Filed under: Reflexions | Etiquetas: Fenomenología, Metafísica, Ontología, Texto propio
El tema del universo como imagen mental y concepto subjetivo es algo complicado de explicar, pero una vez entendio es evidente y autodemostrado.
Quizá se entienda mejor con un ejemplo: imaginemos una animal cuyos únicos sentidos son la percepción de ultrasonidos y de infrarrojos, nada más.
Ambos tipos de percepción no existen para el hombre. Y lo que nosotros percibimos quedaría velado para ese ser.
¿Qué clase de universo crees que percibe ese animal? ¿eres siquiera capaz de imaginarlo?
Y lo mismo él respecto a nosotros ¿no?
El universo que él percibe no se parece en nada al que percibes tú, no es solo que donde tú ves rojo el vea en blanco y negro, o alguna trivialidad así, es que está en una dimensión de percepción totalmente separada de la tuya, no teneis ningún punto de contacto…
Vivís en universos diferentes.
Si ambos universos percibidos son absolutamente diferentes, cosa que parece obvia. ¿Cual es verdadero?
Visto así parece claro que ninguno de los dos, ¿no? Ambos son solo construcciones mentales de mentes diferentes a partir de cierta información parcial creada por los sentidos.
Un persona bajo los efectos del LSD puede «oir» los colores o «ver» los sonidos. La experiencia debe ser realmente especial. Normalmente descartamos esas experiencias de un plumazo como fruto de un cerebro funcionando mal pero el hecho es que ese universo es tan válido como el nuestro. Algún ser podría percibir el mundo así y esto sería igual de válido.
Pero nuestra costumbre nos lleva de nuevo siempre a nuestra forma de universo y nos hace creer que ES el válido. Y eso no es así, no hay razón alguna para creerlo. Es otro caso de antropo-centrismo (creer que somos especiales en el universo), como cuando pensamos ilúsamente que somos el único ser de la creación con libre albedrío (no es que hayan otros, es que no hay ninguno)
La Realidad Pura (Tao, noúmeno) no tiene características hasta que es percibida, es el acto de percibir lo que le da color, mientras no exista percepción solo es noúmeno sin características.
Noúmeno: este concepto ha sido usado para hablar de la cosa-en-sí, es decir, la cosa en su existencia pura independientemente de cualquier representación. La cosa en sí misma, fuera de su relación con nuestro modo de intuirla o percibirla; no es objeto de nuestros sentidos, ni por lo tanto de nuestro conocimiento. Para Kant no cabe un conocimiento de la realidad nouménica. (Fuente Wiki)
(continua)
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