilibrio entre no abandonar la práctica por falta de interés (sea la que sea) y que esta no se contamine de los mismos ticks que ya nos están haciendo desgraciados ahora, como establecer objetivos o valoraciones de práctica bien hecha vs. práctica mal hecha. Pues llevarán a, simplemente, una práctica igual de desgraciada que el resto de tus actividades diarias pues está cortada justo por el mismo patrón…
Imagina ver a alguien nervioso, casi histérico y gritarle bien fuerte: “¡Tranquilizate!!!” y, claro, lo ponemos más nervioso 🙂 Eso nunca funciona ¿verdad?
Lo mismo hacemos con los pensamientos cada vez que “queremos” estar más tranquilos.
No “quieras”…
Meditar e incluso el mindfulness durante el día, han de ser principalmente una práctica de abandonar: abandonar objetivos, apegos, incluso abandonar el propio pensamiento, pero no reprimir nada de eso, simplemente verlo, dejarlo pasar y abandonarlo.
Para “dejar pasar” debes “ver”, evita “no-ver”, pero evita también “ver” para “juzgar”.
Deja pasar especialmente la frustración de cualquier idea de fracaso, deja pasar incluso la idea de que puede haber fracaso, deja pasar el esfuerzo y la necesidad de hacer esfuerzo. No te aferres a nada, ni siquiera al deseo de la perfección de técnica alguna, incluso meditativa. Estar tranquilo siendo el PEOR meditador o mindfulnesista del mundo, estar satisfecho con millones de pensamientos y también con una mente en calma. Sin ideas preconcebidas de lo que está bien o está mal.
Presencia, presencia, no se pide más, no se está pidiendo que juzgues cuando no estás presente, no que juzgues nada, solo presente, presente, presente. Observa sin juzgar.
No te pre-ocupes, simplemente ocúpate.
Abandónalo todo hasta que solo quedes tú…
Y mágicamente, todo empezará a rodar…
Derivado de un comentario puesto aquí.
15 comentarios so far
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Si, de eso se trata de abandonarlo todo , hasta que sólo quedes tu, en ese tu, el yo que no eras y que creías ser muere, y la Presencia, que siempre había estado ahí aparece radiante y el mundo entero como un reflejo de Esa Presencia. No soy yo, si no tu. En el
Otro uno es. Me gusta tu entusiasmo, tu inocencia, tu dar sin haber nadie que de. Hay una fragancia en tus palabras que van más allá de las mismas. Gracias
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Comentario por Bibiana 26/05/2014 @ 5:25 pmGracias Bibiana, como bien pareces saber, estas palabras no son mias sino de todos, surgen solas y se auto-vomitan en 5 minutos. Luego, por respeto a vosotros, corrijo estilo, ortografía o lo que haya quedado confuso.
Un abrazo.
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Comentario por 道 26/05/2014 @ 5:33 pmMaravillosa entrada, un abrazo 🙂
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Comentario por Maikeru Tenshi 26/05/2014 @ 6:02 pmMuchas gracias Maikeru Tenshi y bienvenido.
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Comentario por 道 26/05/2014 @ 6:09 pmA este cuerpo-mente que escribe le ayudan los sentidos a la hora de meditar. Solo frente al muro la mente se dispara pero cuando una voluta de incienso entra por la nariz, o sucede un trino en la calle, o la nariz empieza a picar, el cuerpo toma el mando, la mente deja de enfocar los pensamientos y se pone el gran angular, dejando que los estímulos exteriores lo inunden todo. No puede-debe haber juicio ahí, hay lo que hay. Si en el momento en el que has visto los pensamientos y los abandonas, un pájaro canta, el canto brilla!
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Comentario por marcos 26/05/2014 @ 9:22 pmReconfortante, natural e inspiradora entrada, Tao, gracias.
Me resuena mucho con el dzogchen y el mahamudra. Y con el Chan.
Aquí el link de un texto muy reciente que he leído, que va muy en la línea: http://www.oshogulaab.com/BUDISMO_TIBETANO/LIBREYFACIL.htm
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Comentario por Freeman 27/05/2014 @ 1:05 amMuchas gracias a todos, pensé que este comentario en el excelente blog de El buda curioso bien merecía ser una entrada de pleno derecho aquí. Me alegro que no haya sido redundante. Un abrazo.
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Comentario por 道 27/05/2014 @ 6:02 amBueno lo más complicado en realidad está en el otro. Cuando ves historias de profundo descenso, adicciones, enfermedades mentales agudas, abusos, … todo se complica. Puedes aislar tu sufrimiento pero el sufrimiento del otro en cierto modo quieres explicarle la medicina sagrada….
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Comentario por raquelsuma 27/05/2014 @ 8:45 amAy, Raquel, qué duro es eso, pero ya sabes que poco puede hacerse, solo vivir una vida de ejemplo, quién deba venir a ti, vendrá… pero es muy duro ver sufrir al mundo, gracias por compartirlo.
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Comentario por 道 27/05/2014 @ 9:09 amGracias a tí. La gente espera castillos artificiales pero la «medicina suprema» como se expresaba en Nisargadatta es muy simple, conciencia de lo que realmente somos y vivir en consecuencia.
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Comentario por raquelsuma 27/05/2014 @ 10:19 amSí, el paradigma es que solo hay que «encontrar la técnica» y a partir de ahí «alcanzar su maestría con esfuerzo» y ¡puf! Nirvana.
Desgraciadamente no hay técnica, no hay maestría y el esfuerzo es un impedimento a ir superando progresivamente…
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Comentario por 道 27/05/2014 @ 11:07 amJa, ja. Muy interesante y consciente tu caminar. Gracias.
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Comentario por raquelsuma 27/05/2014 @ 12:10 pm[…] Fuente: Blog de 道 […]
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Pingback por Meditación: trascendiendo éxito y fracaso | Liberación AHORA 01/06/2014 @ 2:40 amRelacionado 😀
https://diariodeundibujante.wordpress.com/2015/10/05/buscando-esa-paz/
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Comentario por 道 05/10/2015 @ 1:30 pmMagnífica entrada. Me ha gustado leer esto porque mañana empiezo zazen, y quizás estoy esperando mucho de mí o de la propia meditación sin haberla puesto en práctica siquiera.
Saludos.
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Comentario por Mariano 04/03/2016 @ 9:13 pm