El blog de 道


Mushotoku
05/09/2011, 12:33 pm
Filed under: Reflexions

Mushotoku 無所得 es una palabra japonesa que podría traducirse como ausencia de intención o de provecho, significa hacer algo sin esperar ningún beneficio personal.

Esta palabra es una de las claves del budismo Zen Soto.

El Zen Soto es una de las dos sectas Zen más importantes y quizá la más extendida en el mundo occidental. Esta secta, contrariamente a la Rinzai (que es la otra gran secta Zen) prioriza la meditación sentado (zazen) como técnica básica en el camino para ver con claridad en el interior de tu naturaleza .

En este contexto, mushotoku se entiende como la actitud básica a la hora de practicar zazen. La meditación debe practicarse sin intención o provecho alguno, ni siquiera con la intención de mejorarse a uno mismo ni al mundo, ni por supuesto con la intención de obtener iluminación alguna.

Pero la actitud debe (como todo en la meditación) llevarse a cada momento del dia si queremos que sea completa.

El espíritu mushotoku lo que acaba implicando es que desvistamos de ego las actividades de cada dia. La no intención o no provecho mushotoku se entiende como provecho para el ego propio, hacer sin esperar nada, no forzar nada para que salga como deseamos o con el resultado que deseamos obtener (arrastrados por nuestro egoismo).

Pero entonces se plantea la paradoja de que si medito es por algo, aunque sea para mejorarme a mi mismo, es por algo para mi, por tanto ¿es mushotoku realmente?

En un estado de mushotoku puro ¿me esforzaría en encontrar cada dia media hora para meditar? ¿para qué? Si no debe buscarse beneficio personal alguno…

Lo mismo para cualquier otra actividad, por ejemplo entrenar para escalar mejor.

A menudo, nos parece que lo segundo (entrenar para escalar mejor) es claramente una pulsión del ego y por tanto alejado de mushotoku, pero lo primero (entrenar nuestra mente) no. ¿No es esto acaso contradictorio?

Con seguridad no estamos libres de intención ni provecho. ¿Es correcto o incorrecto? ¿quién resuelve esta paradoja?

A mi la única respuesta que se me ocurre es que para llegar a un estado de mushotoku antes hay que usar la intencionalidad. Es decir, que es un estado mental que no tenemos inicialmente sino al que debe llegarse, en el cual las acciones podrán hacerse sin intención y sin ánimo de provecho, fluyendo y sin conflicto entre el ego y el universo.

Pero llegar a ese estado requiere de intencionalidad, requiere de voluntad y por tanto de ego. Se usa el ego para eliminar el ego, por tanto es un proceso en el que el ego se suicida.

En ese camino, es tan válido aceptar el entrenamiento de zazen como el de escalada o salir a correr, siempre que se realice con la intención adecuada (y por tanto no mushotoku, pues ya hemos visto que es imposible).

¿Cual es la intención adecuada? La intención adecuada es tender a la no intención.

Shotoku mushotoku

Seoul (9/2.011) 🙂


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guau!!!

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Comentarios por la granota

Cuando preguntaron al maestro si un perro poseia la naturaleza de buda respondió MU, pero también podría haber dicho ¡guau! 🙂

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Molt interessant! Meditar, escalar, córrer o patinar 😉 totes poden ser un fi en si mateixes, sense esperar més que el que sentim i experimentem quan les estem realitzant, en aquell precís moment, amb plena consciència.
Molt bona la reflexió sobre la intencionalitat, actuar sense expectativa de millora en qualsevol d’elles seria la clau. No és un repte fàcil 🙂

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Comentarios por Clara

Aquí el golfista argentino…

idem en esta actividad ! y es muy difícil de explicar a los alumnos mushotuku, jugamos para hacer el menor score posible, también entrenamos para eso… pero en cuanto pensamos en el score… chau

Se juega por el juego en sí, tal como se medita por ese momento en sí mismo y nada más. Creo.

Salut !

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Comentarios por Alexis

El arquero no busca acertar en la diana, busca acertar en su corazón gracias a ese arte,

Para los occidentales se hace extraño que un maestro alabe un tiro que pasa lejos de la diana y critique un tiro que acierta. La diana no es el objetivo. ¡Sí! 🙂

El score no es el objetivo, el grado no es el objetivo, la via no es el objetivo, ni el tiempo ni los kilómetros son el objetivo.

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En uno de mis últimos talleres de tiro con arco, les invito durante un buen rato a perseguir ese concepto… Tiramos dos flechas a dos metros de la diana pero sin «diana».. es decir a un parapeto pelado… toda la secuencia de disparo siguiendo una respiración para llegar a la toma de conciencia de cada uno de nuestros actos en ese momento presente… Cuando.. más o menos.. hemos adquirido el «ritmo» y adaptado la respiración a la secuencia… lo realizamos sin lanzar ninguna flecha… Más tarde… sin mover el arco… Más tarde con los ojos cerrados y en posición zazen ( o sentados. 😉 repetimos en nuestra mente toda la secuencia del disparo… Resulta muy interesante ver la cara de no entender demasiado de algunos arqueros.. 🙂

En mis talleres suelo insistir en lo que comentas.. valoro más una buena actitud y conciencia del momento presente… que un disparo que ( a veces más por suerte que por buena técnica.. ) puede haber impactado en el centro de la diana… el cuál como dices.. para mi no es el objetivo…:-)

Me apunto el «consespto» 😉

PD.- Por cierto le deje a Tao un regalo en el bosque..;-)
Nos vemos mañana..???

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Comentarios por Pekas

Comparto un texto publicado en un blog amigo

http://comandodharma.blogspot.com/2011/09/mushotoku-no-provecho.html

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Comentarios por Alexis

BUffff…per una extranya casuïstica he arribat aqui intentat consultar aqui el concepte que expliques…

I també per una extranya casualitat, m’he trobat que les intenses reflexions a les que he estat acudint aquests darrers temps ( escalant) tenen en part molt de debat intern amb similiotuds al que planteges!

La conclusió a la que vaig arribar és si més no molt semblant a la que tu acabes trobant…

Interessant!!

De vegade els Karmes i els destins s’entrellacen i si no fos tant materialista en els aspectes no espirituals diria que hi ha un destí escrit en algun lloc
http://www.celiavern.blogspot.com.es/2012/09/lourdes-o-el-cercle-de-pedra.html

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Comentarios por TRanki

Gràcies per comentar TR, m’ha fet molta il.lusió. He aprofitat per llegir la teva entrada. Es cert que escalar es un tipus de meditació, per tant té tot el sentit del mon el que dius. 🙂 🙂 Però en realitat es podria aplicar a qualsevol activitat de la vida menys meditativa. L’èxit igual que el fracas, son conclusions que l’ego extreu de forma gratuitat i innecesaria dels fets de la vida, en realitat només hi ha vida desenvolupant-se sola (sola necessariament perquè només hi ha unitat). Una abraçada.

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«Pero entonces se plantea la paradoja de que si medito es por algo, aunque sea para mejorarme a mi mismo, es por algo para mi, por tanto ¿es mushotoku realmente?

En un estado de mushotoku puro ¿me esforzaría en encontrar cada dia media hora para meditar? ¿para qué? Si no debe buscarse beneficio personal alguno…»

Se medita por meditar, al igual que uno se ducha o se lava los dientes, como bien sabes, diría que estas dos actividades son las que más fácil resulta plasmar la actitud de mushotoku.

«A menudo, nos parece que lo segundo (entrenar para escalar mejor) es claramente una pulsión del ego y por tanto alejado de mushotoku, pero lo primero (entrenar nuestra mente) no. ¿No es esto acaso contradictorio?

Con seguridad no estamos libres de intención ni provecho. ¿Es correcto o incorrecto? ¿quién resuelve esta paradoja?

A mi la única respuesta que se me ocurre es que para llegar a un estado de mushotoku antes hay que usar la intencionalidad. Es decir, que es un estado mental que no tenemos inicialmente sino al que debe llegarse, en el cual las acciones podrán hacerse sin intención y sin ánimo de provecho, fluyendo y sin conflicto entre el ego y el universo.»

Exacto. Es un estado al que debe llegarse, lo cual quiere decir que al empezar muchas actividades o proyectos debe haber ego, para luego ir diluyéndose hasta que sólo quede la actividad.
Concentración y aceptación, demolición y disolución. Es la sempiterna danza de Shiva. Y no es una cuestión de tiempo, sino de actitud; es la mismisima fina línea divisoria que separa el nirvana del samsara, la diferencia entre el arquero que acierta en la diana y el que acierta en su corazón (shin).

«Pero llegar a ese estado requiere de intencionalidad, requiere de voluntad y por tanto de ego. Se usa el ego para eliminar el ego, por tanto es un proceso en el que el ego se suicida.»

El ego se suicida pero no por sí mismo sino porque se ve desenmascarado y sin máscaras no puede sobrevivir.

«En ese camino, es tan válido aceptar el entrenamiento de zazen como el de escalada o salir a correr, siempre que se realice con la intención adecuada (y por tanto no mushotoku, pues ya hemos visto que es imposible).»

Yo diría más bien que en ese camino la intención adecuada es la que tiende a mushotoku y como no se trata de una cuestión de tiempo ese mismo tender a mushotoku, ya es mushotoku 😀

«¿Cual es la intención adecuada? La intención adecuada es tender a la no intención.

Shotoku mushotoku»

Exactamente así!

Un abrazo.

P. D: No hace falta que hagas una contrarréplica, puesto que no es una réplica 😉 Simplemente quería hacer una pequeña aportación en esta antigua entrada que posiblemente sea la mejor de la joya que es este blog.

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Comentarios por Radamantis

Muchas gracias, amigo.

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La práctica de zazen con un espíritu mushotoku no es para nosotros mismos, sino por el budhadharma. En efecto no hay ningúna razón para practicar un zazen así, pues no es una práctica mundana, no se mueve dentro de los habituales parametros humanos. Cuando practicamos zazen con este espíritu ni siquiera tenemos consciencia de estar haciendo zazen, ni de estar haciendo nada. Tampoco tiene que ver con otras actividades humanas, como hacer esclada, practicar el ikebana o sacar a pasear al perro, en las que sí hay consciencia de que se está haciendo escalada, ikebana o paseando al perro.

Obviamente algo así no puede comprenderse desde los parametro humanos habituales, pues es en el fondo una actitud no humana, mística. Es una práctica de pura perdida y solo es posible «entenderla» entregandose por completo a ella, siendo imposible de entender desde un plano especulativo.

Esto no tiene tampoco que ver con algo muy corriente hoy en día entre aquellos que se acercan a las practicas «espirituales» (entrecomillo porque en el budismo, en sentido estricto, espiritu no hay); que es la de decir desde el yo que hay que superar o trascender el yo para en realidad preservarlo mejor, de tapadillo y (supuestamente) mejorado. Esto es lo que sucede en el zen rinzai (el zen de los kenshos y los satoris) que es en el fondo un asunto de avidez humana (puede que con alguna rara excepción), pero también en el 99’999 % de los practicantes soto actuales. Esto es también lo que, por ejemplo plantean, las religiones monoteistas, las religiones del «libro»: Renuncio (ahora) a mi yo, para que después pueda disfrutar (mi yo) de la vida eterna, de las uries, o de lo que sea.

Yo nunca he practicado zazen para obtener nada. Creo que es una cuestión, desde el primer día, de amor, pero de un amor desinteresado pues de él no obtengo nada, o si se quiere jugar con las palabras, podría también decir que lo que obtengo es nada. Probablemente la única respuesta para quien de verdad sepa practicar zazen sikantaza, que es algo raro y que he encontrado en contadísmos casos, a la pregunta de «¿Porque practicar zazen?» sea «zazen».

K. Sawaki contaba una anecdota de un maestro suyo al que escuchó hecharse a reir a carcajadas cuando otro monje le preguntó que si a traves de zazen podría lograr x (no recuerdo, ni importa saber, que es lo que era esa x), diciendole a continuación al pobre monje: «zazen no tiene nada que ver contigo».

Imagino que esta actitud estaría también cercana, en el ámbito cristiano, a aquello que se refleja en un antiguo soneto místico español:

No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

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Comentarios por Roberto Poveda

No hay que olvidar que el budismo nace para poner fin al sufrimiento…

-Toda existencia es sufrimiento (duḥkha).
-El origen del sufrimiento es el anhelo (o deseo, sed, «tanhā»).
-El sufrimiento puede extinguirse, extinguiendo su causa.
-Para extinguir la causa del sufrimiento, debemos seguir el Noble camino óctuple.

Es decir, tiene un objeto claro y definido (individual en la doctrina Theravada, global en la Vajra/Mahayana), a partir de aquí, cada doctrina, bueno, tiene sus peculiaridades…

El «nada que lograr» como «medio útil» puede ser más o menos discutible en su eficiencia.

El «nada que lograr» como firme creencia de partida ante una práctica meditativa, simplemente no es budismo, puede ser muchas cosas, pero no budismo.

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Aquí Dogen en el Shogobenzo explica claramente lo que es un «medio útil» indicando que aunque el deseo de buscar la verdad debe estar siempre presente, ese deseo debe «olvidarse» durante el zazen. Llegará el momento en que se olvidará todo: pasado, futuro, camino, iluminación, deseos y finalmente a uno mismo durante las 24 horas, pero eso llegará con el tiempo:

“A practice that is not separate from being spiritually awake already exists. It is our good fortune to have had this wondrous practice Transmitted to us individually, and to diligently pursue it with the attitude of mind which first awakened in us the desire to seek the Truth is, in itself, to arrive at that original, spiritually awakened state which is our innate, ‘uncreated’ Foundation. Be aware that the Buddhas and Ancestors repeatedly taught that we must not be slack in our training and practice, so that we do not stain or tarnish our innate enlightenment, which is inseparable from our practice. If you let go of any thought of ‘I am doing a marvelous practice,’ your innate enlightenment will fill your hands to overflowing. If you purge yourself of any thought of ‘being enlightened’, this wondrous practice will operate throughout your whole being.

Un practica que no está separada del estar espiritualmente despiertos ya existe. Es nuestra buena fortuna el tener esta maravillosa práctica transmitida individualmente, y seguirla diligentemente con la actitud mental que desde el principio despertó en nosotros el deseo de buscar la Verdad es, en sí misma, llegar a ese estado espiritualmente despierto que es nuestra Fundamento innato. Sé consciente de que los Buddhas y ancestros repetidamente enseñaron nuestra iluminación innata, que es inseparable de nuestra práctica. Si dejas ir cualquier pensamiento de «estoy haciendo una práctica maravillosa», tu iluminación innata llenará tus manos hasta rebosar. Si te limpias de cualquier pensamiento de «estoy iluminado», esta maravillosa práctica operará a través de todo tu ser.

En la primera parte indica claramente que debemos mantener el deseo de buscar la verdad, lo cual es lógico pues sin motivación (de «mover» en latín) nada se hace.

En la segunda avisa de que para lograr la actualización del estado realizado en zazen, ideas como «estoy iluminado» deben dejarse ir de tu mente…

En general, si leemos el Shogobenzo con la mente abierta, no dejaremos de encontrar muchos textos donde indica tanto la necesidad del deseo de liberación, como el hecho de que «algo» se logra en zazen, aunque para ello deba darse la paradoja de tener que «no buscarlo»… Eso es precisamente lo que es un medio útil…

Por cierto, ¿alguien que domine el japonés sabría decir si Mushotoku aparece en el Shogobenzo o es una incorporación posterior?

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Respecto a lo que preguntas sobre Mushotoku, desconozco la respuesta relativa a si aparece o no en el Shobogenzo, pero no me extrañaría ya que al parecer la expresión es de antiguo cuño y de uso corriente en todos los budismos. He dado una ojeada en el «Digital Dictionary of Buddhism» y según lo que he entendido (gracias a la «ayuda» del traductor automático de Google) al parecer deriva en chino y japonés de términos previos sanscritos.

El enciclopédico y muy recomendable «Digital Dictionary of Buddhism» es de uso restringido a suscriptores, pero se puede acceder libremente (aunque con la limitación de 2 o 3 búsquedas al día) usando como nombre de usuario «guest» y como contraseña lo mismo).

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Comentarios por Roberto Poveda

Ostras, gracias por lo del diccionario. Muy útil 🙂

A cambio traduzco la definición obtenida:

無所得

Significado básico: Nada que obtener.

Sentido:

  • Lit. «nada que obtener», que puede ser interpretado como «nada a lo que apegarse». Una forma
    de describir el caracter de la iluminación que se focaliza en la ausencia de apego y falsa discriminación en la mente. (Skt. aprāptitva). 〔成唯識論 T 1585.31.49c〕 [Charles Muller; source(s): JEBD, Nakamura]
  • No puede ser percibido (Skt. anupadhi; Tib. mi dmigs pa). [Charles Muller; source(s): Stephen Hodge]

  • La condición de no-discriminación entre sujeto y objeto (Skt. alabdha). 〔大乘阿毘達磨雜集論 T 1606.31.678b〕 [Charles Muller]

  • Una forma de describir el concepto de vacuidad 空. [Charles Muller]

  • En Chan, no estar buscando nada, especialmente no apegado a los efectos de los propios esfuerzos [Charles Muller]

(Skt. alābha, anupalambha, ākiṃcanyâyatana; asaṃbhavatva, aprāpti, anupalabdhi; anilambha) [Charles Muller; source(s): Hirakawa]

Creo que no estar apegado a los efectos de los propios esfuerzos es una definición muy correcta. Y de hecho en la propia definición está implícito que los propios esfuerzos producen efectos… siempre que uno no se apegue a ellos, en cuyo caso desapareceran. De nuevo un medio hábil. Además coincide con la forma en que lo expresaba Dogen en el Shogobenzo, en el texto que puse al principio.

Pero vaya, es simplemente otra definición más, porque coincida con como ve uno la cuestión, no se le ha de dar más valor que a otra…

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«Yo nunca he practicado zazen para obtener nada. Creo que es una cuestión, desde el primer día, de amor, pero de un amor desinteresado pues de él no obtengo nada, o si se quiere jugar con las palabras, podría también decir que lo que obtengo es nada. Probablemente la única respuesta para quien de verdad sepa practicar zazen sikantaza, que es algo raro y que he encontrado en contadísmos casos, a la pregunta de “¿Porque practicar zazen?” sea “zazen”.»

Imponerse una práctica de amor desinteresado no es aún amor desinteresado. Una fina línea los separa pero la diferencia entre una y otra actitud es tan abismal que se transmite en cada gesto, en cada acción y en cada que palabra que se escribe.

Un abrazo

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Comentarios por Radamantis

Al respecto de los callejones sin salida del Zen Soto recomiendo este texto. Creo que lo traduciré, aunque quién sabe 🙂 así que por ahora lo cuelgo en ingles:

http://anaditeaching.com/shikantaza-being-without-soul/

The problem that arises within practice-based approaches is that, when we sit in meditation with the goal of reaching enlightenment, we create an overly dualistic relationship with our pure nature. By wanting to reach it, we construct an object out of it and lose our pure connection to the now. There is truth in the common phrase ‘stop seeking and you will find.’ However, that is just one side of the coin because by not looking at all, we won’t find anything either.

En cierta manera dice algo que creo que se ha comentado por aquí varias veces. La carencia del Zen Soto es la carencia de «visión», que es un concepto que para su hermano detallista: el Mahamudra, es siempre lo primero y fundamental.

La práctica-realización sin visión no lleva a nada, como dice Anadi en un momento del texto: «las vacas también «solo se sientan»». La visión no es querer algo, es saber donde mirar. Sin eso, el shikantaza se vuelve solo un «spa» diario donde relajarse y ser Buddha 30 mins, pero luego vuelve el Samsara. Alguien que lleve 20 años así, creo que debería estar ya planteándose qué falla… pero la adscricción a doctrinas como si fueran fés o dogmas, o a menudo simplemente que la personalidad no quiere desaparecer sino simplemente seguir siendo personalidad pero más feliz (cosa que no va a poder ser) o más reputada (cosa que sí) bloquea a esos practicantes en ese pozo.

También en el artículo Anadi comenta curiosamente lo mismo que Hakuin (aunque Anadi cree que la escuela Rinzai está aún más perdidad hoy día que la soto). Es decir, dice que sin kensho no hay shikantaza real, uno no puede «solo SER» si antes no sabe SER. Y eso solo ocurre tras el primer despertar.

La crítica Rinzai al Zen Soto era justamente el «sentarse muerto», sin visión y sin realización de qué es realmente SER.

There are two dimensions of shikantaza: one is non-seeking (just being), and the other is practice with evolution into self-realization. There is always a danger of becoming stuck in the first dimension without having truly realized oneself. Hence, there are teachers of shikantaza who have learned the basic principles of the Soto School, but who have not actualized their pure nature. They are teaching an unreal shikantaza, an imitation of its true essence. There are actually many warnings against this pitfall in Zen: just sitting without illumination – lifeless ‘dead shikantaza’. We have to see that even a cow can ‘just sit’ (animals are, in fact, very good at it), but a cow obviously does not know its true self – it is sitting in the shikantaza of ignorance. So, the question is: How do we sit beyond seeking and yet avoid falling into negative non-seeking? How do we avoid drifting into a state of lethargy and suspension, rather than abiding in the sphere of silent illumination?

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Y el dilema no te lo encuentras solo meditando sino a cada movimiento que ocurre en la vida ordinaria o extraordinaria. Las culturas tradicionales salvan este escollo convirtiendo toda la vida en sagrada, la vida se convierte en una sucesión de rituales que rezuman sacralidad en cualquier acto, quizás así alguno más conseguía esa visión no-dual.

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Comentarios por raquelsuma

«when we sit in meditation with the goal of reaching enlightenment, we create an overly dualistic relationship with our pure nature.»

Yo no creo que haya tal callejón sin salida, si el problema es el que señala Anadi, es decir, que uno se sienta con el objetivo de alcanzar la iluminación, pues ahí está el problema y eso es lo que hay que tratar de resolver porque la actitud ya no es pura, no es mushotoku, no hay total entrega y se «construye una relación dualista sobre nuestra naturaleza pura», luego si no hay «solo sentarse» habrá q corregir tal actitud para luego hablar de lo que se consigue o no, pero difícilmente pueda hablarse de callejones sin salida si no se tiene esto claro primero.

Otra cuestión es qué falla a la hora de transmitir tal actitud en el zen soto que puede ser lo que desemboque en el problema mencionado. Es algo que hemos tratado en otras entadas y otros blogs, pero q desgraciadamente he visto poco en textos, instituciones y personas vinculadas de una forma u otra al zen soto.
Es posible que al hacer tanto hincapié en la práctica uno entienda que todos esos aspectos y recomendaciones van dirigidos a la práctica formal reforzando así la idea de que cada momento, especialmente el de la práctica es un medio para un fin, idea excesivamente arraigada en la mentalidad occidental y que parece el principal escollo para cualquier buscador espiritual (no solo en el zen).
Es como ese «deja de buscar y te encontrarás» del que habla Anadi en el que consiste el correcto «solo sentarse».

Luego si el shikantaza no da sus frutos, será seguramente porque en algún aspecto de nuestra vida seguimos manteniendo esa actitud de «hacer algo para obtener algo» y carecemos o de la valentía o del amor incondicional hacia el momento presente necesario para que nuestra práctica avance. Puede que reforzado en el caso del zen soto por la transmisión de una imagen idealizada en la q tal amor y tal valentías solo son posibles en monjes ermitaños dedicados a su mismidad, su práctica y el mantenimiento de la pureza de su tradición, pero ésto sería otra cuestión menor, añadida a la principal de la falta de actitud desinteresada.

Cabe decir, que dicho problema no viene de una falta de visión o prajna, no, en shikantaza siempre va a haber prajna, sólo que éste se acaba manifestando en forma de estancamiento o sufrimiento provocado por la actitud inadecuada, estancamiento que sigue creciendo cada vez que se opta por seguir en la actitud en lugar de lanzarse con valentía y desinterés al solo sentarse, practicar y vivir.

A mi entender la gran mayoría de problemas o estancamientos espirituales se resuelven con valentía y amor en aspectos de la vida cotidiana que nos dificultan la práctica, en lugar de con más ‘samadhi’ puesto que llegado el momento pretender resolverlo todo con samadhi provoca que nos sentemos en un shikantaza muerto sin-vida, como dice Anadi, o que seamos como esos calvos sacos de piel y huesos de los que hablaba Lin Ji que no merecían la comida que se les daba.

En cuanto a la cuestión del kensho, no creo que sea una manera correcta interpretarlo como un «kensho sí o kensho no». Éste acaba apareciendo en el momento en el que uno abandona una actitud de búsqueda y persecución d objetivos y el propio Hakuin lo sabía (de hecho, sus más grandes kenshos los obtuvo cuando profundizó en tal actitud). Claro que de ésto no se dio cuenta hasta que alcanzó su primer kensho…
Los grandes maestros siempre son contradictorios. 😉

Un abrazo
Los gra

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Comentarios por Radamantis

Medio util, medio ÚTIL. ¿La avidez de nuevo?

¿Cual es la actitud apropiada para zazen? La respuesta solo puede ser zazen, si fuese otra cosa estariamos de nuevo fuera, buscando algo más allá, anhelando conseguir ago. En zazen es obvio que, en mí, en nosotros, en cualquiera, aparece la avidez, la ignorancia. Pero cuando eso sucede, eso no es zazen.

Volvemos entonces tranquilamente a zazen ( a simplemente estar sentados, en el silencio, en la inmovilidad, etc.) y ese volver obviamente es una intención, es movimiento, tiempo y espacio, es un asunto del yo, no es zazen; pero cuando somos de nuevo zazen (intencionalmente no digo «estamos en zazen», pues eso implicaria estar haciendo algo especial, un sujeto más una actitud adoptada por ese sujeto, un yo) sino que digo «somos …») no existe busqueda, ni volver, ni haber vuelto, ni alejarse. No hay yo ni negación del yo.

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Comentarios por Roberto

Bueno, podemos llamar avido a Sidharta Gautama, pero parece excesivo, ¿no crees?

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No, no lo creo, una cosa es el señor Shidharta Gautama Sakyamuni, otra cosa es el Buda.

Lo que los diferencia no es un movimiento de aquí a allí, de ahora a después, no es espacio y tiempo, eso son cosas del señor Shidharta Gautama Sakyamuni. En el Buda no hay tiempo y espacio, no hay una persona, no hay alguien. Son cosas distintas. El señor Shidarta no es el Buda, busca al Buda y por lo tanto aleja, excluye al Buda. El Buda no incluye ni excluye, no es un alguien y al mismo tiempo contiene al señor Shidarta, a todas las cosas, a todos los dharma, a ti y a mí incluidos.

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Comentarios por Roberto

No encontrarás nada de esto que comentas en los Sutras, pero bueno… En todo caso, si avidez fue lo que hizo de Sidharta el Buddha histórico, pues bienvenida sea, aunque normalmente se habla de «intenso deseo de liberación».

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Si pero ese deseo no tiene nada que ver con el Buda, puede que sirva para que no nos alejemos mucho, pero no es el Buda, sigue perteneciendo por tanto al terreno de lo humano, de la ignorancia, de la avidez (por muy sutiles que puedan ser estas). El Buda y el señor gautama no son lo mismo. Pero veamos, por ejemplo, el primer párrafo del sutra del Diamante:

«Así lo he oído. Una vez el Bienaventurado se encontraba cerca de Śrāvastī en el bosque de Jeta, en el jardín de Anāthapiṇḍada con una gran comunidad de 1250 monjes además de muchísimos bodhisattva, grandes seres. El Bienaventurado, una mañana, se vistió con el manto de monje, cogió el cuenco y entró en la gran ciudad de Śrāvastī para la colecta. Después, el Bienaventurado, tras ir a la gran ciudad de Śrāvastī para la colecta y haber comido el arroz, al comenzar la tarde volvió de la colecta, guardó el cuenco y el manto, se lavó los pies y se sentó en su sitio. Cruzó las piernas, adoptó la postura recta y concentró plenamente la atención ante él. Entonces muchos monjes se acercaron al lugar donde el Bienaventurado estaba sentado. Se inclinaron hasta tocar sus pies con la frente, giraron a su alrededor tres veces en sentido horario y se sentaron al lado.»

Es un párrafo aparentemente muy simple, similar a tantos otros clásicos, sin embargo al mismo tiempo es el comienzo de uno de los sutras más influyentes y radicales del Mahayana, también de los más difíciles, ya que prácticamente la mayoría de sus párrafos resultan incomprensibles si pretendemos leerlos con la lógica común. A partir de este punto, en la continuación del sutras, veremos desplegarse un lenguaje hecho no para ser entendido conceptualmente sino para catapultarnos más allá de todo entendimiento habitual.

Veamos a continuación el comentario que hace de este párrafo Mauricio Yushin, que tiene la ventaja de aunar su capacidad expositiva y su conocimiento de las lengua japonesa y sánscrita, puesto que es docente de Sociología de las religiones extremo orientales, con el haber transitado y profundizado durante mucho tiempo, hasta familiarizarse con ellos, por los paisaje que el sutra describe, puesto que es monje soto y como tal transcurrió casi una década practicando en un monasterio ermita perdido entre las montañas de Japón. Nos dice respecto a este primer párrafo:

«Todo está completo. La escena, recortada en el trascurrir del tiempo infinito, está completa, redonda, perfecta. Cerca de una gran ciudad un vasto bosque con un jardín inmenso en su interior, provisto por el Benefactor, diseminado de edificios lejanos unos de otros, adecuado para transcurrir en silencio el periodo de las lluvias. Alrededor del Bhagāvan una gran comunidad madura, consciente. Su vida es en cada acto caminar sobre la vía de la beatitud. Sus movimientos, todos y cada uno llenos de significado, escanden sin prisa el tiempo hasta gradualmente pararlo. El Buda está inmóvil, sentado, los monjes le rinden homenaje de forma adecuada, después se aquietan, sentados junto a él, en silencio.

El autor del marco escénico solo se ha demorado en un detalle, el Buda, una vez correctamente sentado concentró plenamente la atención ante él. Quién practica el estar sentado en la quietud encontrará una correlación con su propia experiencia personal, una vez asumida la posición sentada en un lugar silencioso y tranquilo el primer, único y último contenido de conciencia “externa” es aquello que está delante. El silencio es la desaparición del movimiento -es decir del tiempo y del espacio-, la representación escénica está completa.

El sutra integro, habitualmente entendido como el contenido de las palabras del Buda en las páginas sucesivas, es la explicación de aquello que sucede en este primer breve capítulo. Podemos decir que el sutra, aquí, ya ha finalizado.»

Simplemente quiero subrayar algunas palabras de este comentario e invitar a reflexionar sobre ellas. Empecemos por el final, en el que Mauricio nos indica, sorprendentemente pues se trata del comienzo del sutra, del punto exacto a apartir del cual el resto del sutra va desplegarse, y sin embrago nos dice:

El sutra integro, habitualmente entendido como el contenido de las palabras del Buda en las páginas sucesivas, es la explicación de aquello que sucede en este primer breve capítulo. Podemos decir que el sutra, aquí, ya ha finalizado.»

¿Qué justifica esta afirmación? ¿Donde está el quid?, retocedamos un poco y encontraremos: «El autor del marco escénico solo se ha demorado en un detalle, el Buda, una vez correctamente sentado concentró plenamente la atención ante él. Quién practica el estar sentado en la quietud encontrará una correlación con su propia experiencia personal, una vez asumida la posición sentada en un lugar silencioso y tranquilo el primer, único y último contenido de conciencia “externa” es aquello que está delante. El silencio es la desaparición del movimiento -es decir del tiempo y del espacio-, la representación escénica está completa.»

En el comentario al segundo párrafo (que ahorro ahora por economí), cuando el Buda, a petición de Subhuti empieza a describir aquello que llamamos «camino del bodhisatva» (no me entretengo ahora, en señalar que le llamamos camino porque precisamente no es ningún camino, como se explicar y dira en el resto del sutra), pero también en relación a este primer párrafo añade M.Y. :

«Parece que la escena se encoje [al preguntar Subhuti y hacer salir al Buda de su silencio infinito], mientras que en realidad se convierte en inmensa. Hasta ahora al señor Gautama Siddhārtha Śākyamuni no se le ha visto ni siquiera un momento, solo el Buda. Ahora, el Buda, sentado en la paz, da voz al buda»

Repito «Hasta ahora al señor Gautama Siddhārtha Śākyamuni no se le ha visto ni siquiera un momento, solo el Buda. Ahora, el Buda, sentado en la paz, da voz al buda»

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Comentarios por Roberto

Esperamos esa traducción con interés… debo confesar que, en mi caso, no tanto los comentarios, que no suelo leer, tampoco en las otras traducciones que sueles distribuir y que te agradezco. Estos me parecen demasiado «retorcidos» como forzando todo lo escrito para volver de nuevo a la propias creencias. En todo caso, solo la opinión de Mauricio.

Pero se agradece el esfuerzo.

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Decir que «la respuesta solo puede ser…» ya es tomar una posible interpretación de algo que no tiene explicación como la única explicación.

Hay muchos autores, especialmente japoneses y del pasado más reciente, y también sus discípulos occidentales, que pusieron «de moda» un determinado estilo de difundir e interpretar la vía, que se podría resumir por no extendernos -sin duda el tema lo requiere, pero no es cuestión de ramificar más la cuestión :)- en un estilo impersonal y en un contenido que vuelve una y otra vez sobre la importancia de la práctica por la práctica.

Aunque sin duda el/los primero/s que lo usaron lo hicieron con la buena intención de revitalizar el zen, de adaptarse y superar las limitaciones y las necesidades del papel así como de la sociedad japonesa de su tiempo, no actualizar, ni atender que plantea el que pregunta ni hacer propio el sentido de preguntas como cuál es la actitud correcta para zazen o qué es y para qué sirve zazen, fomenta la posible deriva de convertir tal respuesta en una creencia en la que el hombre se ve arrojado al cojín en un nuevo tipo de existencialismo de corte espiritual, del tipo «nacido para practicar» o «ser para la practica» en la que no sólo hay un dualismo notorio sino que también se pierde la perspectiva de la práctica como fin y del hombre como fin en sí mismo.

El fin no sólo existe, sino que siempre se ha hablado de él. Sat-Chit-Ananda en los ritos y formas que pretendió reformar Buddha y el cese del sufrimiento, en la escuela surgida a partir de él. Creo que en esto el Advaita -en los pocos genios que en el Advaita han sidi- por poner un ejemplo, está menos encorsetado que el budismo, y desde luego menos que el budismo zen, al intereserse directamente por la actitud del practicante en todo momento sin desarrollar un sistema o método para todos los practicantes en general (claro está que el advaita en no pocas ocasiones degenera en una pseudo-filosofía de la Nueva Era en la que se transita el camino a base de clics mentales, pero ésa es otra cuestión).

Luego la cuestión, nuestro koan, no debería ser, cómo ser budista, cómo ser advaita, cómo ser monje, monje/laico o laico/laico, esos temas son siempre sacerdotales, eclesiásticos, mentales y a no ser que tengamos una responsabilidad social con nuestros hermanos y amigos ciudadanos no debería importarnos el tema más que cualquier otra cuestión sociocultural.
El koan de nuestra vida es y debe ser cómo ser Tao para Tao, cómo ser Roberto Poveda para Roberto Poveda y cómo ser Radamantis para Radamantis.

Un abrazo

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Comentarios por Radamantis

intencion es casi todo lo que hace la mente o ego,quitale intencion y esta mente se debilitara,quedara la esencia mas libre y esta podra experimentar nirvana.
derrotate como mente y solo vive ,sin intencion.
ese que vive ya casi no es ego,es el ser,aquel que conoce la condicion donde no hay nada.

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Comentarios por alfredo

Espero ofrecer el texto integro del «Sutra del Dimante» pronto, traducido del sánscrito y comentado por Mauricio Yushin Marassi. Probablemente cuando acabe de publicar la traducción del el Zazenshin de Dogen. Pero ni un texto ni el otro tendrán sentido para quien no practique asidua y sinceramente en la dirección que ambos textos sugieren, pues su sentido está lejos del sentido habitual con el que solemos usar (por ejemplo aquí) el lenguaje.

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Comentarios por Roberto

intenso deseo de liberacion.
intenso,un intensisimo deseo,con el pensamiento,el corazon,el alma y el ser,esa es la llave para ir a los cielos.
deseo que se vuelva sufrimiento,instante a instante y la puerta tocada sera abierta.
la energia emocional es la llave o secreto para romper la energia mental y ver y estar en los cielos.

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Comentarios por alfredo

En realidad la opinión de Mauricio no es solo la opinión de Mauricio; es también la de Jiso Forzani (traductor de Dogen y actual máximo responsable de la escuela soto en Europa, a pesar de ser enormemente crítico con la misma y que, convencido de que no es posible cambiar la deriva desastrosa de esta escuela aquí en Europa, tiene previsto abandonar ese cargo en abril o mayo) y que no tiene sino palabras elogiosas hacia la traducción y los comentarios de Mauricio; como así mismo la de Koho Watanabe Roshi, abad durante 10 años del monasterio japonés de Antaiji, «padre espiritual» tanto de Mauricio como de Jiso y que ha colaborado con Mauricio en este y en otros textos; y es también la mía que he dedicado alrededor de un año (intermitentemente) a la traducción y reflexión sobre ese texto.

Ante personas con una experiencia así (excepción hecha de mi pobre persona) tanto en lo que respecta al conocimiento y estudio de los textos budistas como de la práctica mantenida del budismo zen uno no tiene que realizar una aceptación incondicional de lo que dicen, eso sería absurdo, pueril y estaría en completa contradiccion con lo que, por ejemplo, encontramos en el Kalama sutra. Pero por lo menos si que debe de pararse a considerar con atención que es aquello que dicen y si a la luz de su propia práctica tiene sentido o no.

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Comentarios por Roberto Poveda

De salida esas personas tienen todo mi respeto. Hacia ellos y sus opiniones, pero no más que por tus opiniones, o las de Radamantis o Alfredo o Raquel o tantos otros…

Los títulos administrativos no me dicen mucho en estos temas (a menudo al revés), por lo que escriben me hago una idea de sus principios e ideas, y los respeto… y… hasta ahí… 🙂

Se dará la paradoja que quien llegue al cargo tras Jiso, igual te parecerá totalmente equivocado también a ti y sin embargo ostentará el mismo título que Jiso ahora.

Por tanto ese título no puede ser garantía de mucho ¿no?

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En efecto, los títulos no son garantía de nada. Pero haber transitado durante mucho tiempo por la práctica auténtica del zen sí. También digo lo que digo por conocer y tratar a las personas que nombro (menos a Watanabe) y por que creo que esto (la práctica del zen) en Antaiji (que es donde se formaron), por lo menos antes era posible, y precisamente en Antaiji ni se daba ningún tipo de título (llegado el momento los enviaban fuera durante un tiempo, a una instancia administrativa como Heiheiji), ni tampoco, al objeto de poder mantener una práctica independiente de intereses mundanos, existían «parroquianos» o «fieles» o «sostenedores» (lo que en Japón normalmente quiere decir «clientes de una funeraria»).

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Comentarios por Roberto Poveda

De todas formas, ya que muestras interés en el sutra del Diamante, veamos algún fragmento más de este texto (cuya publicación demoro por estar actualmente en curso de publicación otro texto en el blog y porque, a petición de MYM, pienso coordinarme previamente con Italia para que mi traducción al castellano aparezca simultaneamente en Huellas del zen y en el blog de la Stella del Mattino.,Aunque confío en que esta demora no vaya a ser de mucho más de un mes).

La cuestión que planteo relativa a los llamados «medios hábiles», o «útiles», pero que en sanscrito posee una semantica bastante compleja, de manera que con frecuencia se le ha traducido incluso con el extraño término occidental de «expedientes» es: De acuerdo, sí, medios útiles, ¿pero útiles para quién, para qué? Lo dificil de la llamada «liberación del sufrimiento» propuesta por el budismo es que en realidad no hay un quién que se libere ni un qué del que liberarse. Se da en otro plano, que ni es el plano habitual en el que no movemos los humanos ni se sitúa en ningún más allá como plantean otras vías religiosas.

Coincideréis, por lo menos, conmigo que la radicalidad del sutra deja poco margen a reapropiarse de algo (aunque sea de tapadillo) desde el punto de vista del propio interés. Veamos pues esos fragmentos:

«¿Qué opinas Subhūti? Quizás aquel que ha entrado en la corriente piensa: “¿Por mí ha sido realizado el fruto del ingreso en la corriente?”» Dijo Subhūti: «Ciertamente no, oh Bienaventurado, aquel que ha entrado en la corriente no piensa: “Por mí ha sido realizado el fruto
del ingreso en la corriente”. ¿Y por qué? Porque, oh Bienaventurado, él no ha entrado en algo. Por esto se dice “entrado en la corriente”. Él no ha entrado en nada que tenga forma y color, ni que tenga sonido, ni olor, ni gusto, nada que se pueda tocar o pensar. Por eso se dice aquel que ha entrado en la corriente.» Si, oh Bienaventurado, aquel que ha entrado en la corriente pensase: “Por mí ha sido realizado el fruto del ingreso en la corriente” entonces se tomaría en consideración como un yo, se tomaría en consideración como un ser, se tomaría en consideración como un viviente, se tomaría en consideración como una persona»

«¿Que piensas Subhūti, quizás aquel que no retorna más piensa: “¿Ha sido realizado por mi el fruto del no retorno”?» Dijo Subhūti: «Ciertamente no, oh Bienaventurado, aquel que no retorna más no piensa: “Por mí ha sido realizado el fruto de aquel que ya no retorna””. ¿Y por qué? Porque no hay ningún dharma a
realizar como “el no retorno”. Por ello se dice “aquel que ya no retorna”»

«Dijo el Bienaventurado: «Subhūti, si un bodhisattva dijese: “Yo realizaré un mundo de despertar” su decir no sería verdadero. ¿Y por qué? Porque diciendo: mundo de despertar, mundo de despertar, oh Subhūti, como de no despertar ha sido enseñado por el Así Ido. Por eso es llamado mundo de despertar. Por tanto, oh Subhūti, un bodhisattva, un gran ser, debe generar pensamiento
libre, generar pensamiento que no se apoya nunca, generar pensamientos que no dependen de formas o colores, que no dependen de sonidos, olores, sabores, sensaciones del tacto ni conceptos.»

«¿Qué piensas Subhūti, hay quizás algún dharma que haya sido enseñado por el Así Ido?». Subhūti respondió:
«Ciertamente no, oh Bienaventurado, no hay un dharma que haya sido enseñado por el Así Ido»»

«…oh Subhūti, no es posible que esta enseñanza sea escuchada por seres de bajas aspiraciones, que erróneamente crean en la existencia de un si mismo, que erróneamente crean en la existencia de un ser, que erróneamente crean en la existencia un viviente, que erróneamente crean en la existencia de una persona»

«Entonces el venerable Subhūti dijo así al Bienaventurado: «¿Cómo debería estar, oh Bienaventurado, cómo debe comportarse, cómo debe tratar los pensamientos aquel que se pone a caminar sobre la vía del bodhisattva?» Dijo el Bienaventurado: «Aquí, oh Subhūti, quién se pone a caminar de esta forma sobre la vía del bodhisattva debería generar un pensamiento: A todos los seres, en el reino del nirvana sin añadidos y sin restos, los liberaré completamente. Sin embargo, si bien los seres han sido completamente liberados, ningún ser ha sido completamente liberado. ¿Por qué? Porque, oh Subhūti, si un bodhisattva diese curso a la noción de la existencia de un ser, no se le podría llamar ser-del-despertar. Tampoco si alguien diese curso a la noción de vida o a la noción de persona podría ser llamado ser-del-despertar. ¿Por qué? Subhūti, no existe ningún dharma tal como “camina sobre el camino del bodhisattva”.»

«…si alguien dijese: “El Así Ido, el digno, el perfectamente despertado ha realizado plenamente el perfecto supremo despertar” diría lo falso. Subhūti, ese
pondría sobre mi la falsedad. ¿Y por qué? Porque no existe ninguna enseñanza por la cual el Así Ido se haya despertado al perfecto supremo despertar.»

«¿Existe algún dharma llamado bodhisattva?».
Subhūti dijo: «Ciertamente no, oh Bienaventurado. No existe un cierto dharma llamado bodhisattva» Dijo el Bienaventurado: “Seres, seres, oh Subhūti, han sido enseñados por el Así Ido como no seres, por ello son llamados seres. Por ello el Así Ido dice: todos los dharma están privados de vida individual, privados de substancia, privados de alma viviente, privados de
persona. Si, oh Subhūti, algún bodhisattva dijese: “Yo realizare un mundo del despertar” este decir no sería verdadero. ¿Y por qué? Porque diciendo mundo del despertar, mundo del despertar, oh Subhūti, como de no despertar ha sido enseñado por el Así Ido.»

«Dijo el Bienaventurado: «¿Qué piensas, oh Subhūti, tal vez que el Así Ido piensa: “Existe un dharma que yo enseño?». Subhūti respondió: «Ciertamente no, oh Bienaventurado, el Así Ido no piensa “Existe un dharma que yo enseño”». Dijo el Bienaventurado: «Subhūti, si se dijese: “Existe un dharma enseñado por el Así Ido” sería un discurso falso, sería poner sobre mí la falsedad. ¿Y
por qué? Enseñanza del dharma, enseñanza del dharma es llamada, oh Subhūti, pero no se puede encontrar algo como “enseñanza del dharma”»

«¿Que piensas, oh Subhūti, quizás que el Así Ido piensa: “Yo he liberado a los seres”? Ciertamente, Subhūti, no deberías considerarlo así. ¿Y sabes por qué? No existe ningún ser liberado por el Así Ido. Si, oh Subhūti, hubiese algún ser liberado por el Así Ido, entonces el Así Ido reconocería la existencia de un sí mismo, reconocería la existencia de un ser, una vida, una
persona. Se dice reconocer un sí mismo, oh Subhūti, pero como no reconocer un sí mismo es enseñado por el Así Ido. Sin embargo las personas comunes, inmaduras, a eso se aferran. Las personas comunes, inmaduras, como no personas son enseñadas por el Así Ido, por esto son llamadas personas comunes, inmaduras.»

etc. etc.

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Comentarios por Roberto Poveda

Claro, el que ha entrado en la corriente ha realizado Anatta, no-yo… entiende perfectamente que nunca hubo más que el universo funcionando (en todo lo que se hizo y se hará)…

No veo en el sutra del diamante más que «realización» de esa que dices que no existe…

Por eso se dice aquel que ha entrado en la corriente.» Si, oh Bienaventurado, aquel que ha entrado en la corriente pensase: “Por mí ha sido realizado el fruto del ingreso en la corriente” entonces se tomaría en consideración como un yo, se tomaría en consideración como un ser, se tomaría en consideración como un viviente, se tomaría en consideración como una persona»

La pregunta es:

Dado que la interpretación tradicional de esta iluminación es que el «Así ido» ha realizado Anatta y por tanto ha visto que sus acciones nunca fueron ejecutadas por una volición individual.

Ese postulado entiendo que no puede extenderse a tu doctrina pues no hay «iluminación» ni nada que pueda lograrse.

Así pues ¿cual es la interpretación que haces de categorias de iluminación como por ejemplo la del «que ha entrado en la corriente», el que «retona una vez» etc… del budismo tradicional y que tan presente está en este Sutra (como en tantos otros)?

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Entrar en la corriente es, por ejemplo (no solo), hacer zazen con esa actitud que encabeza esta entrada y que se llama «mushotoku».

Mushotoku no es una «trampita» del yo para hacer como que no busca mientras que en realidad si que busca, solo que disfrazando su búsqueda como una busqueda «espiritual», «superior».

Cuando se entiende qué es zazen, entendido como shikantaza, se realiza inmediatamente el nirvana.

Cuando te desvías de la corriente, vuelves al samsara, entonces puedes dejar de hacer zazen y dejarte llevar por tu capricho (y levantarte a hacerte un te, o a pasear al perro o a lo que te apetezca más en ese momento, a pesar de que será fuente de sufrimiento antes o después), o volver al zazen que es nirvana y en el que tus caprichos, tus búsquedas, tus deseos, no importan y no interfieren con el nirvana.

Algo poco entendido de Dogen (lo cual es lógico, pues en absoluto es fácil de entender) y menos todavía por los seguidores de Deshimaru que son legión en Europa, es que Dogen nos dice, por ejemplo: «El zen es (solo) zazen» pero también nos dice «zazen no tiene nada que ver con permanecer sentado». Este es el koan de Dogen, el genjokoan, traducido a veces como el koan de la vida cotidiana. Solo se puede entender practicándolo.

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Comentarios por Roberto Poveda

El sutra del Diamante nos hablá del nirvana, pero no está dirigido solo, como dices, a aquellos que han realizado la iluminación. Quiera decir eso lo que quiera decir, pero que en cualquier caso no tendría mucho sentido, pues sería como si esos superheroes llamados «los iluminados» estuviesen contándose las batallitas del Olimpo a sí mismos.

Eso sería lo que de alguna manera vendría reflejado en el primer párrafo del sutra, en el que encontramos la asamblea reunida de los arhat, pero estos precisamente no tienen nada que decir. Puesto que residen en la paz, callan, se entregan al silencio.

Pero en el segundo párrafo, Subhuti interroga al Buda sobre cómo es posible realizar aquello por cualquier hijo o hija de buena familia (lo cual en el argot budista antiguo es equivalente a lo laicos, a los que no son monjes, a los que no son arhat) y a partir de ahi es cuando comieza el Buda, por compasión a desplegar el sutra.

Pero, ojo, esa compasión es vacia, no es realizada por nadie, no es dirigida a nadie, no tiene ningún contenido y, sobre todo, no es asimilable a las ideas que podemos hacernos sobre qué quiere decir compasión y que en ámbito cristiano confundimos habitualmente con la idea [orientalizada. eso si] de caridad, de bondad hacia los otros, etc.

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Comentarios por Roberto Poveda

Ah, ok, de nuevo la teoría reduccionista del «solo estoy iluminado mientras hago zazen»… de acuerdo… gracias, Roberto.

Un abrazo

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No es eso lo que he dicho, zazen era solo un ejemplo y entre paréntesis estaba también (no solo). Por otra parte zazen no es necesariamente estar sentado, también puede ser (bajo la acepción de shikantaza / y sí ya se que «za» es literalmente «sentado» o «sentarse») cocinar, trabajar, conducir…

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Comentarios por Roberto Poveda

Bien, eso me parece más sensato, aunque la terminología que usas, como dices, es bastante confusa al usar la palabra zazen para tantas cosas…

Cuéntanos ¿qué es cocinar-zazen?

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En el Tenzo Kyokun, de Dogen, lo puedes ver. Por ejemplo aquí se puede leer una traducción (aunque no he cotejado la fiabilidad de la misma) http://www.librosbudistas.com/descargas/Instrucciones-al-cocinero-de-monasterio-zen.html.

Dogen tiene también, y no es broma, textos sobre como cagar y limpiarse el culo.

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Comentarios por Roberto Poveda

Hubiera preferido leer tu experiencia y tus palabras. Pero gracias.

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Explicandolo de una manera puede que más accesible, aunque también por ello puede llamar a engaño. Diria que por medio de zazen entramos en una dimensión (cuidado, pues «dimensión» y «entrar» son las dos primeras trampas, ineludibles al tener que que usar el lenguaje, ya que nos remiten de nuevo al movimiento, al tiempo y al espacio, al campo del yo), que no es otra que la dimensión del «vacio» o de la «vacuidad» (la siguiente trampa derivada del lenguaje, ya que el «vacio», en el budismo, no es la ausencia de cosas, la ausencia de algo, y también podríamos usar sus contrario «la plenitud», «lo completamente lleno», «allí donde nada falta») y que esa dimensión nos (el «nos» es la siguiente trampa) resulta accesible (más trampas linguisticas) también después, cuando no estamos sentados en el silencio, la inmovilidad, etc.

Bueno creo que «más accesible» , mucho no me ha quedado :(. Pero es como ahora, aprisa y corriendo, he sido capaz de decirlo.

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Comentarios por Roberto Poveda

Igualmente te lo agradezco mucho. Gracias por el comentario.

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La única dimensión a la que podemos acceder es la nuestra misma que es en la que ya estamos. De hecho más exacto sería la analogía de quedarse en la puerta para luego descubrir que no había tal puerta.

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Comentarios por raquelsuma

Si hay un cocinar zazen y un caminar zazen también hay un escribir zazen.
Entonces lo relevante no es que sea aprisa o relajado, corriendo o pausado, sino que el escribir sea solo escribir y por sí mismo revelará la accesibilidad que sea conveniente.

De no ser así, entonces a nuestro caldo de escribir zazen le faltan algunas gotas de mushotoku 😉

Un abrazo

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Comentarios por Radamantis

Este círculo sin centro que Tao nos sugiere es muy gráfico. No hay apoyos. Cualquier conceptualización acaba en dogmas y creencias. Si hubiese un camino este estaría transitado. Si hubiese una práctica que fuese suficiente significativa entonces habría camino. Todo son formas que se expresan.

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Comentarios por raquelsuma

Hola, al principio de la lectura pensé que iba a encontrar las mismas definiciones que en otros textos, pero cuando llegué al punto de tu interpretación de que para alcanzar el mushotoko, al principio es necesario usar la intención, la persecución de un fin, lo que implica una contradicción al espíritu del mushotoko mismo, que quedará desvirtuada cuando se alcance ese espíritu de ausencia de interés de beneficiarse, de salir favorecido, me alegré de haberla encontrado, además debo decir que tu redacción es bastante digna. Gracias por compartir y saludos.

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Comentarios por Julio León

Gracias Julio.

En todos los casos la intención aquí es explicar las cosas desde un punto de vista no dogmático, basado en la experiencia y el sentido común..

Un abrazo.

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El tiempo cronológico (lineal) es una estructura propia de la «mente» para poder funcionar.
En zazen la actividad de la «mente» queda suspendida, el tiempo como estructura lineal (que posee pasado, presente y futuro) está ausente.
Así la dialéctica de causa y efecto no tiene contención posible. De manera que es imposible en zazen hacer algo en función de otra cosa o hacer cualquier cosa con un objetivo, meta o fin.
Esto se ve muy claramente en el Sutra Corazón.

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Comentarios por Manuk

Es cierto. Bien entendido mushotoku es shikantaza y shikantaza es mushotoku

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No intención

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Comentarios por Angel Reinhardt




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