El blog de 道


Bodhidharma
24/12/2013, 2:02 pm
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If you see your nature, you don’t need to read sutras or invoke buddhas. Erudition and knowledge are not only useless but also cloud your awareness. Doctrines are only for pointing to the mind. Once you see your mind, why pay attention to doctrines?

-Bodhidharma


16 comentarios so far
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Cierto, lo que está más allá, no necesita de los sutras o las religiones. Pero estas, son el camino hacia la otra orilla.Una vez cruzaste el río, ¿para qué sirve la barca?

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Comentarios por Álvar Camero

Cierto, pero hay algunas partes interesantes en esta cita. Por ejemplo dice «see your nature» (y no iluminación) y luego «Erudition and knowledge are not only useless but also cloud your awareness» y luego que has de «see your mind».

Igual no habla como en la cita que comentas tú de la iluminación total, diría que aboga por un abandono incluso mucho antes. ¿Cómo podría «nublarse tu consciencia» una vez ya iluminado?

Gracias por comentar, Álvar y por estar siempre ahí. 🙂

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Creo que existe un problema, o por lo menos un riesgo (en el que, en realidad, alguna vez caemos todos), en la frase «lo que está más allá» (de la misma manera que existe en expresiones como «iluminación», «verdadera naturaleza», etc.). En concreto en el pronombre «lo»; el de dar una entidad ontológicamente consistente a aquello que en realidad no la tiene. Este riesgo paradójicamente se corre incluso con conceptos como el de «vacuidad», que aun designado la ausencia de toda cosa al utilizarlo lo convertimos en cosa.

Para designar lo inefable necesitamos del lenguaje, pero por ese uso parece hacerse atrapable aquello que es en realidad inatrapable. Por esto mismo la metafora de la barca, del río, de la otra orilla nos llevan a pensar que el camino que recorremos tiene una meta, un final, un objetivo. ¿Pero estamos seguros de que esto es así?.

Siendo la meta infinita, el camino necesariamente ha de serlo también. El fin del camino interior es el camino en si mismo. Lo demás es sueño, es poesía, es lenguaje, son solo de dedos que señalan a la luna… pero no hay que olvidar que esto es también metafor, y que allá donde señalan, en la luna, en realidad no hay nada.

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Comentarios por Roberto

No sé si el camino tiene un fin o no, no descartaría el concepto de Buddha sobre el Nirvana, que mantienen casi todas las tradiciones budistas con alguna excepción que curiosamente se ha extendido mucho por occidente, de un plumazo, aunque bien entendido, por supuesto.

El particular estilo argumentativo zen-soto de «nada que lograr, no meta, etc…» tiene su utilidad como medio hábil, supongo… por sus resultados habrá que juzgarlo, pero no me siento capaz de aceptarlo como una verdad absoluta (de hecho mi vivencia camina radicalmente opuesta y no puedo negar lo que vivo).

Igualmente, la otra orilla o el «ido» del sutra del corazón (paradójicamente adoptado como «sutra zen») no tiene que significar el final de nada, sino un cambio radical en la forma en que se ve el mundo que no tiene por qué ser el final (puede ser interesante leer «Epílogo» de Adyashanti, traducido por algún lugar de este blog).

Tal como comentaba justo antes, no creo que Bodhidharma esté aquí diciendo que llegado al Nirvana se abandonan las doctrinas (una obviedad) sino que deben abandonarse mucho antes…

Un abrazo

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La escuela soto, hoy en día, en un 95% de los casos (siendo generosos) lo único que puede ofrecer son rituales huecos y palabrería repetitiva. Poco que ver con el zen de Dogen, o con el budismo en general.

«Nada que lograr», «No meta», etc. son frases que cada día repiten miles de monjes soto con el único fin de intercambiarlas por dinero contante y sonante procedente de los parientes de aquellos difuntos de los que se encargan (o bien otros fines igualmente mundanos, puede que más típicos por aquí, como el ansia de poder y de discípulos).

«Nada que lograr» lo que quiere decir es que el fin de la práctica no es obtener beneficios personales; ni materiales (dinero, centros más grandes, discípulos, poder mundano, etc.), ni espirituales (en forma de sensaciones gratificantes, o que refuercen nuestro narcisismo, o que nos lleven a la convicción de estar en un cierto «estadio» que nos hace superiores a los demás, etc.).

No es que el satori sea algo despreciable, lo que es despreciable es afirmar «yo tengo el satori». La no-dualidad (por usar un nombre cualquiera) solo es verdaderamente no dualidad si lo es radicalmente, la no dualidad no es distinta al universo manifestandose instante tras instante, lo penetra todo, nada le es ajeno, es la totalidad de la existencia, es infinita o, si se quiere, inconmensurable. Por tanto es rídículo si alguien afirma «yo (es decir, mi pequeño yo, aquel del que puedo hablar, aquel que habla) / tengo (es decir, poseo, como algo que es de mi propiedad) / el satori (el infinito)». El satori, el nirvana, la naturaleza de Buda, la no-dualidad, etc. no es algo que pueda poseerse como una propiedad personal, pues propiedad personal inmediatamente devuelve a las dualidades yo/tu, mio/tuyo, dentro/fuera, tengo/no-tengo, etc.

El satori no es algo que consigamos, es algo que está ya ahí, que lo invade todo y frente a lo cual tan solo podemos abandonarnos confiadamente y dejar que se exprese a traves (también) de nosotros.

Evidentemente, podemos hacer interiormente los progresos que sean (y debemos de esforzarnos en ello), podemos lograr incluso aquello que algunos humanos calificarían como un «alto» grado de realización, pero esto solo son calificaciones humanas (discriminativas, construidas con el lenguaje, con las imágenes, con las emociones humanas). Alto/bajo/mediano son consideraciones relativas, unas de otras, pero no designan nada en lo absoluto; en lo absoluto cualquier cantidad comparada con lo infinito es igual a cero.

Por tanto la barca, siendo infinito el camino hacia el infinito, en realidad no se abandona nunca; solo es una metafora, un medio habil, para que se siga usando la barca creyendo que es una barca (es decir una técnica «exterior» a nosotros) hasta descubrir que en realidad no hay ninguna barca, que esta es tan solo nuestra propia vida. La única meta que en realidad tiene el recorrer el camino es llegar a la determinación de seguir recorriendolo siempre. Este sería el sentido de «no meta».

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Comentarios por Roberto

Por centrarme en un aspecto nuevo de tu texto y no reiterar argumentos sobre la creencia (pues solo puede ser una creencia) de que el camino no tiene fin, podemos comentar sobre el lenguaje.

Es gracioso como cuando alguien dice con simplicidad «yo he obtenido X» (como hace Soh Wei Yu en estos textos) la reacción habitual es tachar al autor de fraude .

Si uno dice lo mismo pero por ejemplo diciendo «este cuerpo-mente ha realizado X» parte de los que oyen empiezan a sopesar su sabiduria 🙂

Si dice «la Realidad se expresa como X a través mio» entonces aparentemente es un sabio para muchos.

No se dan cuenta de que apenas están valorando la capacidad de redacción… 😀

El que ha realizado X se apena por dentro pero al final entiende que así son las personas y el lenguaje es dual, intentar des-dualizarlo solo lleva a peores ambigüedades y equívocos. Así que al final se acostumbra a hablar solo al que desea escuchar y sabe extraer la dualidad del lenguaje para entender lo que se desea expresar.

Para expresar en lenguaje-dualidad estas ideas que nos ocupan debe hacer falta una gran predisposición del que escucha para entender, incluso casi podría decir desencriptar ese lenguaje-dualidad.

Eso a menudo falta, ¿por qué?

Porque por otro lado, cuando alguien dice «yo he obtenido X» suelen existir una notable reacción en contra que es creada por los egos que, quieren creer en la liberación del sufrimiento, pero reaccionan con cierto subconsciente rechazo a la posibilidad de que tal cosa haya sido obtenida por alguien que consideran demasiado «poco sabio» o incluso en cierta manera inferior a ellos ya sea en sabiduría, fe, práctica o simplemente status (no hay problema en que Dogen o Buddha obtuvieran lo que sea, para eso eran semidioses 🙂 ).

Eso por no decir como se cree mucho más lo que dice alguien con bata gris, granate o naranja que con tejanos, pero de eso creo que ya te has liberado del todo.

Es un juego de egos, nada más…

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Para mi, ni Dogen ni Sakyamuni eran semidioses. Por ejemplo, el primero, era un confuciano radical (como cualquier japones) que desde mi punto de vista (de occidental contemporaneo) sobrevaloró cosas como el respecto a las formas/jerarquias externas (también es cierto que era difícil hacer otra cosa, te cortaban la cabeza) o la realidad/sentido de los linajes; y el segundo era machista en lo social y excesivamente elitista en lo espiritual. Es decir que, en muchísimas cosas, tu y yo por ejemplo, estamos muchísimo más avanzados 🙂

La cuestión del Buda, de la Budeidad, de la naturaleza de Buda, es otra cosa, pues se trata de un concepto operativo para ciertos fines (en tanto que palabra entre palabras: un medio hábil) y que ha evolucionado mucho a lo largo de la historia del budismo; pasando de ser una referencia histórico/biográfica a un principio metáfísico, o de algo que hay que alcanzar a algo que poseemos todos.

Volviendo a la cuestión de los semidioses (se llamen Sakyamuni, Dogen, Soh Wei Yu, o como quieras). Es algo que me cansa debatir, he discutido mucho ya sobre esto, con muchos, sin llegar a ningún lado. Puede que yo haya tenido muy mala suerte, o que sea demasiado mayor y resabiado, o simplemente un incredulo correoso, un desconfiado patológico, pero nunca, nunca, nunca me he encontrado con nadie ante quién haya podido caer de rodillas, alguien que haya despertado en mi la idea de «él si que lo ha conseguido», «él posee el secreto», «el sabe lo que yo he de hacer», «tiene lo que a mi me falta», «he de seguirle, obedecer todo lo que me diga y con el tiempo llegaré a ser como él».

Y eso que he buscado, que busqué durante años.

Ello no quiere decir que la experiencia de otros no me haya sido nunca de utilidad, que no haya otros a los que observe atentamente y estudie, que ciertos consejos dados por otros no los incorpore a mi práctica. Pero quedarme con la boca abierta ante otro, jamas; he tenido mala suerte tal vez, pero nunca me he encontrado con otra cosa que no sea un simple ser humano, como yo mismo.

Y aun así, este no encontrar no me ha desanimado nunca para dejar de practicar. En realidad mi práctica, aun siendo pobre y escasa, nunca ha desfallecido; empezar a indagar en shikantaza fue en mi caso un amor a primera vista, una exploración interior por ensayo y error que aun continua y, en el fondo, en mi caso por lo menos, creo que ha sido útil, me ha llevado (por lo menos) a comprender que el despertar o el caer en la ilusión solo dependen de mí, que son únicamente responsabilidad mía. En realidad yo nunca he buscado nada, o cuando he buscado pronto he comprendido que era un error, pues comprendí pronto que todo lo que yo (limitado como soy, como es cualquier ser humano… y tampoco creo que haya nada por encima) pudiese encontrar con mis fuerzas sería demasiado poco.

Sobre lo de la «no meta» del camino y la cuestión de la creencia, tampoco creo que en mi caso se trate de una creencia. Que N partido por infinito es igual a 0 es una afirmación matemática (si bien tienes razón en el fondo, pues las ciencias también son cuestión de creencias).

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Comentarios por Roberto

Bueno, creo que no caerás de rodillas ante nadie, ni siquiera una persona totalmente realizada. Y no lo harás porque tampoco se lo merece, simplemente es una persona más. Haces bien en pensar así. No veo por qué adorar a alguien que sabe que su logro no es personal, sino totalmente sobrevenido dado que no hay nadie allá para producirlo o tomarlo. Nadie será más modesto que el propio realizado respecto a su realización, lo cual no significa que no pueda decir «yo he realizado X» (sin orgullo alguno) o que te «meta caña» a ti si cree que con ello te ayuda…

Respecto a la budeidad, pues lo de siempre, una palabra a la que cada uno le da un significado, es difícil hablar de ello. Prefiero siempre que puedo intentar concretar algo más sobre lo que se habla, por ejemplo «el fin del sufrimiento» o «ver la realidad como no dual» o «ver que el concepto de persona es ilusorio», etc…

> «De algo que hay que alcanzar a algo que poseemos todos»

Pues yo diría que es algo que alcanzar Y algo que poseemos todos. Como la capacidad de aprender un nuevo idioma… solo que en este caso es desaprendizaje…

Aunque ya sabes que esto también es una creencia. 🙂

Un fuerte abrazo

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Oye, disculpame la confianza, pero, ¿no crees que publicas artículos en tu blog demasiado deprisa?… o igual es que yo soy demasiado lento en reaccionar, todo puede ser 🙂

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Comentarios por Roberto

Bueno, publico cada dos dias, no sé si es mucho o poco, y ahora mismo tengo casi un mes ya programado (es decir unas 15 entradas), no sé si es bueno o malo, simplemente voy haciendo, cuando leo o se me ocurre algo que pueda ir al blog, simplemente lo añado a la cola saltando un dia…

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Hombre, no es ni bueno ni malo, pero es que a los posibles lectores nos deja sin aliento… o sin leer. Pero ya te digo, puede que yo sea muy lento.

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Comentarios por Roberto

Jeje, a mi me pasa que de según qué blogs me gustaría más ritmo 🙂 , pero ya entiendo que teneis familia y deberes que os ocupan. Igualmente no puede compararse, por ejemplo, lo currado de una entrada de tu blog con las apenas pinceladas que son los mios… 😦 😦 no me lo curro mucho, jaja

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Disculpen que me inmiscuya en vuestro compartir, y si paso de inoportuno; pero me voy a permitir dejar acá dos frases que me parecen interesantes:

1.- “No me buscarías sino me hubieses encontrado” … (Atribuida a San Agustín) …
2.- “Nadie se ilumina fantaseando figuras de luz, sino haciendo consciente su oscuridad” … (Atribída a Carl Jung) …

Gracias de Antemano

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Comentarios por Anónimo

Puedes inmiscuirte siempre que quieras para dejar tan bellas frases. Un abrazo.

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Si uno quiere mejorar su práctica más vale que deje a un lado TANTO filosofar y divagar y observe atentamente la actitud de un acróbata sobre el trapecio o la del torero cuando va a entrar a matar.
Salu2!
Radamantis

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Comentarios por Radamantis

Gracias por el consejo.

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